La vida es interesante porque nos presenta constantes retos a vencer, los motivos para enfrentarlos surgen desde las sombras e iluminan el camino, otorgan energía al espíritu , nos convierte en vencedores, ser derrotado no es opción, para seguir adelante es necesario ganar en cualquier circunstancia. La mayoría logra suficientes triunfos para llevar una existencia aceptable, pocos se levantan de los momentos de mayor crisis, otros se esconden un tiempo en sus lamentos o se pierden para siempre en el interno cosmos de la confusión mental, pero se niegan a morir, el instinto de conservación sigue presente, se resiste a apagar el fuego divino de un destino que tiene un lugar importante en el contexto cósmico.
Es importante porque aún cuando parezca pequeño, es un elemento del escenario universal, de la producción magnifica que engloba cuanto existe y dispone el lugar donde actuarán cada una de esas partes, el hacer bien nuestro papel nos hace sentir orgullosos, dignos actores de esa obra celestial, aunque si lo meditamos un poco. Os damos cuenta que cada hombre y mujer, están haciendo la interpretación perfecta para mantener el escenario cambiante, las situaciones interesantes donde se aprecian los distintos matices de la comedia, el romanticismo, la tragedia, la felicidad, el dolor, el odio y el amor en sus manifestaciones diversas, dejando un espacio a la locura y algunas veces al genio increíblemente creados de la humanidad en conjunto.
Un verdadero espectáculo digno de ser apreciado, la vida tiene sus propios significados para cada hombre, las motivaciones que le hacen ser lo que es, encontrando el placer de encontrarse vivo, consciente en su propio valor, en su estima que le impulsa a seguir luchando por alcanzar la satisfacción de haber logrado el reconocimiento de sus semejantes, de aquellos que considere importantes en sus relaciones e incluso hay muchos que lo hacen con el respeto al ser divino que dirige la obra.
La lógica o la intuición conducen a la convicción de que cuanto existe, por su complejidad, magnitud, diversidad, deben ser la creación de un magnífico creador imposible de comprender para la capacidad humana.
En las distintas representaciones a lo largo de mi propia vida y en la de otros seres cercanos, he presenciado cosas que van más allá del cálculo, de los razonamientos y posibilidades humanas, hechos que sorprenden por su incomprensible ejecución, actos que me han marcado para siempre por su increíble resultado, por los elementos que intervinieron de forma tal que no se puede entender en su totalidad como se conjuntaron en el momento preciso, en las circunstancias tan difíciles y convertir lo inevitable en una nueva oportunidad para seguir adelante. Son lo que calificamos como milagroso, pruebas evidentes de que existe algo que dirige las cosas de una forma que no se comprende del todo, que tiene el poder de caviar lo inevitable en eludible, la enfermedad en salud, la muerte en vida, la lucubra en genialidad.
De esas incomprensibles cosas que la mayoría tenemos oportunidad de presenciar o conocer a lo largo de la vida, desprendemos la fe en algo que denominamos Dios, a quien en momentos difíciles oramos, a quien dedicamos nuestras mejores obras, pedimos perdón por las faltas cometidas, por caer en el vicio, pero también a quien reclamamos cuando creemos que se ha cometido una gran injusticia, culpamos de los mayores conflictos, renegamos de lo que consideramos su voluntad cuando hemos perdido lo que consideramos más valioso e incluso negamos su existencia al no encontrar una respuesta a nuestras demandas. Es una justificación para lo que no comprendemos, el principal motivador de las grandes polémicas, de las doctrinas religiosas, filosóficas propuestas, grandes empresas, o el ser al que atribuimos nuestros castigo, el responsable de cuanto existe y lo que hacemos según nos conviene, sin entender ni atender cuanto de ello se desprende de nuestros erróneos pensamientos, del razonamiento distorsionado por limitado conocimiento, superficiales análisis, el limitado entendimiento humano que sin comprender lo que es el universo en su conjunto, pretende encontrar su causa y efecto.
Estamos lejos de saber que ha motivado cuanto existe, demasiado alejados de lo divino y apegados a nuestros impulsos, a la pretenciosa forma de justificar nuestros actos, de dar sentido a los pensamientos aún cuando estén equivocados, de tal manera que somos un verdadero peligro para nosotros mismos y para el mundo en su totalidad, que por cierto, no es más que un pequeño punto en la vastedad del cosmos, pero para nosotros es el lugar donde podemos crear toda clase de obras, sentimientos, emociones, apasionadas relaciones, emocionantes eventos, grades espectáculos, destrucción, modificaciones, reconstrucción, guerra , paz, la belleza de la música, la poesía, convertir la fantasía en realidad y también la posibilidad de terminar para siempre con la vida, de lo cual no estamos lejos cuando perdemos la cordura y permitimos que los dementes se tomen por guías, que las ambiciones egoístas, el poder corrupto de alce sobre los sabios consejos, por encima de los argumentos sensatos, de la sensibilidad humana.
Dios nos detenga en nuestras locuras, podríamos repetir, orar para detener la demencia que se extiende como una pandemia por el mundo, pero eso no es lo más que podemos hacer, es menester que cada hombre y mujer ponga su empeño en detener la ola de violencia, negarse a participar en aquello que nos indican como solución a nuestros problemas, resistir la tentación de ir a matar o ser muerto por el enemigo que se ha formado con los mismos principios, con las mismos falsos argumentos que proponen la destrucción y la muerte.
No perdamos la fe en nosotros mismos, encontremos los motivos que nos hacen amar y respetarnos mutuamente, somos aún seres pensantes, racionales con defectos pero dispuestos a ser mejores, estamos en la posibilidad de hacer que nuestros descendientes encuentren las respuestas que aún no hemos encontrado, de seguir dando nuestro mejor aporte en la obra cósmica y sentir que somos dignos de actuar en ella , haciendo nuestro mejor esfuerzo.
No es la muerte lo que nos motiva a seguir el equivocado camino, sino el amor lo que nos conduce por la senda de la vida.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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