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miércoles, 7 de octubre de 2020

El libro negro de la maldad y la violencia

Libro en blanco o en negro según lo sigamos escribiendo, pero hasta hoy es sin duda mas negro,  tomando en consideración lo que no debía aparecer en ningún texto que se considere digno de la presumida inteligencia del hombre 

Un buen titulo para relatar lo que ha sucedido a lo largo de la historia del hombre en referencia a sus logros en lo que se refiere a su comportamiento, que no ha cambiado desde tiempos bíblicos, seguimos actuando mal a pesar de todos los avances en tecnología y ciencia, utilizadas en mucho para causar mayor daño, pare ejercer mayor control, justificando las acciones tras el mismo velo de hipocresía , de maldad caracterizada de muchas formas pero siempre siguiendo el mismo fin, despreciar, dominar, asesinar a quien no este de acuerdo con quienes ostentan el poder. 

Podríamos pensar que hay gente muy mala y gente buena, la verdad es que todos estamos regidos por las mismas bases o por la misma composición que se puede ver afectada por múltiples factores, siendo el mas común la oportunidad de obtener y ejercer el poder, lo cual nos transforma en cuestión de minutos, ya se han realizado experimentos para demostrarlo sin lugar a dudas, dando resultados que nos pueden parecer increíbles por el grado de maldad a que pueden llegar las personas que aparentemente son buenas o normales si lo queremos calificar de esa forma. El caso es que no se requieren de muchos experimentos para reconocer hasta donde puede llegar nuestro impulso a realizar el mal en cualquier momento y en cualquier espacio, simplemente veamos las grandes guerras, cuanta gente a participado haciendo su mejor esfuerzo para acabar con el “enemigo”, cuantos seguidores han tenido esos lideres que proclaman ser representantes de quienes amas la libertad, la democracia, la justicia, los derechos humanos.

Miles o millones de seres muertos por ideas y justificaciones erróneas, campos regados con sangre por todos los confines del planeta, pero eso no nos detiene, seguimos fabricando armas, continuamos proclamando los mismos principios de igualdad, fraternidad, libertad, como alentadores de las luchas, como base para la union en torno a lideres que se elevan a los máximos puestos convertidos en seres que creen tener el derecho de guiar a los demás con la convicción total de ser los mejores para llevarlos al éxito, a la conquista, al triunfo sobre los que no aceptan sus ideas. Mal y de buenas, dirían los abuelos, porque los principios son catastróficos, pero los que los siguen son creyentes de que se actúa con rectitud, con apego a los valores humanos, en esto ultimo tal vez tengan razón, si tomamos en consideración que los valores que mas estimamos son el poder y la corrupción, ya que una cosa lleva a la otra. 

Sin duda muchos pensaran “yo no soy capaz de hacer algo tan horrendo como matar o sacrificar a otros simplemente para obtener un beneficio” no se equivoquen, la oportunidad, la ambición, el contagio de la locura colectiva es muy grande, inmenso, infinito si lo queremos observar desde la perspectiva histórica, que nos demuestra cuantos han caído en la trampa, creyendo que eso les daría prestigio, riqueza sobre todo, porque el ser humano es muy frágil para sostenerse sobre sus buenos principios, sus raíces están clavadas dentro de un fango de violencia , dolor, muerte, temor , siendo elementos que no se han podido erradicar , siguen siendo motores de tragedia, desigualdad, intolerancia, corrupción, asesinato a gran escala. Bien se expreso este ultimo punto al decir que “ si matas un hombre eres un asesino, si matas a todos, eres un Dios” porque bajo este lema se han utilizado armas cada vez mas poderosas, hoy no solo se mata directamente al supuesto enemigo, se le intenta eliminar mediante la utilización de medios mas efectivos de acuerdo a la época en que vivimos donde todos dependemos del comercio internacional, por lo que se califica como sanciones comerciales, termina siendo un arma muy efectiva para desequilibrar y aniquilar, sembrando gran dolor, hambre, angustia, desesperación en quienes tiene que padecer lo que se acepta como una medida para mantener el orden, la paz , sin demostrar abiertamente que hay detrás de todo esa proclamación mediática, que es otra de las armas, con las que se termina denigrando al “enemigo” , por supuesto, aceptamos que en el amor y en la guerra todo se vale.

Quienes se opones a estas medidas restrictivas, quienes exponen la verdad, los que alzan las voces y pretenden ir en dirección contraria buscando la reconciliación, el dialogo las acciones en pro de la igualdad, de la justicia, de la libertad sin recurrir a la violencia, actuando con con prudencia y apegados a la firma creencia de que existe un Dios que puede juzgar nuestros actos, o los que creen que hay formas de actuar de una forma racional viendo las nefastas consecuencias que ha tenido el recurrir constantemente a medidas restrictivas violentas o de alcances genocidas con los métodos de la sanciones económicas- comerciales-políticas, esos que se atreven a tal cosa son repudiados, se les injuria, denigra al punto de que son condenados públicamente, el castigo es terrible, la historia nos dice que muchos fueron encerrados durante muchos años, asesinados de cruel forma o de manera violenta “ El que se mete de redentor, sale crucificado” dice un refrán popular, motivo suficiente para sentir temor y optar por seguir al rebaño, no importa cuan equivoco se el camino, es mejor vivir tranquilo sin oponerse a la marea humana, la mas devastadora de cuantas existen el el mundo. 

Continuaremos igual siempre? las posibilidades de salir del fango son mínimas tomando en consideración que cada vez tienen mayor poder quienes se apegan  a soy mejor que los otros y por lo tanto,  no derechos humanos, no leyes o normas que detengan el “progreso”. Cuál progreso? el que se obtenga mayor estabilidad económica no significa que se este viviendo mejor, mas feliz o con menos angustia, porque para generar esas riquezas se crea desigualdad, injusticia y violencia, la formula se repite una y otra vez, se cae en el mismo error, no se vislumbra una actitud racional que pueda garantizar buenos resultados a menos que algo realmente nos sacuda hasta los cimientos, al fondo de nuestra psiquis para hacernos reaccionar; algunos pensaron que la pandemia del Covid 19 era una buena oportunidad, ya se vimos que no sucedió, las disputas internaciones, los problemas de todo tipo conocidos, repetidos al infinito se siguen dando por doquier, bueno , hay tarea para mucho tiempo, si de verdad deseamos que las cosas cambien, hay que empezar por uno mismo, cada uno debe actuar correctamente, no abusar de la posición, el conocimiento, la riqueza, el poder, permitir que otros alcancen lo que por JUSTICIA les pertenece, no despojarlos de la oportunidad de vivir dentro de sus territorios, no afectarlos con la ambición ni el deseo de convertirlos en algo diferente, cada hombre y mujer merecen el respeto de ser humano, no hay mejor forma para la vida que esa diversidad de costumbres y de ideologías que dan como resultado un mundo interesante, diverso pero complementario que, lo mismo puede servir para fines malos o buenos, que se puede encausar en pos de causas siniestras o de fines positivos, para beneficio de toda la humanidad. 

Que nuestro libro al final sea blanco por las nobles acciones que en el se relaten, los logros magníficos, el conseguir vivir en paz, con amor a nuestro mundo, respeto a nuestro prójimo, felicidad en nuestro corazón . 

JuanAntonio Saucedo Pimentel