El hechicero
Durante una de las reuniones que realizábamos los fines de semana en algún cafe con los amigos y amigas de la infancia, invitaron a un personaje que lleno el ambiente de una magia que desconocíamos que se podía realizar mediante el uso de la palabra, únicamente con el lenguaje nos transporto a lugares y a tiempos que en instantes se transformaron para hacernos sentir como si viajáramos en una cápsula transparente, en una burbuja que flotaba en universos de filosofía, de historia, de placeres, tragedias, triunfos ,fracasos, románticos encuentros, desilusiones o sueños sin que pudiéramos definir donde se terminaba uno y donde se iniciaba el siguiente en una danza constante de verbos, de vocablos que se iban tejiendo para darnos semblanzas de panoramas con matices de locura, con escena dramáticas, en un diluvio de anécdotas, referencias con personajes que llegaban desde cualquier parte de la tierra y de todos los tiempos trasponiendo unos a otros, rompiendo esquemas donde los mismo podía aparecer Diogenes, Descartes, Breton, Nezahualcóyotl, San Agustin, Dalí o cualquier otro que se adaptara a la narrativa dialéctica que a torrentes fue llenando el recinto hasta lograr que estuviésemos atentos como si se tratara de un espectáculo del que no deseábamos perder el menor detalle, el personaje en cuestión no dejaba de gesticulad, de alborotar con su entusiasmo al repetir frases celebres, traer a la memoria los grandes logros humanos, la constante y fragorosa lucha por la supervivencia hasta llegar a la conquista de los espacios, a los posibles viajes interplanetarios, la era de la robótica, de la comunicación instantánea a distancia, el posible control sobre el envejecimiento, la maternidad selectiva, el comportamiento del hombre manipulado con elementos científicos , una posibilidad que se avecina con su peligro latente y la asombrosa carrera que se libra para salvar al mundo de la aniquilación total de la vida por la utilización indiscriminada, irracional de aquello que producen las cadenas biológicas que hemos roto en nuestro afán de conquista como lo hicimos con los panteones de lo indígenas y de sus costumbres, sus conocimientos perdidos entre ruinas de piedra de las cuales las pirámides fueron testigos y de donde vienen los eternos lamentos por no haber conservado ese acervo cultural que no solo en la biblioteca de Alejandría fue quemado, sino en cada rincón donde la barbarie se hizo patente y la locura se impuso a la prudencia, dejando rastros de maldad disfrazada de religiosas defensas, de impulsos renovadores, del posible cambio que jamas fue otra cosa que la repetición exaltada , modernizada de la guerra y el desprecio a la vida, de la auto destrucción que corre por las venas y se anida en las almas de quienes se dicen humanos, de los que hoy levantamos como estandartes de grandeza la tecnología y la ciencia, presumiendo una compleja red de continuas intrigas entre los que creen en el poder y la gloria como algo indispensable para la felicidad y los que ven con indiferencia la verdad y la mentira, siendo los mas, los que no entienden la O por lo redondo, ni desean entender cual es la diferencia entre el ser o el tener, entre el amor y el placer, entre los sentimientos y los sentidos, porque lo mismo da un algoritmo que altere los comicios, que una exquisita comida en algún restaurante de la zona exclusiva , el eterno dilema del ser o no ser, de la existencia que se ha escrito con relevantes sucesos, entre los desiertos y la tundra, la selva y los glaciares, en las altas montañas, en los mares, siendo el hombre quien dicta las normas, rompe las leyes naturales, se aferra a sus ideas, las defiende, las graba en murales, en libros que se han acumulado por siglos sin que sean referencia para cambiar los efectos, el comportamiento sigue siendo el mismo, somos el compendio de errores y aciertos, en la diversidad de un cosmos construido por nuestras mentes casi siempre enfermas, pocas veces alcanzando los grados divinos, que al final despreciamos y condenamos a quienes se acercan a estos buscados destinos de la iluminación del espíritu, cosa que aparece como una comedia entre las múltiples tragedias que se viven cada día en cada espacio de un planeta minúsculo entre la inmensidad del universo donde flotamos sin conocer el rumbo, sin saber cual es el destino, en el olvido de lo que es importante, la ley de lo inesperado, la incertidumbre que ha imperado porque no somos los arquitectos de la naturaleza ni quienes dictan como se han de comportar los elementos que componen un cosmos que es independiente a nuestros deseos pero que hemos llegado a convertirlo en parte de nuestras alegóricas composiciones mentales en las que nos hacemos participes de la creación, inventamos dioses, los adaptamos a nuestros caprichos, manipulando a conveniencia cultos, destruyendo a los que se oponen a las interpretaciones de quienes tienen el poder aunque después los calificamos de mártires y nos alarmamos por la inquisición ,holocaustos que de distinta justificación se han realizado para demostrar cuan inmensa puede ser la estupidez humana dentro de su encuadre de seres racionales presumida y extendida sin atender a las evidencias que demuestran lo contrario, porque como lo han expresado los defensores de los derechos fundamentales, la libertad, la felicidad, la sabiduría, la bondad, la verdad, se perdieron en algún camino del laberinto formado por nuestros deseos y la ambición enferma que degenero al punto donde solo por algún proceso sesgado, inadvertido, se puede gozar de la posibilidad de exhibir lo que permanece oculto para la gran mayoría llenando los espacios de asombro, de terror muchas veces, pero siempre retornando al principio del soy y existo, en donde se manifiesta el deseo de continuación, de evolución pensante transfiriendo a la materia y la energía la consciencia, la facultad de conocer, de comprender algunas partes esenciales de lo que es vivir o de lo que entendemos por ello en contraparte a la muerte que siempre esta latente en nuestras acciones, en el diario caminar que nos acerca a un final que se inicia desde el nacimiento, tal lo entendieron desde el principio de los tiempos aquellos que veneraban a los dioses de las sombras, de lamerte que no admite disculpas y siempre cobra su parte en cualquier ser que ocupara un lugar sobre la tierra.
Del genero a la degeneración, de la participación a la indiferencia y del proyecto a la destrucción no hay mas que simples clasificaciones de un mismo contexto histórico escrito con sangre y con muerte que origina nuevos brotes de vida con sorpresas increíbles por su belleza, magnitud, complejidad, que se puede encontrar en una flor o en las galaxias, que esta presente en el espacio reducido de la mente humana capas de crear universos, contener infinitos cosmos de creatividad que algunas veces es arte y otras un desastre que alcanza dimensiones demenciales que, desde la lejana perspectiva no parece una tragedia, sino una comedia que divierte a quienes tienen la voluntad de buscar los graciosos aspectos de un devenir donde la gran familia humana se integra e intenta desvanecer su naturaleza para convertirse en algo que no ha definido con certeza y en alardes de grandeza se dice sabio o conquistador mientras se pregunta cual es el verdadero significado de Diana frente a Teresa, la que todos conocemos como la hermana, o Alejandro Magno frente a Diogenes que no necesitan mas referencia que sus nombres para saber que el poder y la humildad no se contraponen, son versiones distintas de una misma especie en la que puede ser mas importante saber quien es Mike Mouse que conocer alguna obra de Arthur Shopenhauer como representasen de la filosofía pesimista, Kalil Gibran como el poeta que expresaba verdades o Erich Fromm con su arte de amar que pocos comprendieron y muchos criticaron dejando que se perdieran los significados entre la euforia de los fanáticos al fut bol o a las luchas mientras Xaviera Hollander como gran prostituta publicaba sus memorias dando muestras de que sabía mas de la sexualidad que los doctores que dedicaron años a su estudio sin olvidar que ya en los antiguos tratados del Kama sutra se exhibía mucho de lo que en la intimidad se practica y en la comunidad se vive de manera hipócrita o con doble moral siendo un imperio de mentiras el que se ha elaborado mientras se vendían revistas de pornografía y hoy sigue siendo la gran empresa que mas paginas se busca en la red para satisfacer la curiosidad o buscar el placer visual que antecede a la excitación y la posibilidad de continuar con las fases que los monjes budistas intentan borrar de la mente repitiendo mantras en la advertencia que sus maestros han transferido por siglos repitiendo que el deseo es el principio de muchos males, un sendero que conduce a la degeneración espiritual , lo cual no importa mucho si tomamos en consideración que los que han permanecido aislados por generaciones no saben que existen esos temores ni que se hacen esfuerzos por alcanzar una iluminación, la cual no ha tiene mayor influencia frente a los grandes negocios de la trata de blancas o la prostitución infantil que tampoco es tema entre esas comunidades apartadas que viven de manera sencilla, sin la interferencia de noticias falsas, de promociones, participación política o interferencia cibernética, porque en esos sitios la vida se compone de elementos naturales como el procurarse alimentos cultivando aquello que es propio de su terreno, conviviendo de manera armónica con su entorno, gozando de la compañía de sus seres amados, del ambiente no contaminado y de la paz que se adquiere al no ser objetivos de los depredadores comerciales, de los que desean aplicar la destrucción como medio efectivo para ganar lo que han de perder sin duda con el transcurso del tiempo, porque lo único que es seguro es la muerte, sin que se encuentre la formula para detener el proceso degenerativo que acompaña a todos los elementos como indispensable en la renovación constante, en la transformación de energía y materia, en donde todo se interrelaciona y con el paso de los siglos el que ayer fue algo grandioso hoy es simple escoria o viceversa, menos radical pongamos, lo que pretendo exponer es la intrascendencia de motivos y argumentos dentro del marco de lo que se es y lo que se tiene, de lo que se pretende alcanzar a cualquier costo dejando rastros de locura, algunas veces provocando millones de muertes, dolor que se trasmite por generaciones, mutilación de ideas magnificas que se pierden entre las ruinas causadas por las guerras que son demostración de falta de cordura en una especie depredadora que acaba con cuanto encuentra a su alcance, incluso con su propio ser, en auto destrucción con drogas, alcohol, actividades extremas, sin refrenar sus impulsos, permitiendo que sean los silencios los que expresen las angustias, los males profundos que aquejan su alma, mientras grita, clama, se agita, proclama, ser alguien, con la esperanza de que se le reconozca, se le admire, un chispazo de fama puede dar significado a cuanto se hizo, eso es importante dentro de la ignorancia de la verdadera razón de existir, del destino o del principio donde se genero la creación de un universo imposible de percibir en toda su dimensión y complejidad aun cuando llevamos miles de años estudiando, escudriñando, inquiriendo constantemente que y porque ? siendo lo mas sencillo afirmar que “así debe ser” y prefiriendo formular que los dioses son los que determinan que somos y a donde vamos, dioses inventados desde el principio de los tiempos por el miedo, por la necesidad de encontrar una respuesta a lo que no tiene sentido en la estreches de la capacidad para reconocer la totalidad de los mensajes en el cosmos, luego entonces, dejemos que nuestro impulso nos lleve al final, eso es seguro, pero antes aprovechemos el instante de vida que tenemos para gozar de la fiesta de la vida, de sus maravillosas manifestaciones, del inmenso gozo de tener con quien compartir lo bueno y lo malo, bailar, escuchar los sonidos agradables de la música, tocar, acariciar, percibir el aroma de las flores, de lo que brindan los amores que hoy son y mañana también serán motivo de ilusiones, de apasionados versos, en el interesante juego de los sexos, de los misterios, las intrigas, los celos, la constante búsqueda de algo nuevo que alimente el fuego sagrado que arde en el universo interno de cada hombre y mujer desde que se reconocieron como complementos y se admiraron en sus diferencias atentos a la complacencia de ser compañeros en un viaje que siempre ha sido interesante, aun cuando algunas veces conflictivo, dando un significativo símbolo de amor a cada instante.
JuanAntonio Saucedo
