Cuando me invitaron a un paseo por la Huasteca Potosina me pareció una magnifica idea porque en ese territorio fue que mi padre vivió su niñez y juventud, sus muchas aventuras en la sierra transportando madera y carbón, además de que gran parte de la familia aún radica en la zona, pero nunca imaginé que encontraría una muestra clara de que por esos lugares existió un hombre que con sus fantasías creó su mudo surrealista.
El castillo de Eduard James en Xilitla S.L.P., es una fantasía hecha realidad, con sus construcciones increíbles, un castillo sin muros donde se puede encontrar la sin forma de una idea que se volcó en materiales únicamente para dejar huella de una ficción en la selva, con su tina de baño en forma de hoja, sus torres con pasadizos que se convierten en laberinto , pasillos bordeados de flores gigantescas construidas a capricho, en fin un deleite para quien ha recreado en la mente cosas tan distintas a la que se tiene en el universo externo, diferentes en significado, en la estructura que se acerca a la demencia o a la existencia de otra dimensión donde lo imposible es una realidad.
Mejor no lo podía pasar admirando e imponiendo mi propia imaginación al sitio, deseando que eso siempre se conserve como una demostración de cómo se puede crear un entorno fantástico sin recurrir a la tecnología y los efectos virtuales, aunque hoy en día es maravilloso presenciar espectáculos donde esos ingredientes nos hacen emocionarnos transportándonos en instantes a lugares fantásticos, con recreaciones donde se funden colores y formas increíbles, me alegro de haberlo intentado algunas veces con las aplicaciones que se fueron dando a conocer para los ordenadores, dando la posibilidad de que nuestras ideas se trasformaran en representaciones virtuales, de las cuales aún queda algunas mías en las distintas plataformas de la red.
Cuando estuve en ese sitio me sentí como pez en el agua, ese castillo es de si lugares favoritos porque me da la posibilidad de extender mis ideas, de integrar mis creaciones mentales en ese marco natural y darle vida a mis personajes con atuendo de plumas , con talentos que les hacen crear con las flores cascadas de colores, con los reinos de los pájaros la sinfonía de la selva que induce a la danza de la naturaleza en conjunto, siendo las nubes y el viento quienes se presentan como personajes bellos con movimientos lentos en estéticas figuras que capturan los sentidos , llenan de inspiración para un poema que cobra vida reflejando el amor y la delicada de en cada espectador, escenario de árboles gigantescos que se mecen al ritmo de la música, la luz se perfuma y las notas se convierten en gotas brillantes que se elevan por el espacio en asombrosas formaciones.
Bien que disfrute el día, la noche continúe soñando con el encuentro entre los estrechos senderos con el hechicero que limpia el espíritu, hace filtros para olvidar lo amargamente vivido, tiene el secreto de la muerte y la vida, la fórmula para evadir envidias y males de otro tipo, pidiendo como pago a sus servicios, filtros y amuletos, la firme resolución de seguir la ruta de la fantasía, en los senderos del silencio, de la soledad y la poesía.
Algún día he de regresar a ese lugar mágico, por lo pronto estoy convencido que nuestra mente puede crear cualquier cosa, incluso llegar a dimensiones donde el tiempo y el espacio dejan de existir, las cosas tienen un significado hermoso, las personas están inmersas en un mundo de amor, justicia, armonía, gozando al compartir acciones y obras con la intención de contribuir a la conservación de la belleza.
Te dejo el enlace para que veas ese lugar maravilloso, el Castillo de Eduard James
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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