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jueves, 16 de enero de 2020

Las tres rocas

Las tres rocas

Mis abuelos tenían una hacienda en la cual existían tres grandes rocas en una pendiente cercana al rio en forma de media luna, era como si fuera el nido de una gigantesca ave que hubiera dejado olvidados ahí sus huevos y  desde niño despertaron mi imaginación al notar que casi formaban un triangulo perfecto separadas en su base por unos tres metros y casi unidas en la punta, como si intentaran tocarse y no lo lograran por una invisible fuerza que les impedía hacerlo.

Recuerdo que les contaba a mis primos y primas una historia en la que aquellas rocas que median de alto aproximadamente tres metros y medio eran en realidad las envolturas de tres hermosas princesas que estaban encantadas, ellas eran las hijas del rey que gobernó durante muchos años toda esa región y les gustaba mucho danzar, cada tarde lo hacían acompañados por músicos de origen árabe que el rey había contratado para que alegraran el ambiente de su castillo y sobre todo para que sus hijas practicaran sus danzas que tanto gustaba presumir durante las reuniones con otros nobles y monarcas que le visitaban. 

Llegado el tiempo en que ella debían contraer matrimonio se organizaron mas fiestas para que conocieran a jóvenes y encontrar aquel con quien desearían compartir su vida, pero el caso es que después de muchas presentaciones y de reuniones con algunos de los que parecían indicados, no se decidían por ninguno, hasta que apareció un joven que no era noble ni rico, sino hijo de unos artistas que vinieron a palacio para hacer una presentación en una de las fiestas. Su nombre era Moldano y tenia la misma afición que ellas por la danza, de modo que rápidamente se hicieron amigos y encontraron en el un modelo de hombre para compartir su vida porque ademas era inteligente, atento, buen hijo, orgullo de sus padres quienes presumían de que el hubiera terminado estudios en distintas ciencias, siendo destacado en la medicina, pero sobre todo porque era un buen soporte en cualquiera de las ocasiones en que fuera necesario. 
Las princesas no tardaron en hacerlo su amigo y acompañante para la practica de la danza por las tardes y resulto que las tres se enamoraron de aquel joven sin que lo pudieran remediar.  Por supuesto que eso les causo gran inquietud, al confesarlo se dieron cuenta que era imposible que fuera esposo de las tres y que cualquiera que fuera la elegida seria causante de la infelicidad de las otras dos.  La reina se entero de ello y envió por el mas grande hechicero del reino para que le diera un consejo o encontrara la forma de remediar tal situación. 

El hechicero no era un hombre viejo, sino un hombre maduro bien parecido y con gran personalidad con una mirada profunda y una voz  potente que hacia cada una de sus palabras resonaran en lo profundo de los corazones, se decía que tenia el don de dominar las mentes y de controlar los espíritus, que incluso el viento y el agua a su alrededor se moldeaban según su deseos. La impresión que causo en las jóvenes fue intensa, al mismo tiempo que les parecía un ser interesante, misterioso, fuera de lo común y en quien tendrían que confiar para que les solucionara el conflicto sentimental que se había provocado al enamorarse del mismo hombre. 

El hechicero las examino conversando tranquilamente por separado con cada una de ellas, después lo hizo con el joven y pregunto si el tenia preferencia por alguna de ellas, a lo cual contesto que en el poco tiempo que llevaba de conocerlas, las tres le parecían perfectas para ser la acompañante de su vida, que no podría decidir por ninguna de ella pensando que eso lastimaría a las otras. Conociendo estas respuestas y sacando sus conclusiones se reunieron los monarcas con el hechicero quien les hizo notar que el caso era muy complejo pero que había una solución, dejar que el tiempo decidiera quienes serian los que soportarían todos los cambios y situaciones que pone la existencia hasta lograr que su amor floreciera.
Los asombrados padres preguntaron cómo podía suceder tal cosa, eso era decir que pasarían toda una vida en constante competencia, al final de nada serviría porque alguna seria la que obtendría un esposo y las otra quedaría frustradas. No, definitivamente no podemos admitir que sufran, debe haber otra solución. 
El hechicero con su potente voz dijo, si la hay, ninguna y las tres lo pueden tener a la vez, pero en ello ira el transformarse en rocas, su corazón seguirá siendo humano, su sentimientos y sus emociones también, pero permanecerán siempre a la misma distancia de su amado y solo se podrá acariciar con la brisa y con la lluvia, de esa forma nadie saldrá lastimado y ustedes no verán a ninguna sufrir.
Después de meditarlo, el rey y la reina decidieron que eso era lo mejor, dejarían que sus hijas fueran felices por siempre aun cuando ellos dejaran de verlas.

El hechicero les dijo cada luna nueva podrían ir a donde ellas se encontraban, conversar y presenciaran su danza y alegría como lo habían hecho durante tanto tiempo.  

Estas rocas que ahora están aquí son las envolturas de unas bellas princesas, se puede sentir la presencia cuando uno se sienta en el centro de triangulo que forman, se puede notar que su amado danza y las toca con ternura en la brisa que corre entre ellas, posiblemente no podemos ver su danza porque nosotros no somos sus padres y fue a ellos a quien se les concedió ese don.

La imaginación no tiene limites, cada vez que me acerco a estas rocas, después de tantos años, sigo pensando que ahí están las princesas que imagine cuándo niño y sigo sintiendo que hay una suave caricia en la brisa que resbala entre  sus pulidas paredes.  


No fue la única historia fantástica que ocurrió en esas hacienda y entre esas rocas, ya que hubo un hecho que fue conocido por algunos pocos miembros de la familia. 
Mis abuelos tenían un leal mayordomo quien se había casado con una de las cocineras y tuvieron un hijo de nombre Modesto, de ahí que yo siempre escoja ese nombre para mis historias y cuentos, porque Modesto fue parte de mi niñez, siempre lo vi como un personaje apagado, como una sombra que activamente se movía por la casa haciendo toda clase de tareas de forma diligente, pero lo que mas me impresionaba era su silencio y manera de moverse silenciosa, podía pasar desapercibido aun cuando estuviste cerca , cosa que resultaba muy conveniente para quienes gustaban de la lectura  y la meditación, pero no para mi que me gustaba mas el bullicio, la conversación, escuchar música, jugar o por lo menos platicar, pero el no era de los que se daban un momento para esas cosas.

Pero el caso es que algo insólito sucedería en esa hacienda y Modesto fue el principal personaje de esos sucesos, que voy a narrarles y que se iniciaron cuando una tarde descubrieron ropa interior de mujer entre aquellas grandes rocas cerca del rio, que de inmediato prendieron las alarmas entre los habitantes de la casona ya vieja y sobre todo entre la servidumbre donde rápidamente corrieron rumores de que alguna joven había sido violada y posiblemente arrojada a las aguas del rio, lo cual era del todo inverosímil porque en esa emboca la corriente no era suficiente para llevarse un cuerpo y ademas no había ningún indicio de violencia en el sitio, la ropa estaba limpia, era de buena clase, pero tampoco había ninguna forma de averiguar como había ido a parar entre las rocas, simplemente se retiro y pasados dos meses, nuevamente aparecieron otras de la misma manera, dos veces mas se repitió la misma acción, otras tantas aparecieron las prendas, siempre del mismo color rosado y con encajes. 

Se decidió poner luces y hacer guardias para descubrir al causante de esos hechos, pero el caso es que no lograron nada, en cuanto se retiro la guardia aparecieron nuevamente las prendas, ya nadie se alarmo ni se intereso en el asunto, al fin no había ninguna causa para hacerlo, parecía una simple broma.
Como yo era muy curioso no me conforme con esa explicación y en unas vacaciones me propuse descubrir lo que sucedía , hice un pequeño refugio en uno de los arboles en la rivera, desde ahí podía ver con claridad el lugar donde estaban las rocas y cada noche me instalaba cómodamente en ese lugar para estar vigilando, cosa bueno avise a nadie de la casa.
 A las doce y media de la noche se abrió la puerta trasera de la casona y vi salir a una hermosa joven que se dirigió con paso lento hasta las grandes piedras, vestir solo ropa interior, se desnudo precisamente al llegar al triangulo de las piedras y se dirigió al rio donde camino un rato por la rivera, después retorno a la casa dejando ahí la ropa, me quede como si hubiese visto un fantasma o una hada de la noche, no había nadie que se le pareciera en esa casa, de modo que cuando baje del refugio lo único que se me ocurrió hacer es recoger la ropa y llevarla al sitio donde siempre se colocaban esas prendas, la lavandería. Después fui a mi cuarto y trate de dormir con la intención de retornar nuevamente a vigilar por la noche, pero esta vez lo haría cerca de las piedras y podría seguir a esa joven para saber su identidad.
Largo se me hizo el día y llegada aproximadamente a las diez y media me fui a colocar en el sitio designado para mi guardia y no fue en vano, nuevamente a las pasadas las doce de la noche apareció por la puerta trasera la joven y repitió su acto de la noche anterior. Intente sorprenderla saliendo a un claro donde ella me podría distinguir fácilmente, pero no pareció percatarse en lo absoluto de mi presencia y retorno a la casa completamente desnuda, fui tras ella por los pasillos hasta llegar al aposento de Modesto, entro sin prender la luz y cerro la puerta.  Empece a comprender lo que sucedía, pero tenia que comprobarlo y para ello era necesario esperar a que por la mañana enfrentara al joven hijo del Mayordomo.

    Con el pretexto de que tenia que ir de compras al pueblo, pedí a al abuelo que me permitiera llevar a Modesto para que me ayudara a cargar las cajas con distintas cosas que necesitaba, lo cual me fue concedido, fui a buscar al joven y le dije que iría conmigo de compras, le dije que se sentara en el asiento trasero, como de costumbre no hablo mas de lo estrictamente necesario, pero tuve la oportunidad de irlo observando por el retrovisor con detenimiento y me convencí de que ya tenia la respuesta al misterio de la ropa que aparecía junto a las piedras.

 Hicimos las compras y luego le dije que me acompañara a una tienda de ropa para damas, por supuesto que en cuanto entro demostró el interés por aquellas cosas que le parecieron bonitas y le dije mirándole fijamente a los ojos, Modesto, tienes que salir del closet, es hora de que te comportes como lo que eres, escoge algo que te guste que te lo mereces por lo bien que trabajas y porque no es justo que escondas por mas tiempo tu genero, no se porque lo has hecho pero se termino ese juego a partir de hoy.
Se quedo con los ojos cuadrados, pero luego me pregunto que como lo había descubierto, le dije que era muy buen observador, era muy difícil dejar de notar lo femenino de sus facciones y su comportamiento, lo cual en realidad era mentira, porque siempre pasaba desapercibido, o desapercibida en aquella casa donde cada quien se dedicaba a lo suyo y siempre había cosas que hacer.
 Creo que fue un momento feliz para ella, compramos varias cosas que le gustaron y salió vestida con un bonito y elegante vestido que le hacia lucir muy femenina aun cuando su pelo lo tuviese con un corte tan masculino, era bonita sin duda y me alegre de haber descubierto su secreto porque en el camino me dijo que su padre no deseaba que supieran que era mujer porque lo pondrían a trabajar en la cocina o limpiándola casa, que aspiraba a que ocupara su puesto cuando el falleciera, esto es, que fuera el mayordomo que le sucediera, pero ella en realidad deseaba ir a estudiar para maestra, porque le gustaba mucho aprender cosas y siempre leía a escondidas las obras que existían en la biblioteca de los abuelos.
 Ya que nos estamos confesando, le dije, descubrí tu secreto porque mi intención era la de saber como aparecían prendas de mujer junto a las tres piedras, tu las dejabas, por eso cuando pusieron vigilancia no aparecieron, tu eras parte de los que vigilaban. 

-Pero yo no recuerdo haber dejado ahí ninguna ropa
  • lo haces dormida, tal parece que tu enorme deseo de aparecer como mujer te provoca un sonambulismo en el cual satisfaces ese deseo.
  • quiere decir que vago por el sitio a medio vestir y luego dejo ahí la ropa y retorno a mi cuarto sin darme cuenta
  • exactamente, pero estoy seguro que eso se termina al dejar de aparentar lo que no eres
  • que pena ! que vergüenza ! he andado por ahí desnuda y usted me ha visto.
  • no tienes nada de que apenarte, no lo hacías conscientemente
  • pero usted si me vio muy consciente
  • digamos que no tanto porque estaba muy oscuro, no lo tomes a mal, ve el lado positivo, hoy podrás decir lo que deseas, comportarte como lo que eres, aspirar a otras cosas, prometo ayudar para que puedas realizar ese sueño de ser maestra.  Bien dicen que no hay bien que por mal no venga. 
  • gracias, de verdad no sabe lo que esto significa.

Así pasan las cosas, algunas veces la realidad supera la ficción, otras veces lo que parece ser ficción es una realidad. ya les contare otras historias interesantes, por lo pronto hay que pasarla bien. 
JuanAntonio Saucedo Pimentel


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