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viernes, 12 de febrero de 2021

Desde las cavernas a la robótica

De la edad de piedra a la actualidad 


El Homo habilis , el Homo sapiens, el Homo tetra bytes, la evolución continua, pero por alguna razón deja siempre vestigios de lo pasado, permite la combinación de diferentes procesadores, con capacidad de almacenamiento y velocidad de respuesta distintos, donde no todas las aplicaciones actuales se pueden llevar a efecto, pero se permite especializarse en alguna en particular, de pronto, de manera espontánea salta un cambio evolutivo que da origen a lo que denominamos genio, este tipo de individuo proporciona pistas sobre desconocidos algoritmos y cambia la forma de procesamiento en una o varios campos de la vida.  

Estoy definiendo la capacidad cerebral de los humanos a partir de un lenguaje que hoy es bien conocido y que hubiera sido imposible de entender para nuestros antepasados de hace mas de un siglo, incluso en épocas mas recientes, pocas personas comprendían lo que era un procesador, mucho menos hubieran imaginado lo que hoy con tanta familiaridad manejamos en internet, bluetooth, Wi-fi, en el celular, es sencillamente increíble lo que avanzo la tecnología en los últimos cincuenta años proporcionando herramientas para la comunicación, para la ciencia, para la educación y en general para la mayoría de las actividades que realizamos, de tal forma que hoy en día dependemos en gran parte de esas poderosas herramientas para el funcionamiento de la sociedades en su conjunto. 


El siguiente paso ya esta dado, la robótica remplaza a los seres humanos en muchas actividades, no es de extrañar que cada vez son mas los desplazados  por maquinas robots que garantizan una mejor producción en cantidad y calidad, sin que se tengan conflictos laborales, lo cual significa mayores ganancias para quienes tienen el capital necesario e invierten en esta clase de empresas. 

Necesariamente el hombre se tiene que adaptar a las nuevas formas de vida, a las exigencias que determinan quien a de subsistir, de tal forma que el registro de técnicos aumenta, la formación educativa se dirige hacia una capacitación que garantiza la incorporación al sector productivo con una serie de elementos básicos en la ciber estructura, en la informática, la robótica, el ciber espacio donde se han de efectuar toda clase de operaciones que garantizan la continuidad de los grandes proyectos espaciales, pero también de cambios a nivel global para revertir el daño al planeta, devolver a la naturaleza algunos de los niveles apropiados para la vida. 


En el peor de los caso, si no tuviéramos la capacidad para revertir el daño a la tierra y la contaminación nos llevara al punto de grandes catástrofes ambientales, de fenómenos naturales extremos que causen gran mortandad, destrucción de todas esas estructuras que nos parecen maravillosas, pero que difícilmente se pueden mantener bajo esquemas de falta de energía o sin el mantenimiento adecuado por falta de individuos que lo sepan realizar; en ese caso, seguramente entraríamos en una nueva etapa de adaptación, el hombre al igual que las otras especies que habitan el planeta tiene esa capacidad, es lo que garantiza la supervivencia, es lo que determina la continuación de la especie.   

El hombre del futuro podría ser mas parecido al hombre del tiempo de las cavernas en cuanto a las actividades que llevaría a cabo en su  existir, recolectando de entre los escombros aquello que le fuese útil, luchando entre grupos tribales por un territorio donde existiera agua u otros elementos codiciados, explorando el entorno, sembrando y cosechando, criando animales, incluso perros para comer, porque al paso que vamos pocas de las otras especies van a sobrevivir. 


Seamos optimistas y pensemos que vamos a salir adelante, que los nuevos seres vendrán con mayor capacidad para resolver los múltiples problemas y que el planeta será un lugar donde se podrá vivir de manera digna por otros cientos de años. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel 




sábado, 6 de febrero de 2021

EN TIEMPOS DE PANDEMIA





En tiempo de la pandemia


En el año de dos mil veintiuno viviendo entre gente que tenia muchos dineros y se les daba de fácil comprar lo que deseaban para guardarlo durante algún tiempo y después dar con ello al basurero, entre desorden y corrupción sumando las muchas y malas adicciones,  me di cuenta que estaba pasando lo mismo que aconteció cuando los españoles le hicieron la guerra a los nativos de Tenochtitlán, la gran ciudad de los mexicas que bien ganada tenia la fama de ser de las mas bellas de cuantas ciudades existían en la tierra en ese tiempo por estar rodeada de agua y ser tan limpia y bien trazada que daba gusto caminar por esas calles donde se levantaban edificios de piedra pintados de blanco y rojizo color, dando al señorío la imagen de un pueblo con cultura y acomodo para tener buena higiene y abundante alimento, que de hambre no se sufría ni de enfermedad  porque sus chamanes conocían el efecto de muchas plantas y semillas, de diferentes formas de curar con aguas y aromas, masajes o con el poder de la mente, que ya entonces se tenia por bien conocido que se puede influir mediante distintos medios al sentirse bien o mal según lo deseado; pero no en eso donde me he detener, sino el el mucho mal que les aconteció a esas gente cuando el virus de la viruela contagiado  por los españoles les causara mas muerte que mil hombre capacitados en el uso de armas y un centenar de cañones, tal fue la mortandad que se extendió por el territorio sin que se pudiera hacer nada para detener el mal y que de haber existido el medio no se hubiera utilizado porque era consigna conquistar el imperio Azteca y hacerse de sus tesoros, esclavizar a los pobladores o terminar con sus vidas siempre con la justificación de convertirlos cristianos.


Siglos han transcurrido y hoy con otro virus se vive la misma historia, pero aumentada de acuerdo al registro de los muchos pueblos y habitantes que existen por el mundo, se ve la muerte de millares, la desesperación de los pueblos que inútilmente claman por el medicamento que ha de salvarlos y se escuchan lamentos, se desata la violencia, el desorden, las reclamaciones de quienes no pueden poner resistencia a un enemigo invisible que les acecha y ataca en el momento menos esperado de nada sirviendo la riqueza, el poder o fama, porque la muerte no distingue y se carga lo mismo al señor que al siervo, al obrero que al empresario.


Se ve la llegada de una esperanzador retorno a la normalidad con el aviso de producción de vacunas, se anuncia la estrategia para iniciar la vacunación masiva, el esperado remedio anima a los pobladores de este mundo sin que ello haya cambiado mucho el rumbo de sus egoístas intenciones que han sembrado tanta destrucción durante la Historia.

 

Como personas ambiciosas, educadas en la competencia continua seguiremos conviviendo a palos y dentelladas, dando puñaladas por la espalda y acabando con quien sea mas débil  “es la ley de la selva” dicen quienes manejan las finanzas y se ufanan de saber de como el capital se aumenta en las inversiones mientras se unen a los políticos corruptos, se alían  con los rufianes de grandes mafias controladores del submundo de las drogas, la trata de blancas, la pornografía, venta de armas o los casinos que devoran a quienes como niños se dejan engañar por la promesa de ganar rápidamente fortunas, que hoy crece especulando con medicina, tanques de oxigeno, todo aquello que de alguna forma propicie algún tipo de alivio y aunque no hay mucha honra en ello como tampoco lo hubo en la conquista del continente que hoy llamamos America, porque mucho millones de originarios de estas tierra murieron sin comprender la razón de ese afán de buscar el oro o de hacer esclavos, he de decir que sin hacer mucho esfuerzo para meditar sobre el asunto, somos iguales en el hoy que en el ayer, porque no tenemos compasión de nosotros mismos ni somos capaces de comprender la O por lo redondo. 


De mi narración no os aseguro que sea la mejor ni que han de encontrar la formula para ser hombres de bien o mujeres de altos principios, leer no proporciona algún elixir mágico sin el firme propósito de actuar para llegar a mejor puerto, que si hoy estamos caminando por inciertos senderos y la pandemia nos ha puesto mascaras en el rostro, eso no ha de defendernos de nuestros propios demonios que sigue afectando el proceder diario haciendo que la vida sea un infierno y la paz una ilusión que nunca alcanzamos. 

Mi narración ha de proporcionar motivo para la reflexión y para dudar de lo que se hace y lo que se ha dejado de hacer para mejor de este planeta, de lo que ha de acontecer si seguimos por el mismo camino siguiendo a los ciegos, a los desquiciados, violentos, ambiciosos, obstinados que creen saber cuando la ignorancia les viste de pies a cabeza. 

Que si hoy no es la codicia por el oro lo que nos mueve, ha de ser el litio o el agua, pero la guerra no ha de terminar y la gente seguirá sufriendo y muriendo mientras no de tregua a sus malos instintos y deseos sin freno, que bien lo han dicho los grandes iniciados, ahí en nuestro deseo se encuentra el origen de nuestra pena. 


Antes de seguir adelante, no quiero ser descomedido y dejar de poner en alto a quienes son digno hombres y mujeres trabajando por el bien, que son ellos los que equilibran la balanza y hacen funcionar aquello que es menester para la buena ordenanza de las comunidades y la buena provisión de cuantos se requiere en los cuerpos y en la mente, que son ellos los que dan esperanza, mantienen la flama del espíritu encendida, la del buen juicio guiando a los muchos que siendo pobres no dejan de trabajar ni de hacer sus tareas de buena manera. 

El campesino cuando siembra y recoge cosechas, quien le asiste al  trasportar el producto, quien lo comercializa, el que con sus manos hace aquello que es necesario para la vida diaria, el que diseña para mejoras, los que se afanan en aprender para dar mejor resultado, el que bien vigila, el que no se pierde en los vicios ni se deja llevar por los efímeros placeres y honra a su familia, a sus amigos, a su país, actuando con rectitud , haciendo su mejor esfuerzo para regalar felicidad, es motivo de esperanza y de honor.


Desearía ahondar mas en estas y otras reflexiones, pero no tiene caso porque cualquiera sabe quienes son los que trabajan y quienes los que explotan y se dicen señores ostentando poder, riqueza, fama, que no por ello dejan de ser tan humanos y mortales como los que consideran sus vasallos, sin que ello merme en lo mas mínimo lo que se es y lo que no, porque a buen entendimiento pocas palabras y ahora me tengo que retirar porque estoy cansado y lento por los años que ya me pesan, muchos son y bien vividos, ya en la ultima etapa sin entender aun que jodidos es este juego de la vida. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel 


POR AMOR


 



Nos convertimos en exploradores, en experimentadores, en conquistadores de un cosmos donde solo existía la pasión y el amor formando galaxias de placer, sinfonías que deleitaban los sentidos, transformaban el tiempo y el espacio en dimensiones confundidas entre lo efímero y la eternidad. 


Fueron tiempos de total libertad para demostrar que el amor era generador de belleza, de sublimes obras que dos seres fundiendo sus almas, sus pensamientos, sus corazones en concierto de oraciones escritas con caricias, con besos apasionados, risas, gemidos, el empapado fuego prendido con frenéticos intentos de alcanzar un extasíe perdido en sus propios inicios, originado en el infinito universo  del  suave rose de la piel y el terso viaje por la dicha pintada de noche o de día, de cualquier hora sin minutos, sin deseo de medir o configurar un verso escrito en las estrellas o en la figura de un cuerpo desnudo que se entrega sin restricción alguna. 


Fuimos niños inocentes descubriendo la vida, caminado, volando entre los sueños, a fantasía, la realidad que invade los momentos, que origina pensamientos proyectados en todas direcciones, en argumentos configurados sin limitaciones, dejando que las emociones y los sentimientos marcaran el rumbo en un viaje que se hizo eterno dentro de un sueño profundo que pintaba la realidad con hermosas tonalidades de brillante colorido y formas nunca antes realizadas, fueron las risas y los cantos, la música de nuestros propios corazones, el ritmo del sentimiento que se hace movimiento, en pretendido desliz dando motivos para seguir continuamente en el mismo juego, en el mismo paisaje que se transforma conforme se adopta la posición adecuada, mientras se susurran dulces poemas en silencio y se escribe en el blanco de la piel con tinta invisible el verso,  la oración que agradece a Dios la oportunidad de haber llegado a este punto en el que se reconoce que hay mas de la vida cuando se encuentran dos almas con la intención de ser instrumento del amor, de la pasión, de la fulgurante inspiración que lleva a no terminar jamas de explorar los confines del propio universo. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel