La novela de la vida
La vida es como un libro abierto,
que jamás deja de escribirse,
Cada uno de nosotros ,
sostiene una pluma invisible .
Con esa pluma vamos trazando ,
en las páginas de la vida,
Nuestro propio texto,
Digno de un gran maestro.
No avanzamos solos,
compartimos esta gran historia ,
con millones de personajes,
que se preguntan ,
qué vendrá en el próximo capítulo.
Cada página revela misterios,
romances, alegrías y amarguras,
La trama nunca es lineal,
sorprende, conmueve, es fenomenal.
Sigamos escribiendo,
Esta gran historia ,
de misterio ,romance y comedia,
Que en el tiempo brille como una estrella.
Y, aunque a veces la lectura resulta pesada por los errores cometidos, en otras ocasiones se vuelve ligera, como si el destino nos regalara un respiro. Así, entre aciertos y tropiezos, vamos construyendo una novela en la que todos estamos involucrados, querámoslo o no.
Pero lo más valioso de esta historia es que aún podemos decidir cómo escribirla. Tenemos la oportunidad de crear algo grandioso, digno de ser recordado. Podemos dejar que la inspiración surja amando la vida y también a la Tierra, esa amante fiel que jamás nos ha traicionado, que siempre nos ofrece sus dones sin condición: el agua que calma, el aire que renueva, el fruto que alimenta, la belleza que acaricia los sentidos.
En cada capítulo que compartimos, podemos añadir esas páginas luminosas que hacen de esta novela algo más que un relato de supervivencia:
el juego inocente que devuelve la risa,
la amistad que sostiene en la oscuridad,
la celebración compartida de un triunfo colectivo,
la alegría íntima de un logro personal,
la confianza de un confidente verdadero,
el amor apasionado que enciende el corazón,
el instante emocionado de alcanzar una meta largamente deseada,
y también, por qué no, las páginas amargas que nos recuerdan el sufrimiento de otros y nos invitan a la empatía.
Todo eso —lo luminoso y lo oscuro, lo dulce y lo amargo— es parte de lo que escribimos y leemos en este gran libro de la vida.
Tú, lector desconocido, eres parte esencial de esta trama. No dejes que tu historia sea dictada por otros. Escucha a tu corazón, respeta la tierra que te sostiene, ama a quienes te rodean, y escribe con dignidad. Porque si cada uno aporta páginas de amor, respeto y esperanza, tal vez el final de esta novela —que también es la tuya— sea digno, luminoso y, por qué no, feliz.
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