Otro camino

 Iniciar una nueva aventura siempre es emocionante, sobre todo cuando existe la posibilidad de encontrar un tesoro, el amor incondicional, los parajes más hermosos, el conocimiento de algo que de al espíritu respuestas, a nuestros sentidos un gran placer, a la mente la expansión necesaria para comprender o por lo menos vislumbrar la posible respuesta a la pregunta fundamental para dar sentido a la existencia. 

La aventura empieza con un solo deseo, ir al encuentro de lo nuevo, dejando que la corriente de un caudaloso río de ideas me conduzca con sus aguas turbulentas a lugares jamás visitados por otros hombres. Son los llanos de la rebeldía absoluta, los montes del caos, los lagos de la meditación profunda, bosques de intrincados argumentos con sorpresivos rincones donde la sabiduría se encuentra perdida, donde los vientos de la ignorancia soplan por las noches con fuerza silgando su melodía de hechicero encanto que aturde los sentidos y conduce a la locura.

En el silencio apenas perturbado por el trino de pájaros escondidos en el follaje de arbustos y matorrales, de gigantescos árboles con frutos desconocidos, inició mi camino deseando que mi mente se libre de prejuicios y temores, de aquello que le impida avanzar con libertad por donde solo se puede transitar sin el lastre de inducidas ideas, de historias retorcidas, falsos testimonios sobre lo desconocido, porque el sendero puede conducir al precipicio donde caen quienes con arrogancia creen saber lo que es el más grande misterio para los hombres.

Aquí no son mis proposiciones las que de imponer, sino continuar con las señales que me guían con la confianza absoluta de que han sido puestas por quien conoce la ruta correcta para encontrar el tesoro escondido en el lugar más seguro del universo. Sin descanso caminar o navegar por senderos , ríos y océanos que van mostrando detalles magníficos de lo que es la vida con su compleja y grandiosa variedad, me llevan a las cabañas abandonadas donde perecieron los primeros que intentaron alcanzar el tesoro, me asombro al pisar la playa donde quedaron los sueños y pretensiones de algunos falsos profetas, las olas golpean constantemente las falacias inventadas para sostener ideas erróneas sobre lo que nunca se ha descubierto.

Encuentro la cueva donde se encadenó a la verdad, la sombras parecen danzar con su deseo de apagar para siempre su luminosa chispa que aún sigue iluminando con intensidad la intención de hombres y mujeres para librarse de falsas promesas, de torcidos intentos de mantenerlos en el fango, en la corrupta actuación que pregona como riqueza la posición sin límites de bienes materiales, el poder que se obtiene pisando las cabezas de miles o millones de personas .

Los hijos seguidores de la verdad han sido duramente castigados a lo largo de la historia, injustamente condenados a torturas y muerte, muchos se perdieron en el anonimato prefiriendo la soledad y la miseria antes que dejarse envolver por el efímero placer que nubla la mente , que arrastra a los vicios, las adiciones a los bajos niveles de humanidad y razonamiento.

Sócrates, Séneca el joven , Hepatia de Alejandría, Giordano Bruno y tantos otros están aún en espíritu inspirando a los aventureros que se inclinan por el razonamiento libre, por cuestionar lo que se dice sin tener las evidencias para demostrarlo, escépticos que se atreven a ir más lejos para enfrentar sus propias ideas y confrontar las ideas nacidas de la ignorancia, dejando huellas de su paso a la nuevas rutas del inmenso cosmos del conocimiento siempre trasformado por su natural proceso.

Detenerse es perder valioso tiempo para indagar lo que a continuación existe , enfrentando los argumentos de Calvino, Lutero, Buda, Confusio, Lao-Tse, Baruch Spinoza, Friedrich Nietzsche , tantos hombres empeñados en resolver misteriosos cuestionamientos, profundos pensamientos convertidos en mayores problemas , en motivo de veneración y de conflictos mayores que nunca se han resuelto y siguen siendo el combustible para guerras que se extiende por la tierra aún entre quienes debieran amarse.

Lo más interesante de esta aventura es que no se a donde he de llegar, tal vez solo el indagar por mis ideas sea un principio fundamental para descubrir la senda correcta, por lo pronto he de creer que estoy apuntando por donde indica la brújula del tiempo y de mi propio pensamiento revolucionando los conceptos desde su principio y base, cambiando los aprendidos juicios, los paradigmas implantados por la costumbre, revelando algo diferente, lo que me da la certeza que ir contra corriente es el principio del cambio necesario para desnudar mi alma y vestirla con los ropajes de fe inquebrantable, de humildad si es que cabe en cualquier pretensión de ver lo que existe en lo profundo de mi espíritu.

Recorro pueblos y ciudades con gente de similares ideas , atadas a sus creencias, a sus costumbres , a la rutinaria tarea que les hace sentir seguridad sin mayores emociones sin salir por un atajo al encuentro de algo distinto que les saque del autismo inducido en que se les niega el pensamiento crítico, la posibilidad de cuestionar lo aprendido, de buscar en su espíritu la motivación que convierte a un hombre en un ser racional, humano, en un explorador de su cosmos donde habitan sus propios ideales, sus sueños, sus temores también, con los que ha de lidiar para encontrar realidades que sorprenderán por su belleza, por la complejidad y grandeza que demuestran la incomprensible esencia de  cuanto existe y que de una  u otra manera denominamos Dios, el que está lejos y cerca, el que ha creado, el que transforma y sabe lo qué hay delante.

En ese punto cabe dejar de lado el conocimiento de lo superfluo, entrar en los campos de lo prohibido , correr el riesgo de los castigos para quienes piensan y pregonan las nuevas concepciones los escondidos y sucios trucos de los líderes que se alzan sobre la mentira, la sucia estrategia de hacer creer en lo que conviene a sus mezquinos intereses y he ahí la amarga fruta que parece dulce, envenena el alma , corrompe los corazones , dando a la ejecuciones la justificación que esconde condiciones de miseria, los inducidos vicios, la violencia y el desorden convertido en negocio donde la ley se vende, la justicia es apartada de todo veredicto cuando la oportunidad de apagar un fuego nacido de una chispa de libertad se pueda convertir en un incendio que arrásese sus malignos dominios, de tal forma los atrevidos paladines son asesinados o encerrados en prisiones donde la tortura psicológica es continua. Aún así, siempre surgen hombres y mujeres valientes dispuestos a demostrar que no hay rendición alguna para quienes se niegan a perder la esperanza, la fe en qué hay algo más grande en el interior de cada ser dispuesto en el lugar que le corresponde dentro del cotexto cósmico, que existe un proceso que marca el principio y el momento de transformación ineludible en que lo que hoy es, mañana es diferente. 

Ente las multitudes de distintos lugares veo las miradas perdidas en los dispositivos móviles y la inocencia encadenada a la enajenación y el engaño de un futuro donde la artificial inteligencia resolverá sus problemas que no son más que logarítmicos intentos de mantener la condición adecuada para mantener control total sobre cada individuo, fortalecer el consumo, el crecimiento de la riqueza desproporcionada mediante la miseria de millones que seguirán siendo esclavos, no solo del sistema, sino de sus propios pensamientos embutidos en la creencia que así deben ser las cosas.

Se nos dotó de una mente donde se procesan pensamientos, se toma consciencia de lo existente, crea lo fantástico, se baña de sueños e ilusiones, capta sensaciones, emociones, es libre para elaborar ideas y buscar respuestas, analizar propuestas, comprobar afirmaciones, juzgar con detalle lo que parece bueno o malo, justo o injusto, criticar sin restricciones aquello que se piensa internamente, lo que se expresa por otros, lo que acontece en lo interno y en lo externo, pero para ello se requiere quitarse los grilletes del miedo y de los falsos argumentos que se han incrustado por años de repetición constante, solo entonces se  atreve el ser a ser.

En ese instante, en ese despertar repentino, el destino cambia, se ve la luz brillante de ese tesoro escondido en el lugar más seguro del cosmos, en nuestro corazón que ama y que se entrega por completo cuando se abre a la confirmación de que somos parte de un todo indisoluble, de una consciencia divina que nos permite hacer lo que deseamos, que esta diseñada para ofrecer infinitas posibilidades donde lo hermoso y lo horrible, lo bueno y lo malo, la vida y la muerte se complementan en un cuadro donde las luces y las sombras dan como resultado la magna obra del artista del universo, u, genio creador que es difícil de comprender, imposible de captar la totalidad de su obra que contiene todo cuanto existe, que en cada detalle guarda un mensaje que expresa amor, armonía, una sinfonía en que la melodía se extiende por el tiempo y el espacio infinitos desde la perspectiva humana, siendo esta interpretación la máxima expresión de un maestro del silencio y el sonido, de las pausas, el ritmo adecuado para dar a cada nota un significado que lleva alegría, placer, apasionada energía donde danzan galaxias, millones de estrellas y planetas, hombres y mujeres, seres complejos, diseños atrevidos, diversos, complejos, con motivaciones genuinas, originales e irrepetibles , lo cual otorga a cada una de esas creaciones una importancia total.

De ello somos parte, tu y yo, de ahí surge nuestro origen celestial por denominarlo de algún modo, de ahí la importancia de pensar con libertad, con esa cualidad que se nos otorgó para tomar consciencia , cooperar en los procesos desde la capacidad propia de cada uno, desde el lugar en tiempo y espacio designado dentro de ese maravilloso cuadro en la representación majestuosa del universo dirigida por quien denominamos Dios.

No temas, no te detengas cuando tu conciencia indica que estás en lo correcto, cuando sabes que has mantenido el espíritu sobre el fango, que estás actuando con la convicción de que eres un actor importante en esta obra, que tienes el derecho para intentar hacer lo que te corresponde de la mejor forma siendo un triunfador cualquiera que sea tu rol en el escenario cósmico.

Animales y plantas, galaxias, partículas sub atómicas, hombres y mujeres de todos los rincones de la tierra, de la Historia que nos contiene desde el principio a la actualidad y en su continuidad futura están sujetos al proceso de transformación continua, de renovación y adaptación que no alcanzamos a percibir o comprender, pero existe en nuestro ser la capacidad de crear nuestros propios universos, de soñar lo más hermoso, de imaginar lo que mañana puede ser realidad.

JuanAntonio Saucedo Pimentel