Insomnio
Los pensamientos empezaron a danzar
como locos durante mi sueño, al inicio solo eran dos o tres y luego se fueron
sumando otros hasta que armaron un fiesta donde la música, el baile, las risas
y el escandalo que armaron termino por despertarme y nuevamente me encontré de
golpe con el insomnio, nada nuevo para quien ha tomado el habito de hacer
tareas nocturnas, mas que tareas diría que son actividades agradables, como
escribir, pintar, diseñar o ver una película.
Cuando lo hago me sorprende como se encuentran en mi inconsciente tantas
cosas que se van reflejando conforme permito que se expresen en color o en
letras, en líneas, trazos formando cuadros, escritos donde se plasma
nítidamente el estado de animo, pero también las inquietudes, los anhelos reprimidos
, guardados en alguna parte de mi ser .
Es interesante al permitir conocerme un poco mas de mi mismo, de ese yo
interior que se asoma para mostrar lo que siente, lo que tiene diferente para
hacer que me sorprenda con una variedad de obras que van de lo absurdo a lo
sublime y se transforman en algo nuevo, diferente a lo que de inicio por
voluntad había iniciado. Es como
encontrar un camino diferente para viajar a sitios que dejan de ser
desconocidos al explorarlos de esta manera mientras el pincel o las teclas son
herramientas para abrir puertas o en vehículos que me transportan a océanos de
ideas, parajes de recuerdos, valles de sentimientos, emociones convertidas en
bosque en cascada en ríos o multitudes que dialogan en el color y la forma, en
el conjunto de una narración o de una pintura.
En esas pautas, dialogando conmigo mismo encontré un entrenamiento
agradable, una especie de meditación donde refugiarme para sentir la paz
interior, para ver aquello que no percibo con la conciencia envuelta en el caos
de la vida cotidiana donde es difícil comprender y acomodar personas, sucesos,
información, relaciones y tantas cosas que llueven constantemente provocando
que el aturdimiento normal para quien tiene que vivir en sociedades anormales.
Encontrar ese relajamiento, esos momentos de descanso y placer son los
que me han llevado a esta vida nocturna, solitaria en apariencia porque en
realidad es cuando me acompaño de los seres amados, de los amigos, de quienes
han formado parte de mi vida y los tengo como algo grato en la consecuencia
ilógica de una vida que ha transcurrido sin apenas darme cuenta. Están ahí
formando parte de experiencias, de acontecimientos donde participamos,
compartimos dándole significado a espacios y tiempos que se acumulando para
ahora formar parte de los recuerdos, emociones y sentimientos que no requieren
de un orden determinado, ni siquiera de estar perfectamente definidos, al fin
es mi interpretación la que lo ha moldeado, es mi percepción la que los hizo de
una forma u otra y los ha guardado, seguramente porque son importantes, de otra
forma hubieran sido desechados como tantas cosas que intentaron enseñarme,
cosas que otros creían importantes que aprendiera pero que en mi particular
forma de entender las cosas, eran totalmente irrelevantes, porque la vida en mi interpretación se
convirtió en detalles agradables, en aquello que tiene una muestra de belleza,
de alegría, de intenso gozo sin restricciones, en pasiones encendidas, en románticas
veladas o fiestas que no terminaron.
Es una gran ventaja poder escapar al mundo de locura y encontrar estos
momentos de lucidez plena donde juego con los pensamientos y los transformo
según mi voluntad, no permito que se escapen al mundo real donde lo practico se
impone a la belleza o el deber a los deseos, simplemente floto en los espacios
de la mente, en los infinitos universos de la fantasía y los sueños.
Con la llegada del nuevo día tendré
que enfrentar las tareas rutinarias y no ha de tener gran importancia porque
voy nutrido de mi paz interior, me he alimentado de hermosas evocaciones que
seguramente se vestirán de gala y en una nueva versión para otra fiesta en mi próximo encuentro con el
insomnio.