Cada nuevo explorador encuentra sus personales tesoros, sus postulados y argumentos, los intentos que considera acertados, los fallidos que oculta en lo profundo, la esperanza de que adelante se encuentran mejores alternativas, tal vez las respuestas que son tan codiciadas. Afortunadamente eso. No ocurre, seguiremos buscando eternamente , eso es lo que hace a nuestra vida tan interesante, le da el toque de misterio necesario para mantener la inquietud constante, el deseo de explorar lo ignorado, donde siempre existe el peligro de ser arrastrado a lo profundo de las sombras o la dicha de ver los destellos brillantes de esos tesoros del pensamiento donde surgen las ideas geniales, los inventos asombrosos, las demostraciones increíbles del genio humano.
Me alegra saber qué seguimos siendo inquisitivos, escépticos, obstinados, aventureros investigadores que prueban sin descanso distintas formas de explicar lo que no se ha podido aclarar en los millones de años que llevamos intentándolo, espero que sigamos con esa actitud sin decaer, con la firme convicción de que algunas respuestas se encontrarán, tal vez algún día, la que nos haga comprender que la vida de cada hombre es un destello de consciencia de la energía y la materia en el tiempo infinito, que, en su totalidad podemos denominar Dios.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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