De lo mejor de mi vida

La clase había empezado, yo sentado en la parte del salón no puse la menor atención en lo que el profesor exponía, mis sentidos estaban alterados con la visión de esa joven que tantas veces estaba frente a mi y que ahora se había convertido en un ser que me atraía como si hubieran lanzado un hechizo que me sometía a su figura resaltando cada parte de su cuerpo, transfigurado en una obra de arte, un ser con cualidades sensuales que nunca antes había descubierto y sin poder evitarlo me acerque a su largo y fino cuello para besarlo y morderlo suavemente, ella no dijo nada, pero el profesor se percato de mi acción y me llamo al frente de la clase, tomo un palo y me golpeo con fuerza en los muslos, no pude moverme cuando me dijo que fuera a mi lugar, el tal vez lo tomo como una rebeldía, en realidad estaba paralizado por el dolor, pero no me importo, hice un gran esfuerzo y retorne a mi sitio mirando aquellos ojos y la sonrisa de esa bella joven que en ese momento había logrado que el dolor y el mundo desaparecieran, solo ella era importante, fue como un sueño, cuando termino la clase no intente buscarla ni ella hizo el menor intento de hablar conmigo, preguntar o reclamar por lo que había sucedido, pero a partir de ese momento el mundo empezó a ser diferente, despertando sensaciones, emociones, pensamientos, reacciones que no experimente antes.
 
      Fue solo un aviso de lo que se venia en la senda de mi vida, poco tiempo después fui a trabajar en el campo y al terminar la jornada, una tarde nos subimos varios jóvenes en una carreta que transportaba rastrojo, el movimiento arriba era como si fuéramos en un bote en el mar picado y nos divertía mucho el que nuestros cuerpos chocaran continuamente y sin darnos cuenta las chispas del sexo se encendieron y me deje caer desde lo alto con una de las muchachas sobre la yerba a la orilla del camino donde rodamos y nos besamos con pasión, pero ella reaccionó a tiempo, se levanto y corriendo alcanzo de nuevo la carreta, trepo con agilidad y se fue alejando mientras yo intentaba calmarme.

Transcurrió mas de un año sin que tuviera otro episodio parecido, fui a trabajar a la ciudad y una mañana que salí temprano a tomar el autobús que me conducía a la fabrica, encontré en el camino a una joven sentada en el quicio de la puerta de su casa, aun vestida con la pijama y la bata se cepillaba su cabello y le salude por costumbre con los buenos días, cuando levanto su rostro para contestarme sentí que algo extraño y mágico se formaba en torno a nosotros, lo que ahora llaman química o amor a primera vista lo sentí en lo mas profundo de mi ser, supe en ese instante que eso era diferente a todo lo que había experimentado antes, no era solo una mujer que me atraía sexualmente, era un ser que me hizo sentir que el cosmos entero tenia un significado mas grande del que podía imaginar y que nada tendría ya el mismo sentido, los mismos colores ni la misma forma porque ella era quien podía regalarme la felicidad.

     No me engañe, ella fue mi primera novia, el primer amor, la mujer que me hizo apreciar y admirar no solo la belleza física de las mujeres, sino todos los atributos que las hacen tan especiales, dando a nuestra vida la oportunidad de proyectar las mejores obras, magnificar nuestros dones, inspirarnos para realizar lo que parece imposible.
Es entonces cuando se descubre que los instintos se subliman, se transforman en el medio para que la vida continue, para encausar la energía y todo el poder de la creación en una relación que combina lo mejor de dos seres. 

    He visto con tristeza que en la actualidad se ha perdido el respeto y la admiración entre los géneros, que se concretan las relaciones a operaciones comerciales, a convencionalismos en los que importa mas lo que se tiene y no lo que se es perdiendo el romanticismo y la magia que transforma una relación en algo inolvidable , en elemento primordial para la vida, de tal forma que se dan relaciones con terrible violencia, relaciones en las que se establece una competencia por el control y un desenfrenado afán de gozar sin compromisos, perdiendo la oportunidad de disfrutar intensamente al combinar el amor con el sexo.

Es una pena que pierdan esa capacidad de admiración el uno por el otro , hablando de géneros, que se enfrasquen en una lucha, en una competencia que les daña y que les excluye de cualquier oportunidad para sentir lo que es amar de verdad, estar dispuestos a dar todo para regalar felicidad a quien se ama, perderse en los mágicos momentos de la pasión entre dos seres que se entregan por completo sin condiciones alguna.

   Por supuesto no es para siempre, esos momentos son las chispas que dan sentido a la vida y sin importar lo amargo y difícil que pueda ser beber las aguas de nuestro destino, existe la posibilidad de alcanzar ese dulce que nos regala el amor, la felicidad que nos regala el compartir con la vida y sentir que hay algo especial en nuestro ser que es capas de dar y recibir a otro ser en momentos en que el universo entero se transforma para llenarnos de su mágico contenido y no exagero al decir que es cuando afirmo que es una experiencia espiritual, sagrada como una oración nacida en nuestra alma.

     Después, cuando escuchamos una bella melodía, cuando leemos una magnifica obra, cuando vemos una buena película, recordaremos los momentos vividos y cuando los años pasen serán esos recuerdos lo mejor que podemos guardar en el baúl de la buenas cosas de nuestro vivir.