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El Gran Libro

El Libro Cuando nació la idea de escribir fue como la tormenta que de pronto aparece en el horizonte anunciando con relámpagos y truenos...

jueves, 19 de noviembre de 2020

El gran tesoro

Antonino y el tesoro 


El abuelo le contaba historias a su nieto para que reflexionara sobre lo que es importante en la vida y con debe de comportarse un buen hombre, una de esas historias trata de un tesoro perdido en las grandes montañas que rodeaban su pueblo, según cuentan, decía el anciano, hace muchos años vivió en este pueblo un hombre que era muy ambicioso, siempre deseaba mas y no paraba en hacer cualquier tipo de obra si con ello conseguía aumentar su riqueza, la gente no lo veía bien porque se sabía que había desposeído a desesperados paisanos de sus tierras y animales prestando dinero a muy alto interés, sabedor que estaban pasando por circunstancias difíciles les hacia firmar documentos que eran muy difíciles de pagar y de ese modo se hizo de grandes extensiones de terreno, mucho ganado, casas que luego les rentaba a los mismos que se las había quitado, en fin, era lo que podemos llamar un hombre egoísta, codicioso y mal vecino que conforme aumentaba su riqueza su corazón también se hacia mas duro.


En una reunión de vecinos se quejaban de sus malas obras y un viejo que escuchaba en un rincón les dijo que el sabía como podían hacer que el se alejara de su pueblo durante un tiempo, tal vez para siempre, todos pusieron atención a sus palabras y le preguntaron que cual era la forma de lograr tan deseada acción, el viejo rasgo su viejo saco que le cubría y pidió que le dieran un lápiz o algo con lo que pudiera dibujar sobre el trozo de tela. Una vez que lo hicieron, dibujo una montaña, un árbol torcido, tres rocas, dos muy redondeadas y una puntiaguda en el centro, después hizo una especie de culebra aclarando que era un arrollo y después puso algunos símbolos extraños, miro con cierta burla a los que le rodeaban atentos y les dijo: aquí esta su solución, Como es eso preguntaron en coro, muy sencillo, hagan correr la voz que tengo en mi poder un mapa del gran tesoro de la montaña, que soy un viejo que ha vivido en esos lugares, que he pagado mis alimentos con una piedra preciosa y que aseguro que hay miles como esa en un sitio que solo yo conozco, pero que , después de unas copas he mostrado el mapa que traigo en un pedazo de tela.  Yo andare por este pueblo otros dos días, les aseguro que antes de partir el ambicioso vecino ya tendrá en sus manos este trozo de tela, su codicia le hará partir pronto en busca del tesoro, solo les pido que a cambio me den alojamiento y alimento durante este tiempo. por supuesto que todos estuvieron de acuerdo, le dijeron que podía quedar cómodamente en casa de un vecino que vivía con sus dos hijos y su esposa en una casa grande donde no le faltarían atenciones y alimento. 


Tal como lo había predicho el anciano, el ambicioso vecino al final del primer día que se entero de que había un viejo con un mapa para encontrar un gran tesoro, se acerco a la casa donde estaba hospedado con una gran botella de buen vino e invito al viejo a brindar con el por su buena fortuna, cuando le vio ebrio le hizo la oferta de cambiar su mapa del tesoro por una casa con su terreno para sembrar, pero el viejo se rehuso, entonces subió su oferta, la casa, el terreno y dos vacas, el anciano se rehuso diciendo, te lo voy a dar por eso que me ofreces mas la mitad de lo que encuentres, te aseguro que es suficiente para hacerte inmensamente rico, yo estoy viejo para hacer el viaje, pero tu lleva suficientes provisiones para cuatro días de viaje, dos tardaras en llegar, cargas las mulas con lo que encuentres y regresas, aquí estaré esperando para que cumplas con el trato, esta familia que me ha acogido es testigo que se ha de hacer como hemos dicho, se dieron la mano y el viejo entrego el pedazo de tela que con gran jubilo tomo el ambicioso hombre que sentía que su corazón saltaba de gozo. 


Partió a la mañana siguiente con sus mulas cargadas con alimento y agua para los cuatro días y se fue a las montañas, fue la ultima vez que lo vieron, porque tal como se imagino el viejo cuando llego a las montañas cegado por su codicia fue buscando cada uno de los puntos señalados en el mapa, encontró dos  y eso le hizo creer que estaba sobre la pista adecuada, para cuando encontró el tercero ya había consumido los cuatro días de provisiones, pero sabiendo que estaba tan cerca de su objetivo siguió avanzando hasta que se perdió en los inmensos bosques de las montañas y dicen que si llego a la cueva donde estaban el tesoro, pero que era tan inmenso que ese hombre se volvió loco y no deseando que nadie le pudiera quitar lo que consideraba solo suyo, se quedo ahí para cuidarlo siempre, lo cual no sería extraño sabiendo como era esta paisano, por eso te digo Antonino, la ambición también debe ser controlada y la disposición a convivir bien con los vecinos es mejor que un tesoro que no sabes que daño pueda causarte. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel 


sábado, 14 de noviembre de 2020

 


  

De la incertidumbre a la seguridad 

 



    cuando pensaba que moriría en cualquier instante, el viejo jardinero sonreía, como si le alegrara el tener aun algo de que sorprenderse, la vida es así, se decía para si mismo, un cofre de inesperados sucesos, cada paso que damos nos conduce a un incierto destino, no podemos predecir ni lo que puede suceder en el próximo minuto, mucho menos lo que la vida nos depara en la sucesión de años que existimos entre el nacimiento y ese fin al que denominamos muerte, sin saber con exactitud que hay en tan singular suceso, en el que al parecer desaparece la energía, la chispa, el calor, que mantiene el cuerpo y la mente activos, es algo que no parece tener sentido desde el punto de vista humano, porque ningún esfuerzo, éxito, reconocimiento, riqueza o poder extiende el plazo definido para un fallecimiento. Es como una sentencia que no se puede cambiar bajo ninguna circunstancia ni con algún recurso, simplemente se deja de existir.


Esto debiera hacernos recapacitar sobre lo poco que importa el obtener riqueza o poder, porque al final han de padecer su perdida y entre mas apegados estén a las cosas de este mundo, mayor será su dolor.  Tal vez lo único que sirve al final es saber que se llega con la conciencia tranquila, sabiendo que se hizo mayor mal y se busco siempre hacer lo mejor, aun cuando no se haya podido evitar el cometer errores, eso es un riesgo cuando se intenta hacer algo, cuando se desconocen las consecuencias, si lo supiéramos seguramente nuestras acciones serían diferentes. 


El jardinero desvió sus pensamientos para reflexionar sobre las posiciones que supuestamente el hombre obtiene en su vida y se dijo: es solo un espejismo, una ilusión que se desvanece ante la evidencia de que solo poseo aquello que puedo utilizar, disfrutar, incluso destruir, porque todo aquello que esta fuera de mi control y de la posibilidad de que yo lo disfrute solo es una referencia que me hace creer que es de mi propiedad, hay quien jamas pisa las tierras que se consideran suyas, quienes no pueden visitar sus fincas o navegar en un yate que atracado durante años se ha desgastado por el continuo cuidado de quienes realmente lo han habitado y que no se consideran sus dueños, he visto señores que decían tener esposa e hijos, pero vivían solos porque los negocios y otras actividades le mantenían alejado constantemente,  algunos murieron en la soledad y otros, aun cuando retornaron, no fueron recibidos con muestras de amor, sino mas bien como una incomoda visita que rompía la establecida rutina. En fin, que creemos ser lo que no somos, poseer lo que no es de nuestra propiedad, dominar lo que esta fuera de nuestras posibilidades, porque ni siquiera somos capaces de controlar nuestras emociones que algunas veces se desbordan y nos conducen a peligrosas situaciones, pero de alguna forma, todo eso es parte de la vida de un hombre, sus creencias, sus acciones, pensamientos, emociones, ilusión o realidad se confunden en las referencias que dan a la existencia su contenido original, el distintivo que nos hace creer que la vida es magnifica con toda esa variedad de elementos que no son propiedad personal, pero que lo consideramos nuestro, incluso al mundo, le decimos que es nuestro mundo, cuando que somos nosotros los que le pertenecemos como parte de su composición que se transforma constantemente sin que podamos detener o pausar las actividades naturales, donde la vida y la muerte son parte esencial, donde el vivir de un hombre es parte de ese proceso de transformación y cada intervención es importante aportando sus positivas o negativas acciones, quien al final determina que fue bueno o malo es el resultado, la consecuencia que, como otros procesos, no esta bajo nuestro control, ni somos quienes han de ser los jueces calificadores o parte del jurado, somos integrantes del elenco que actúa en la gran obra cuya finalidad desconocemos, como todo lo importante del universo, incluyendo nuestra propia existencia. 


Mientras veo crecer las semillas que hace algunos días puse sobre la tierra, me admiro de la rapidez con la cual se desarrollan y adquieren su forma, color, aroma, su adaptación al medio, la fuerza para resistir viento, temperatura y su habilidad para escapar de aquello que les perjudica, como puede ser la sombras o la competencia con otras plantas, parece sencillo, normal, pero es un complejo sistema que se ha desarrollado para garantizar su existir, del mismo modo, el del hombre esta diseñado por miles de años en los que se fue afinando cada detalle para hacernos resistentes a lo que es la naturaleza, de tal forma que hoy vemos su fuerza y su grandeza como algo que podemos dominar, aunque no es del todo cierto, eso nos da oportunidad a ser optimistas, ver la vida como algo que podemos enfrentar y ganar en sus diferentes propuestas, lo inesperado se añade a los nuevos datos, la incertidumbre es solo uno mas de los factores que se tienen que dominar para seguir adelante. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel 


martes, 10 de noviembre de 2020

UN ANCIANO Y UN BB

Un bb nació a las ocho y media de la mañana, aun no puede abrir los ojos, se siente incomodo, algo le ha lastimado y llora por primera vez con un sonido que anuncia su llegada al mundo , sus padres están emocionados, la familia se alborota sin atender al anciano que en un rincón de la casa también ha notado tenue el llanto de un nuevo integrante de la familia, de esa gran familia que el ha formado con amor , lo cual implica trabajo, responsabilidad, apoyo, dedicación, pasión, muchos tropiezos, momentos de satisfacción, días y años de esfuerzo levantando una casa que se convierte en hogar y las luchas constantes para sobrevivir en un mundo exigente que cambia y que lo mismo ofrece oportunidad o acaba en un instante con los sueños, pero el abuelo ya de eso no entiende, su mente se va quedando en blanco, como la del bb recién nacido, ya no recuerda ni el nombre de sus hijos ni cuantos fueron en total, aunque sabe que hay varias mujeres y varios varones, algunos que se han ido a otras tierras, los que se murieron en las guerras, en las inundaciones, en los terremotos y los que siguen vivos sin que le hagan mucho caso, simplemente lo alimentan y le dan abrigo para sus huesos cansados que ya no le sostienen para caminar, ni siquiera puede hablar con fuerza porque se cansa mientras espera la muerte como un alivio a sus padecimientos, pero ella como una gran dama se hace la interesante, no se aparece cuando el le llama, aunque si da señales de estar cerca, muy cerca.

El anciano ve por la ventana el fresno inmenso que sembró hace años, su sombra ahora le protege de la luz directa del sol y en sus ramas los pájaros saltan, trinan, hacen nidos, pequeños refugios donde se reproduce el milagro de la vida, el lo ha presenciado tantas veces , siempre con la misma admiración, es increíble como pueden salir tan bellas aves de esos huevos que son depositados como si fueran semillas venidas de otra dimensión.

El viejo algunas veces ha pensado en cuan afortunados son los hombres y mujeres que tienen oportunidad de ser parte de la fiesta de la vida, de estar en un mundo con tal diversidad de seres, de paisajes, con los sentimientos, emociones, pensamientos que no se sabe de donde provienen dando sentido y confusión a lo que se hace y se deja de hacer simplemente porque las ocasiones lo impiden o dan la oportunidad, es interesante la vida, se dice el anciano para si mismo, ahora ese bb en la cuna no sabe lo que es la vida y yo que estoy a punto de morir tampoco lo se, aun cuando he vivido, cuando he experimentado muchas cosas no se que es la vida, porque existo ni para que he de morir, que caso tiene existir y ser parte de este universo que se transforma cada instante, no comprendo la razón de mostrar tanta belleza y ser parte de esta maravilla para después dejar de existir nada mas, simplemente, para dejar espacio a los nuevos seres que llegan de alguna parte, no de sus padres, sino de algún lugar donde tal vez se entienda cual es el propósito de dar vida y de propiciar la muerte. 


El bb exige atenciones desde el primer instante en se percibe su existencia, ha de crecer bajo el cuidado de muchos y ha de luchar por sobrevivir soportando las condiciones de un mundo que ofrece mucho y exige mas, es un mundo de oportunidades de trampas, de violentas tempestades y momentos de placer, un mundo que los humanos intentamos cambiar simplemente porque nunca estamos conformes con lo que somos y tenemos, tal vez porque no comprendemos ni la O por lo redondo, presumiendo de ser inteligentes cuando las evidencias demuestran lo contrario, tal vez me convertí en un viejo amargado, pero no fue por inducción, sino por convicción, he vivido suficiente para ver que en la gente existe lo bueno y lo malo, que hay una lucha interna en cada hombre, un deseo de alcanzar la perfección, un impulso a la auto destrucción, algo incomprensible, que sentido tiene ser o no ser, no como cuestionamiento, sino como un argumento para discutir internamente durante todo el camino que conduce a un final ineludible.


Escucho el llanto del bb a lo lejos y sus pensamientos se interrumpieron, atento al balido de su bisnieto se sintió satisfecho de lo que había logrado, por lo menos alguien se acordara de mi, se dijo, tal vez alguno sea como yo, un soñador que hizo un libro con las paginas en blanco y una historia sin personajes, que narro sus aventuras en las noches oscuras en silencio, se hundió en los océanos de su universo interno y lucho por no ser cuando todos exigían que fuera. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel