Evadiendo la realidad

 El hombre en la época actual esta sometido a una serie de presiones que le mantienen al limite de su capacidad, no son pocos los que están padeciendo de alteraciones mentales, que intentan evadir la realidad por medio de drogas o del alcohol sin que ello le proporcione un alivio verdadero, otros se hacen adictos a los video juegos, a la televisión, las redes sociales, a los deportes, al sexo o se dedican a una actividad que les mantenga alejados el mayor tiempo posible de los múltiples problemas con los que a diario se tienen que enfrentar, entre estas actividades se encuentran la pintura, la escultura, los trabajos artesanales o manualidades, cualquier cosa es un placebo que permite mantener la mente por algunos minutos u horas  tranquila. 

Para Margara su mayor distracción era la lectura de novelas románticas, en ellas se identificaba como una de la protagonistas que apasionados encuentros con el amado de sus sueños, era tanta su afición que olvidaba comer y muchas veces se quedaba hasta altas horas de la noche leyendo sin importarle que al siguiente día seguramente estaría resintiendo en el trabajo la desvelada, pero lo peor era que no establecía relaciones personales en la vida real, sus aventuras apasionadas o desilusiones estaban ligadas a su fantasía, sufriendo o siendo feliz según lo que había leído la noche anterior.  Por eso jamás ponía atención a las intenciones de algunos compañeros que deseaban una oportunidad para conocerla mejor, que les concediera una cita o por lo menos que pudieran platicar con ella durante la comida, pero ella, hasta en esa hora, se la pasaba leyendo sus novelas.

Un viernes por la tarde sufrió un pequeño accidente, se resbalo y su novela fue a caer en un charco formado por la reciente lluvia, uno de sus compañeros de nombre Julián se apresuro a levantarle y recoger el empapado libro.

Lo tendrás que poner un buen rato al sol para secarlo, espero quede bien!

Tal vez ella había leído en alguna de las novelas que a la protagonistas le sucediera algo parecido, el caso es que por primera vez se fijo en un hombre y sintió un inquietud y emoción cuando se cruzaron su miradas.

Julián trabajaba en el mismo piso que ella desde hacia mas de un año, pero ella no lo había notado a pesar de que el hacia todo lo posible por llamar su atención, así que considero una verdadera fortuna el que hubiera sucedido aquel percance que le facilito hablar con ella, presentarse, pedirle que le permitiera acompañarla poniendo como pretexto que el piso estaba mojado, que lo mejor era que ella tomara su brazo como apoyo, lo cual ella acepto con mucho agrado.

Aprovecho al máximo aquella caminata hasta la estación del tren, fue algo maravilloso, se notaba que a ella le agradaba su compañía, se le notaba feliz, de modo que se atrevió a invitarla a tomar un café, a lo que ella respondió: prefiero una nieve!

Un verdadero sueño, no lo podía creer, esa princesa que a todos ignoraba estaba a su lado, conversando alegremente, tomando la nieve con verdadero deleite, respondiendo a sus preguntas, riendo de sus chistes, aceptando tener una cita formal para ir de paseo al parque el fin de semana.

Desde esa tarde Margará se olvido de las novelas, se sentía como entre nubes, pensando en su cita, fue a la estilista para que le arreglaran el pelo, las uñas y compro un vestido nuevo, zapatos y unos aretes que le parecieron adecuados como accesorio. Sintió que su corazón se aceleraba cuando llego la hora de verlo, estaba tan emocionada que no había podido desayunar como de costumbre. Cuando escucho el timbre del departamento a la hora fijada, casi salta de emoción, se miro por ultima vez en el espejo, cogió su bolso y abrió la puerta. Sorpresa ! el llevaba un ramo de rosas y se veía mucho mas atractivo que la primera vez, tal vez porque le sentaba muy bien el color de la camisa, el saco o ambas cosas.

El se quedo en la puerta esperando a que ella pusiera en el florero las rosas y de inmediato salieron a tomar un taxi que les condujo al parque central donde se la pasaron de maravilla subiendo a los juegos mecánicos, remando en el lago, comiendo lo que se les antojaba y descansando en tirados en el césped uno junto al otro, platicando de cualquier cosa, lo importante era permanecer juntos, sentir su calor, aroma, el sonido de su voz, ver sus gestos, sentir que la felicidad y el amor estaban dejando su magia en el corazón.  Esos momentos jamás los olvidarían, se quedaron en el de los mejores recuerdos.

En cada cita se fueron uniendo mas y mas, eran inseparables en cada reunión con amigos, en las fiestas de la empresa y mas tarde con las familias, porque después de algunos meses decidieron que sus respectivas familias se conocieran, ella tenía, además de su padres, dos hermanas y un hermano, todos casados y el tenia a su madre y a tres hermanos menores que eran sus mejores amigos. Desde el primer día que se reunieron para comer en la casa de los padres de ella se llevaron de maravilla, formando un grupo unido y decidido a apoyarlos para que pronto se casaran, pero eso no estaba aún en sus planes, ella deseaba durante mas tiempo gozar de ese noviazgo que le hacia emocionarse cada mañana pensando en que lo vería al llegar al trabajo y que soñaría con el al ir a la cama por la noche. 

Quienes la conocían bien, estaban sorprendidos con el cambió, se convirtió en una persona extrovertida que fácilmente se relacionaba con sus compañeros y compañeras de trabajo, siempre atenta, alegre, reflejando su felicidad, contagiando a quienes le rodeaban. Cuando le preguntaban a que se debía tanta alegría, ella contestaba: he aprendido a evadir mis fantasías y gozar la realidad con un hombre extraordinario, me estoy convirtiendo en una adicta a su presencia y estoy segura que he de compartir toda mi vida con el. 

Desearía que todos tuvieran la oportunidad que he tenido de vivir el amor de la forma como lo he vivido, dejando los espacios y los tiempos necesarios para disfrutar al máximo, dando las pausas para que se comprenda que la ausencia solo nos une mas, que no hay distancia ni tiempo que nos separe, preparado el terreno para el siguiente paso, en donde hemos de vivir con intensidad esa pasión que ha ido creciendo en voluntaria abstinencia, porque de ello se ha forjado el templado de nuestros corazones, de nuestros deseos que ya no podemos ignorar. Les garantizo que va a ser épica mi Luna de Miel, se rio con ganas y continuo: la boda se hará después, cuando regresemos y estemos seguros que eso solo fue el primer capitulo de la gran historia que vamos a vivir, una verdadera novela romántica  en que van a sobrar los encuentros apasionado. 

Julián le había estado escuchando y cuando todos los reunidos dirigieron sus miradas haca el, simplemente levanto su copa y dijo: brindemos por todo lo que ha dicho, estoy de acuerdo, va a ser algo fuera de serie nuestra Luna de Miel, una verdadera evasión a la realidad y a la fantasía . 

Algunos pidieron en son de broma que no olvidaran a su regreso describir con detalles tanta pasión desborda, eso nos ayudara a tener una buena motivación para nuestros propios encuentros. 

Ella riendo se despidió tomada del brazo de su amado. 

Uno de sus padrinos les regalo siente días de hospedaje en el hotel Costa Real en Manzanillo Colima, lo cual aprovecharían para iniciar una luna de miel que pensaban extender por otros quince días, pero el destino les tenia preparado otra cosa.

Mil novecientos noventa y cinco es un año que marco para siempre la vida de sus familias, un terrible terremoto sacudió la zona, el hotel se derrumbo dos días después de que ello llegaran y todos supieron de inmediato los sucedido, intentaron comunicarse  pero fue inútil, los padres de ambos y otros familiares se trasladaron al sitio para unirse a la búsqueda, cuando llegaron sus expectativas cayeron al fondo, los siete pisos del hotel habían colapsado, fueron días y noches de pesadilla esperando noticias de parte de los equipos que trabajaban buscando personas atrapadas, fueron de los últimos en ser localizados, estaban en el lobby del hotel, posiblemente a punto de salir a dar un paseo.   cuando sucedió la tragedia. Por su estado de descomposición ni siquiera se les permitió verlos, sus documentos y algunos objetos como los anillos de boda fueron lo que sirvió para la identificación.

Cualquier descripción que intentara hacer sobre el dolor, la desesperación, la impotencia, que esas familias experimentaron no alcanzaría ni siquiera a trasmitir el mínimo de lo que ellos pasaron no solo al confirmar su fallecimiento, sino en los días, los meses, los años siguientes, fue como si de pronto el mundo se hubiera convertido en un lugar terrible, en un infierno en el que tendrían que vivir o intentar hacerlo, porque realmente se sintieron morir desde el instante en que vieron aquellas bolsas negras con los cuerpos de sus respectivos hijos. Fue un encuentro con la muerte que vistió de luto su alma y les condujo por senderos que nunca hubieran imaginado, cada uno reacciono de manera distinta, pero todas las formas tenían la marca de un profundo dolor.

En unos cuantos minutos su existencia paso de un estado de felicidad a uno de completa infelicidad, lo único que los sostuvo fue el ver que no estaban solos, que todos los que perdieron a seres querido en ese fatídico día estaban reunidos en torno a los imponderables que se presentan en la vida, que eran victimas inocentes de un accidente que nadie pudo evitar , que era difícil de comprender, pero que debía existir una razón que solo Dios conocía. 

Aquí viene al caso hacer hincapié en lo que puede dar fuerza para soportar tanto dolor, la fe, el creer que Dios esta detrás de esas cosas que son incomprensibles para los seres humanos, el dejar que las cosas sean dirigidas a un objetivo que estamos lejos de entender, pero no es esto una forma de evadir la realidad? porque aun cuando no podemos controlar a la naturaleza y sus  fenómenos destructivos, sabemos y comprendemos que estamos siempre a merced de esos cambios bruscos, de esa evolución que puede causarnos gran daño, como también lo estamos cuando suceden acontecimientos que están fuera de nuestro control, que es imposible calcular o prevenir y aun cuando intentamos aminorar sus efectos por medio de los seguros, no hay en ello la posibilidad de reconstruir todo lo que puede ser destruido, entonces nos refugiamos en nuestros medios artificiales para escapar de una realidad que nos puede abrumar al punto de hacernos enloquecer, tal vez, no podemos lograrlo del todo, viviendo no como deseamos, sino como podemos. Buscamos la felicidad, aprovechamos los momentos en que podemos gozar, porque en el inconsciente guardamos la certeza de que en cualquier momento todo puede cambiar. 

                                                           JuanAntonio Saucedo Pimentel