No escribir debiera ser mi costumbre, hablar únicamente lo indispensable, reprimir al máximo la intención de expresar ideas, opiniones o reclamar por injusticias, contestar insultos y otras cosas que molestan al prójimo.
Por tal motivo el silencio se extiende a la escritura, ningún pensamiento positivo o negativo se ha de escapar e imprimirse para ser motivo de escrutinio, nada que de motivo a otras reflexiones, acusaciones o cuestionamientos, la idea se ha de quedar en su santuario sin mayor complicación, meditando las consecuencias, elaborando en segundo o tercer plano un mapa de los caminos que puede tomar para convertirse en un océano de pensamientos, en una constelación de argumentos que iluminen mi mente, que sirvan de motivación genuina , me den energía, felicidad, paz o la sensación de encontrar una respuesta a las muchas preguntas que no me han contestado los científicos , teólogos , filósofos o psicólogos que se esmeran en desvelar los secretos de la vida, los misterios del universo, las razones de lo que existe y proponer toda clase de opciones, teorías, para dar una base, una referencia aceptable a lo que significa lo desconocido, procurando la estabilidad emocional de aquellos que se inquietan por no comprender lo fundamental de lo que son y de cosmos en su conjunto, que posiblemente no son muchos, porque la mayoría prefiere evadir la realidad por diferentes medios, para eso existen la televisión, el cine, las obras literarias, los juegos, deporte, drogas y toda clase de inventos para distraer la mente, apaciguar las angustias, diluir las cuestiones en fragmentos de confusión que no pueden conformar un nítido cuadro de donde estamos, que somos, a donde nos dirigimos y quienes y como están controlando lo importante de nuestro destino .
Por ello me guardaré mis ideas, las destinaré a un encierro en lo más alejado de mi cosmos interno para no perturbar otras mentes, para evitar que se conviertan en agentes que despierten la conciencia analítica, el pensamiento crítico, la posibilidad de escapar al condicionamiento efectivo de los años en el ambiente diseñado para caminar por donde está señalado, hacer lo indicado, no traspasar los límites marcados.
No he de expresar mi descontento, mi rebelde posición ante los absurdos formatos de la educación o de la economía política , el diseño social familiar, las religiones con sus absurdas explicaciones de algo que sobrepasa la capacidad humana, no he de comentar de ninguna forma las evidentes pruebas que demuestran que no somos tan inteligentes ni tan humanos como lo pregonamos y mi convicción que mucho tenemos que aprender los animales y dejar de pensar en conquistar otros planetas antes de poner en orden en el que estamos y sobre todo, conquistar nuestro propio ser, controlar nuestros instintos, dar un buen sentido a las acciones, permitiendo que el arte y la cultura sean un bien asimilado por todos.
Calladito me veo más bonito
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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