(bolero moderno, poético, pensado para piano y orquesta, con versos, coro y puente. Ritmo lento, íntimo, elegante, producción estilo Broadway)
(Verso I)
Olvidemos los nombres del deseo,
las fórmulas gastadas de explicar.
Ni solos, ni tomados de la mano
se aprende lo que cuesta amar.
Un poeta habla de amar
de lo que un cuerpo puede pedir,
pero la vida, sin permiso,
nos enseña a sentir.
(Pre-Coro)
Porque el amor no nace hecho,
se aprende al caminar,
con errores, con silencios,
con ganas de intentar.
(Coro)
El amor es un jardín abierto al tiempo,
que se riega con verdad y con perdón.
Hay que arrancar la sombra y la maleza
para que florezca el corazón.
Las rosas traen espinas escondidas,
no por eso dejan de ser flor.
Si sabes cuidarlas con paciencia,
te regalan su aroma y su color.
(Verso II)
Apoyarnos cuando el día pesa,
cuando el miedo quiere entrar.
Buscar la forma de enfrentar los golpes
sin dejarnos lastimar.
No huir cuando llegan las tormentas,
ni usar el orgullo como pared.
Entender que amar no es ganar batallas,
es no perder la fe.
(Pre-Coro)
Porque amar no es poseer,
ni prometer sin cumplir,
es quedarse cuando duele
y aprender a construir.
(Coro)
El amor es un jardín abierto al tiempo,
que se cuida con respeto y con razón.
No todo es sol, también hay invierno,
y aun así sobrevive la canción.
Las rosas traen espinas escondidas,
y el que ama aprende a no temer.
Quien cuida, quien espera, quien perdona,
es quien vuelve a florecer.
(Puente)
Y cuando falten las palabras,
y el piano llore en soledad,
que la musica nos recuerde
que amar es volver a empezar.
No es cosa de uno solo,
no es promesa sin acción,
es dos almas empujando juntas
la misma dirección.
([Coro Final])
El amor es cosa de dos, lo sabe el tiempo,
no se impone, no se exige, se da.
Es buscar siempre lo mejor del otro
aun cuando cuesta más.
Como un jardín que sigue vivo
si alguien decide cuidar,
así es el amor verdadero:
quedarse…
y volver a sembrar.
[(Solo piano y orquesta 4compases)]
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