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domingo, 19 de septiembre de 2021

Misterios que inquietan

EL COLIBRÍ 


   Todos los días en el balcón muy temprano aparecía un colibrí que alegremente danzaba entre las flores que en macetas alegraban con sus colores el sitio, un ave hermosa y diminuta que me causaba admiración por sus movimientos, sus maniobras en vuelo difíciles de realizar para otras aves y por su energía inagotable surcando grandes extensiones en busca de su alimento, el néctar de las flores. 


Muchas veces pensé que su presencia era como una manifestación de Dios mismo visitando mi casa, un ser en el que se reunían muchas de las cualidades que seguramente provenían de algo divino, esa criatura tenia algo especial en su forma, en la manera de comportarse, de vivir en el vinculo perpetuo entre el viviente producto de las flores surcando los espacios, porque para mi, eso era esa ave, un conjunto de flores volando con destreza, con una conciencia sobre sus acciones, dirigidas a mantener la vida de aquellas plantas, eso era lo que mas me acercaba a creer que algo inmenso se podía contener en lo muy pequeño, que lo divino no estaba alejado de lo terrestre, de la propagación de la vida a travez de emisarios que nos pasan inadvertidos, de la evolución que no se detiene pero se envuelve dentro de elementos activos en un espacio tiempo que no corresponde al nuestro y que por lo tanto no podemos comprender.


LAS MONTAÑAS

Como gigantescos seres se levantaban ante mi bordeando el sendero y miraba sus rostros de piedra y tierra, sus cabelleras de bosque, sus venas de ríos y cascada, la tierna caricia del viento espacia el aroma refrescante de sus diversas plantas, escuchaba su voz en el trinar de pájaros, en el torrente del río, en el estruendo de las cascadas, en el silbar del viento corriendo por sus laderas y en lo alto admiraba el brillo de las luces del cielo que formaban un halo resplandeciente, eran en verdad algo imponente, la dimensión que abruma, el espacio que se antoja para explorar y satisfacer la curiosidad del hombre, la geografía que impulsa a un esfuerzo incesante, al impulso para vencer y alcanzar la cumbre y desde ahí observar extasiado el inmenso espacio que parece no tener limites en el cielo y en la tierra, entonces sin pensarlo siquiera, se siente que Dios existe, que todo ese maravilloso espectáculo no es mas que una pequeña demostración de algo mas grande e incomprensible para el hombre, el alma se llegan de gozo, la mente se pierde entre el abrumador complejo de lo existente, en el espacio infinito de los pensamientos que se multiplican sin descanso hasta el día en que para siempre se cierran nuestros ojos. 




EL CAMINO

No puedo presumir de haber caminado por donde lo he deseado, mas bien la vida me ha llevado por diferentes senderos, nuevos parajes, diferentes pueblos, gente de diversa cultura, mares, lagos, ríos, montañas, inmensos campos de cultivo, bosques frescos, desiertos donde la vida es dura, llanuras donde la vida transcurre lentamente, ciudades desquiciadas por el ruido, el hacinamiento, la lucha instante por alcanzar los mejores lugares, la competencia inhumana, la depredación irracional que consume aun sin necesidad para hacerlo.  

He visto la sencillez de la vida en el campo y la complejidad de las grande urbes, las ambiciones desmedidas de los ricos, los modestos deseos de los pobres, asistí a reuniones de gran lujo, a las festividades de los pueblos, al jolgorio de los ranchos, al carnaval desenfrenado den algunos puertos y vi en todos esos lugares la inquietud de la gente por encontrar algo que les hiciera felices, nada parece llenar el vacío en sus espíritu, tiene sed y hambre en su alma, no se aplacan sus deseos continuos que pretenden en el placer efímero del sexo , el alcohol, las drogas encontrar alivio, pero no se percatan que tienen dentro de si mismos la efectiva flama que ilumine su destino, solo tienen que mirar dentro de su espíritu con calma, descifrar los símbolos sagrados escritos con nitidez en en cada parte de su cuerpo, la vida no es un enigma indescifrable, esta detalladamente con nitidez plasmada en cada detalle, su inmensidad, complejidad, su continuidad, pueden ser captadas en cualquier parte, el destino de cada hombre tiene un símbolo divino que debiera ser respetado, llevarlo por los caminos donde ha de comprender que hay mas que un simple sabor en los frutos o un color o fragancia en las flores, que el conjunto de todos los seres es la manifestación de algo que no se puede comprender pero ha generado tanta complejidad y belleza en el infinito universo. 







LA TORMENTA


Cuando la tormenta llega el rugir del viento y la lluvia precipitada en grandes cantidades hace presentir que la vida depende de fenómenos grandiosos mas allá de las simples vanidades de los hombres.

JuanAntonio Saucedo Pimentel