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El Gran Libro

El Libro Cuando nació la idea de escribir fue como la tormenta que de pronto aparece en el horizonte anunciando con relámpagos y truenos...

lunes, 13 de enero de 2025

Un sueño en la realidad

 Mientras caminaba lentamente subiendo la montaña encontré un rincón donde los rayos del sol que pasábamos por entre el follaje de los árboles creaban un escenario hermoso, mágico, que me hizo pensar que ese el lugar perfecto para que apareciera un duende o un unicornio como en los cuentos. Busque un lugar apropiado y me senté a disfrutarlo meditando sobre las cosas maravillosas que algunas veces aparecen en el camino. Como se reúnen diferentes elementos para ofrecer un espectáculo que nos hace sentir dichosos, nos deleita no solo por la apariencia física ,sino por trasmitir una sensación de calma, de serenidad o paz que pocas veces podemos sentir en el caótico y estruendoso entorno en que vivimos.

No podía despreciar este placer que me ofrecía la naturaleza convidando los colores, las formas, la luz, el sonido del viento, el trinar de algún pájaro, la armonía de sitio con mi propio ser y eso me llevo a una paz interna que me relajo al punto de quedarme profundamente dormido. Cuando desperté ya era de madrugada, el aire fresco me acarició el rostro y me hizo retornar a la realidad de golpe, tenía que iniciar el descenso antes que el frío se hiciera insoportable. Apresure el paso, casi corriendo seguía la luz de la linterna que iluminaba el sendero y de pronto vi una hermosa criatura de unos ocho centímetros con alas doradas y cuerpo fosforescente zigzagueando en el haz de luz como si bailara con el ritmo de mis paso y respiración. Definitivamente no se trataba de una mariposa aunque parecía tener antenas, pero en cuanto intente atraparla desapareció en las sombras, tardaría unos minutos en volver y reiniciar su danza y por distraerme con su presencia equivoqué el sendero llegando a un pequeño lago, al fondo  podía ver el reflejo de algunos arrolles que caían en cascad haciendo un sonido muy agradable, pero era imposible intentar tomar foto o video con tan poca luz, intentaría grabarme la ruta que había seguido para llegar al lugar. Regrese para encontrar el sendero que me conducía a mi campamento, llegue muy cansado y bien abrigado en la casa de campaña me quedé dormido.

Nadie creyó lo que les conté, dijeron que tenía muy bonitos sueños, que la próxima vez atrapara a la hermosa criatura o que por lo menos recordara donde estaba ese lago que nadie conocía por esa región.

He recorrido varias veces el camino buscando el sendero al lago y me he quedado en la noche esperando que aparezca la de alas doradas y cuerpo fosforescente pero sin lograr una cosa u otra, pero si alguna vez la encuentro no intentaré atraparla sino comunicarme con ella porque desde entonces creo que aún existen seres y lugares que no conocemos, que se perciben cuando cruzas el umbral de lo real y entras en la dimensión de los sueños y la fantasía donde todo es posible.

JuanAntonio Saucedo Pimentel 

jueves, 9 de enero de 2025

Y de donde vinieron?

 La energía y la materia concentrados en un punto en el espacio que no se sabe como emergió de la nada y de pronto una gran explosión y a transformar toda esa energía y materia en cosas como galaxias, planetas, objetos de todo tipo girando, viajando a súper velocidad en muchas direcciones y de ese enjambre de celestes objetos un planeta con características inigualables, extraordinarias, emergió y con el la vida de seres que se pueden reproducir. Una enorme variedad de seres vivos, conscientes, con atributos que superaron con mucho lo existente se distribuyeron por el planeta , se reprodujeron , evolucionaron al punto de comprender, o interpretar a su manera todo ese cosmos que alcanzan a percibir con sus sentidos y la tecnología que se fue desarrollando al paso de los siglos.

Millones de años de evolución, siempre intentando comprender la razón de la existencia, de la transformación constante, de lo desconocido que sigue siendo demasiado, pero que no preocupa mientras se tiene el alimento seguro, la posibilidad de vivir tan solo porque existir es mejor que dejar de ser lo que se es sin saber lo que espera en el siguiente paso de proceso transformador donde los millones de partículas que componen un ser se reintegran al sistema de orden universal que genera cuanto existe.

Regreso al punto de partida y no hay respuesta contundente que no admita dudas que me deje tranquilamente transitar por el espacio tiempo seguro qué hay un buen final para mi aventura como ser pensante, como un objeto con cualidades de hombre, consciente de su existencia y de su muerte.

Bueno es que mientras puedo realizar proyectos, inventar, crear historias que nadie hizo jamás y darme cuenta de que soy original en cada parte porque las partículas que me integran no se repitieron como en un molde para clonar cada una de mis partes, eso es importante? Bueno me otorga un lugar especial, cada ser de este cosmos lo es, al menos eso ya es algo que podemos presumir, pero no es suficiente, siempre deseamos más y sentirnos bien, esto es, felices, para lo cual hemos de empeñarnos, hacer nuestro mejor esfuerzo, alcanzar objetivos, encontrar motivos para satisfacer nuestra hambre de felicidad que pocas veces es saciada.

Muy interesante, cada uno busca sus respuestas, interpreta de distinta manera los sucesos, las circunstancias, sacando conclusiones, actuando según sus convicciones formando el calidoscopio de ideas más grandioso del universo y de eso podemos sentirnos orgullosos, porque a pesar de ser ignorantes, de ser un minúsculo punto en el cosmos, hacemos cosas increíbles, magníficas , espectaculares . En resumen, las respuestas no las necesitamos, las estamos creando cada instante.

JuanAntonio Saucedo Pimentel 

miércoles, 8 de enero de 2025

Mi propio cuento

 De manera increíble una porción de materia y energía compuesta o desordenada en partículas que no significaban nada ni parecían tener ningún destino se fuero uniendo y conformando lo que me dio las características que me conformaron para evolucionar y ser lo que soy, suficiente prodigio para maravillarme, para hacerme reflexionar sobre lo maravilloso de la vida, de la posibilidad de tomar consciencia de lo que el universo contiene sin comprender todos sus detalles, la transformación en el tiempo espacio de todas esas partículas que llegan a formar seres y cosas que asombran por su complejidad, variedad, belleza, pero sobre todo por ser generadores de otras creaciones sin que exista un límite conocido, donde cualquier cosa puede suceder sin previo aviso, y donde yo habito como un invitado que puede participar y ser al mismo tiempo actor y espectador en escenarios diversos compartiendo con otros hombres y mujeres que también existen con sus propias características, sus ideas, sueños, emociones, situaciones y labores sin comprender cual es el origen de su existir y sin embargo luchan, se esfuerzan por hacer lo mejor en cada uno de sus actos porque eso proporciona satisfacción y le da un sentido al la existencia.

Interpretaciones de muchas formas se inventan, se buscan las respuestas, se investiga lo desconocido para seguir un camino, la evolución denominada por conveniencia para no perdernos en la amarga consciencia de nuestra ignorancia.

Aquí estoy y esto soy después de recorrer un sendero que me ha sido interesante por la gran variedad de experiencias, por lo sorpresivos de los sucesos, las emociones, sentimientos, las ideas que se hicieron realidad, los sueños y fantasías que me hicieron el camino ligero y las personas que fueron ingrediente perfecto para la obra que en conjunto representamos en este capítulo de la historia.

De amores y disoluciones, de alegría o tristeza, dulce y lo amargo he probado y sentido gran dolor o placer como se prueban los platillos en un gran banquete en donde se puede elegir libremente y bajo propio riesgo.

Esto terminará en la transformación o mejor dicho, en el regreso a la original simplicidad de las partículas que se fusionarán en otras formas complejas en el cosmos que parece infinito sin que ello afecte en lo más mínimo el tiempo espacio que intente comprender en mi propio ser.

JuanAntonio Saucedo Pimentel