El manicomio

 En un centro de atención a personas con problemas mentales había una señora que afirmaba ganar todos los día el premio Nobel de la Paz al evitar que los otros pacientes se reunieran y enfurecidos lanzaran por la ventana al que se creía el dueño del mundo, un hombre grande que inspiraba temor y que siempre andaba rugiendo e inventando como molesta a los demás , uno de los enfermeros platicando con el doctor sobre esos casos escuchó al psiquiatra decir, si supieran que afuera el mundo no es diferente !

Este relato breve es una poderosa metáfora sobre la naturaleza humana y la sociedad. Vamos a desglosar sus elementos clave y el significado profundo de la frase del psiquiatra.

Análisis de la Situación Dentro del Centro

1. Los Personajes y sus Roles:

   · "El dueño del mundo": Es un paciente que, en su delirio, se cree poderoso y actúa como un tirano. Su comportamiento (rugir, molestar, inspirar temor) lo convierte en una fuente de conflicto y opresión dentro del microcosmos del centro.

   · La señora: Se ve a sí misma como una pacificadora. Su "logro" diario es instigar o facilitar la eliminación violenta del tirano, uniendo a los demás en su contra. Ella cree que este acto violento es un servicio a la paz.

   · Los otros pacientes: Representan a la masa o al grupo. Son manipulados por la señora para actuar por enojo y frustración, canalizando su violencia contra la figura de autoridad que les molesta.

2. La Ironía del "Premio Nobel de la Paz":

   La señora cree merecer el máximo galardón a la paz por un acto que es esencialmente violento (lanzar a alguien por la ventana). Esto crea una ironía dramática: lo que ella percibe como paz es, en realidad, un ciclo de caos y agresión.

La Frase del Psiquiatra: "Si supieran que afuera el mundo no es diferente"

Esta es la línea central que carga con todo el significado del relato. El psiquiatra está diciendo que la dinámica que ocurre dentro del centro de salud mental es un reflejo exacto de la dinámica del mundo exterior ("afuera").

¿En qué sentido no es diferente?

1. Ciclos de Violencia y "Paz" Impuesta por la Fuerza:

   En la historia, la "paz" se consigue eliminando violentamente al opresor. En el mundo real, esto se repite constantemente: revoluciones sangrientas, golpes de estado, guerras para derrocar dictadores. Un ciclo de opresión-violencia-nueva opresión se disfraza a menudo como una lucha por la paz y la libertad.

2. La Figura del Tirano:

   El hombre que se cree "el dueño del mundo" y molesta a los demás tiene su paralelo en líderes políticos, empresarios o figuras de autoridad que, movidos por la ambición desmedida, el egoísmo o la ideología, oprimen, intimidan y crean caos a su alrededor.

3. Los Pacificadores que Usan la Violencia:

   La señora representa a aquellos líderes o movimientos que surgen para oponerse a un tirano, pero que utilizan métodos igualmente cuestionables, violentos o manipuladores. Justifican sus actos en nombre de un "bien mayor" (la paz), exactamente como la señora se cree merecedora del Nobel. En la política internacional, es común que las acciones más brutales se vendan como "intervenciones por la paz" o "lucha por la libertad".

4. Las Masas Enfurecidas y Manipuladas:

   Los otros pacientes que se dejan llevar por el enojo y actúan en grupo reflejan a la sociedad, que a menudo es manipulada por la retórica de sus líderes para enfurecerse y actuar contra un "enemigo común", ya sea real o inventado.

Conclusión

El psiquiatra, con su comentario, está expresando una visión cínica pero profundamente aguda de la condición humana. La locura no es una anomalía contenida dentro de un hospital; es un patrón de comportamiento humano que se repite a escala global.

La única diferencia es que en el "mundo real", estos actos de violencia, opresión y manipulación se enmarcan en narrativas de política, religión, ideología o guerra, dándoles una apariencia de legitimidad que les falta en el manicomio. El relato sugiere que, en el fondo, nuestra sociedad no es más cuerda que los pacientes del centro; solo tenemos escenarios más grandes y excusas más elaboradas.

JuanAntonio Saucedo Pimentel