Parece tarea sencilla el presentar los argumentos necesarios para demostrar la estupidez de nuestra especie, la Historia Universal nos proporciona datos, evidencias, que no admiten refutación alguna, pero para quienes se atrevan a refutarlo, podemos exponer toda clase de ejemplos que van desde lo particular a lo general, que abarcan todos los tiempos; pero no perdamos el tiempo en una estupidez mas, sabemos la clase de seres que somos, no podemos ocultar lo que salta a la vista, la situación en que nos encontramos actualmente, consecuencia de toda la serie de estupideces que se han cometido desde nuestra aparición en el planeta nos demuestra claramente el grado de deterioro mental que padecemos, no es posible que hayamos contaminado ríos, mares, lagos, aire, tierra, con tanta displicencia y seguimos calificándonos de seres inteligentes, racionales, cúspide de la evolución.
En el momento en que iniciamos la conquista del planeta, marcando propiedades, ordenando de acuerdo a nuestro criterio, calificando, destruyendo, modificando, alterando cuanto se nos pegaba en gana, en ese mismo instante se inició la demostración de lo que somos y lo que no somos, esto es, dejamos suficientes huellas de nuestra capacidad de destrucción, violencia, maldad, en fusión con un deseo vehemente de ser mas, aunque no se comprendiera a bien lo que ello significaba, por lo que se buscaron distintos medios para demostrar la grandeza, el poder, la riqueza, entre los cuales el mas utilizado ha sido el de atacar a nuestro congéneres para dominarlos o asesinarlos, pasando muchas veces de ser el atacante a ser el atacado, de ser victimario a ser victima sin que hubiera mucha diferencia entre las formas que se utilizan en este tipo de acciones que determinan los constantes cambios socio políticos.
Demos una ojeada a lo que la Historia nos proporciona, no podemos fiarnos mucho de lo que ahí se narra porque ya sabemos que fue escrita por los vencedores, pero sirve para comprender lo que se ha considerado importante y lo que se ha dejado de lado durante siglos.
Entre el final de la segunda guerra mundial y el año 2010 se registraron 246 conflictos armados en 151 lugares de planeta, al apoyarnos en otras fuentes para saber donde se han efectuado conflictos nos percatamos del gran trastorno mental que sufrimos, de como nos auto destruimos al mismo tiempo que dejamos una estela de muerte y destrucción en la tierra.
Lista de guerras modernas
Contabilizar los daños, muertos, lisiados permanentes, heridos de gravedad, etc., es casi imposible, además de que solo nos serviría para complicarnos demasiado el trabajo cuando lo mas importante es resaltar lo absurdo de nuestro comportamiento, la falta de inteligencia para resolver nuestras diferencias, para reprimir la violencia, dar oportunidad al dialogo, al entendimiento de cuales son las causas y como se puede realizar el tipo de acciones que garanticen la paz.
Se ha intentado realizar estudios profundos de las causas de la guerra siguiendo distintas corrientes y por medio de especialistas en distintos campos, pero no se ha encontrado como predecir cuando va a ocurrir el siguiente conflicto y cual puede ser su magnitud. Lo cual es preocupante porque de una manera u otra nos afecta, sobre todo ahora que estamos tan enlazados en un comercio global, en las comunicaciones a escala mundial, en la proliferación de armas de alto poder destructivo, de tal magnitud que se puede extinguir la vida del planeta.
Esperemos que pronto veamos una actitud distinta en los lideres de las naciones, que se note que tenemos gente que no se deja llevar por sus impulsos, que nos demuestren su racionalidad y que no presuman la estupidez como algo que es digno de elogio.
Por lo pronto mantengamos en alto nuestro optimismo, hagamos lo posible por formar consciencia de lo que demostramos con nuestros actos violentos, los cuales son nada mas que destellos de lo que guarda nuestra naturaleza , que de humana tiene poco.
Tal parece que nos equivocamos desde el principio, hemos seguido una ruta en la que los enfrentamientos se han convertido en algo común, vemos la violencia, pretendemos resolver cualquier conflicto de la manera efectiva según nuestra interpretación, las consecuencias han sido devastadoras, sobre todo porque nos convertimos en seres que pocas veces podemos disfrutar de la paz, perdiendo nuestra racionalidad en el torbellino de las relaciones enfermas, en medio de nuestra estupidez que ha quedado mas que patente en los registros históricos.
Desafortunados los que no caen en esta categoría porque ellos sufrirán mas de la cuenta, cargaran sobre sus hombros y en su consciencia la verdad que abruma, que aniquila cualquier posibilidad de vivir como seres normales, para vivir en este mundo se necesita estar un poco o un mucho demente y para muestra tenemos los millones de adictos a diferentes drogas, al trabajo, al alcohol, deportes de alto riesgo, televisión, etc., en esta ultima podemos dar un amplio discurso sobre como ha sido utilizada como un medio de control social y una potente herramienta en la mercadotecnia, cientos o miles de anuncios se repiten día a día, programas en los que la violencia, la corrupción, la falta de valores, se presentan como algo normal, la delincuencia organizada tiene sus presentaciones estelares, los programas en los que se mantiene al espectador encadenado a historias en las que se mezcla el sexo, el consumo de drogas, el asesinato, la tortura, muerte violenta, como algo que es normal. También se juega con los sentimientos, se recurre a los trucos en los que el espectador se identifica con un actor o con una actriz a la que no consideran que esta actuando y siguiendo un guion definido, sino como una persona que esta viviendo momentos con los que se identifican plenamente porque se apegan a un estudio psicológicos de las reacciones humanas ante determinados eventos. El impacto que causa este medio de comunicación masivo es de lo mas destructivo, manipulador, motivador, desinformador, dando a los espectadores una serie de mensajes que al repetirse constantemente forman un tipo de comportamiento grupal, donde la mayoría actuara de acuerdo a lo inducido en la programación, llegando a formar seudo pensamientos, que se consideran como parte de la propia voluntad, pero que son producto de un estudiado formato para fomentar el consumo de ciertos productos o para apoyar campañas, inciar movimientos sociales, crear confusión o desinformar. De esto ya se han realizado suficientes estudios y reportes sin que se logre cambiar los formatos "por el bien de la economía y del orden social" otra mas de nuestras estupideces.
Viene la era de la robótica donde muchos de los trabajos que actualmente realizan seres humanos serán efectuados en forma mas eficiente, sin agotamiento, sin demandas laborales o ausencia por enfermedad u otras causas, abriendo mas la brecha entre los que tengan acceso a esa tecnología y los que no la puedan obtener, esto quiere decir, entre los muy ricos y los demás.
Ya se nos prepara con campañas a favor de esta forma de producción que supuestamente nos proporcionara mayor riqueza, tiempo de libre para dedicarnos a las actividades de mas nos agraden, un mejor orden social, con mas justicia, seguridad, felicidad. Se pinta muy bien el panorama, pero si ya tenemos graves problemas de falta de empleo, seguramente los robots y la cibernética desplazaran a millones de personas de sus puestos y los expondrán a un mercado donde solamente se empleara a personas calificadas, normalmente jóvenes recién salidos de los centros de estudios que sabrán sobre los últimos avances en la tecnología, lo cual ya esta sucediendo. Entonces ya no se ve tan claro el panorama a futuro, todo lo contrario, se entiende que las personas mayores cada vez tendrán menos oportunidad de competir en un mundo productivo de alta tecnología , siendo relegados a los trabajos de menor remuneración y con menos prestaciones. Esto también ya lo podemos notar.
Nos acercamos a una cifra de un millón de personas que se suicida al año en el mundo, mas otro tanto que no se registra como tal pero que tiene todas las características para calificarse como muerte provocada, ya que el realizar actividades de alto riesgo o consumir productos en cantidades que pueden provocar la muerte nos indica que hay una auto destrucción que no podemos calificar del todo inconsciente. Si lo analizamos profundamente, veremos que nos quedamos cortos al pensar que solo puede ser otro millón, en realidad la mayoría de las persona actualmente vivimos en ambientes de auto destrucción, participando activa o pasivamente.
Son pocos en comparación los que realizan esfuerzos por mejorar el medio ambiente, iniciando campañas en pro de la vida, inventando, investigando, creando aquello ha de proporcionar un medio de vida favorable a la paz, la justicia, la salud mental, esto ultimo tan importante en nuestras sociedades en las que aumenta rápidamente el numero de afectados por alteraciones mentales de distinto tipo, producto del caótico sistema en el que vivimos. En 2019 se estimaba que 970 millones de personas sufrían de algún trastorno mental, las estadísticas actuales nos dejarían pasmados, no quiero ser irónico, pero no es raro que estemos ya dentro del numero afectado, entonces podemos elegir entre ser estúpidos o estar locos. Existe otra opción que es parecida a la primera pero que se debe dar su crédito como una de las primeras expresiones que se convirtieron en un partido al cual se han ido afiliando todos aquellos que nos consideramos aptos para ser miembros activos y representantes auténticos. El PUP, partido único de pendejos, fundado en 1958 por Hermenegildo López Torres que entre sus sentencias mas conocidas esta la de que si todos los pendejos del mundo volaran no volveríamos a ver el sol . Creo que es una verdad que no podemos esconder.
Para los miembros de este partido es sencillo identificarse según su grado de estupidez, o pendejez en sus propios términos, así tenemos a los esféricos, que por cualquier lado que los veas son igual de pendejos, a los unísonos, pueden realizar varias pendejadas al mismo tiempo, los repetitivos, no se requiere explicación, los ignorantes, aun no se percatan de su pendejez, bueno tu puedes encontrar tu propio calificativo, obsérvate con atención , no mientas y puedes ser miembro del partido simplemente aceptando que eres un soberano pendejo.
Esto es lo mejor que tenemos los de nuestra especie, nos podemos burlar de nuestros errores, reír de nuestra torpeza, de la falta de inteligencia, de la irracionalidad con la que actuamos y de la presunción de ser la cúspide de la evolución, lo cual nos confiere el grado de pendejos cósmicos.
Es elemental y necesario dar una disculpa a los que no entren dentro de ninguna de la categorías que se nos confiere a quienes cometemos demasiadas estupideces, mil perdones, ustedes debe venir de otro planeta o viven dentro de una burbuja que los protege de la contaminación social, el influjo constante del conjunto de mensajes que recibimos a toda hora para convertirnos en seres que poco o nada nos queda de sensatos, racionales, humanos, mil felicitaciones si han logrado esquivarlos y se mantienen dentro de lo sano y perfecto.
Pero para quienes reconocemos nuestro grado de imperfección, ya tenemos algo ganado, ahora analicemos y veamos como podemos cambiar aquello que mas nos afecta, lo que nos esta conduciendo a un final miserable, indigno de quienes hemos presumido de ser inteligentes.
Aclarado y dadas las disculpas prosigamos:
La educación que recibimos, la misma que recibieron nuestros padres, nuestros abuelos, para convertir a un hombre o mujer en un ser dócil, disciplinado, obediente , en resumen, en un ser que sigue los lineamientos, que acata las normas, que no objeta lo que se enseña y repite las enseñanzas de manera puntual durante años y años hasta alcanzar los mas altos grados, el doctorado, alcanzado el éxito, esto es, la buena remuneración por sus servicios y conocimientos, las prestaciones que se otorgan a quienes dan muestra de haber adquirido y repetir e incluso perfeccionar lo que se califica de excelente, de ser los máximos representantes del saber, de las artes o de cualquier otra disciplina, sirviendo al funcionamiento de una sociedad en la que el principal objetivo es mantener una economía creciente, sana, de ser posible, avasalladora.
Mal principio, porque precisamente esa competencia que se establece para obtener los mejores lugares, las máximas calificaciones, los puestos mas altos, nos ponen en un predicamento esencial, entre seguir los valores morales o ganar a toda costa, que es lo que es al final lo que la mayoría prefiere, porque a nadie le gusta quedar relegado. La competencia es feroz, inhumana, cruel, injusta para quienes no tiene las capacidades o habilidades necesarias para ganar, la gran mayoría se va quedando atrás conforme se avanza en la competencia, no es posible acomodar a todos en los altos puestos, se tienen que hacer toda clase de filtros para ir eliminando a los que se considera menos aptos, no porque no tengan capacidad para lograrlo, sino porque se irán tomando en consideración su posición social, económica , su integración y obediencia a las normas establecidas, sus intereses personales, la manera como se desenvuelve en el ambiente escolar, de trabajo, su participación en cada una de las actividades que se programan para observar su desempeño, etc., el resultado ya lo sabemos, llegan los mas aptos, los mejor preparados, los que ocuparan los puestos altos e incluso se convertirán en profesores, en catedráticos en las universidades, siendo fieles repetidores de lo que han aprendido.
Parece bien, pero el caso es que están sujetos a lo que dictan quienes ven en la economía la madre de todas las ciencias y la generadora del orden establecido, piensen un poco en como se captura a un profesionista, a un especialista en cualquier campo, su vocación puede ser encausada según convenga y de eso dieron la mejor muestra los científicos que participaron en la construcción de la bomba atómica, muchos de los cuales se arrepintieron tardíamente de lo que habían hecho. Ese fue un caso extremo? en lo absoluto, tenemos a los que inventaron los gases que mataron a millones en los campos de concentración, los que contribuyen a la fabricación de productos químicos que nos afectan negativamente de distintas formas, quienes utilizan el conocimiento para afectar la economía de millones solo para garantizar seguir en un puesto en el que gozan de todo aquello, que se les ha convencido, es la felicidad. Por donde le busquemos vamos a encontrar como nos prostituimos al proporcionar nuestros servicios a los que mejor pagan, eso como producto de una educación que nos impulsa a competir y ganar dejando de lado los principios humanos, morales, éticos.
He pensado estúpidamente en hacer un análisis de lo que ha significado el control social ejercido por las religiones, en particular en occidente , pero me aconsejan que no le mueva, demasiado peligroso por el fanatismo que puede causar una tormenta de agresiones, lo dejare pendiente.
Como podemos cambiar? eso es la pregunta del millón, al igual que los cangrejos, nos han enseñado a caminar chueco, los que han intentado que caminemos derecho los asesinamos o los confinamos al olvido, pero aun tenemos esperanza, que por alguna razón, por un fenómeno natural, por la evolución constante del universo, lleguen los que han de poner las cosas en claro y nos permitan aprender a ser verdaderamente humanos, racionales, inteligentes, vivir en paz, en armonía, con justicia y libertad, cosas que siempre hemos soñado y que sigue siendo una quimera.
Mucho he de agradecer que hagan sus contribuciones para terminar con esa falsa historia que nos pinta como seres humanos, de eso tenemos poco, como también para acabar con el mito de que somos racionales e inteligentes, ya hemos demostrado lo contrario, pero aceptarlo nos puede llevar a esforzarnos por ser un poco mejores, o de plano nos conformamos con terminar con el planeta, con la extinción de la vida en el mundo, como una gran demostración de nuestra estupidez; pero para su tranquilidad, deben de tomar en consideración que yo tengo grado de maestro de maestros entre los grandes estúpidos del planeta, prueba de ello es que estoy escribiendo sobre algo que resulta estúpido, por lo tanto puedo estar equivocado.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
