De La vida y otra cosas

De la vida y otras cosas. 

Desde la impotencia ante la muerte, desde la desesperación ante la frustración, la traición de lo que consideramos sagrado y nos abandona en los momentos terribles en que enfrentamos aquello que nos lastima en lo mas profundo y destroza nuestro espíritu se elevan los clamores de una especie enfrentando su propia naturaleza, su consciente descubrimiento de la temporalidad en su existencia, la locura de sus aspiraciones que le han conducido por senderos en un gigantesco laberinto conducen al mismo sitio atrapando a los mortales seres en un constante oleaje de sueños que terminan sin un fin apropiado, sin un colofón digno, sin la posibilidad de cambiar aquello que erróneamente  se hizo por descuido, por ignorancia, por el deseo que impulsa acciones con matices brillando como luceros en la noche oscura donde las pesadillas toman forma , se fincan y  construyen fortalezas a la locura.

Quién puede entender a los desesperados que claman desde sus silencios apagados? desde los confines de una soledad entre las multitudes que se mueven incesantes?  no he de ser el que comprenda lo que es incomprensible, ni he de dar la clave para encontrar el sendero para salir de este laberinto construido con deseos malignos, no he de saber las razones de tanto afán perdido en los océanos de la trágica comedia de la vida ni tampoco he de descubrir lo que no ha existido como una posibilidad para dignificar la vida  de quienes en la ignorancia se creen sabios y en la locura se hacen reyes o esclavos de un sin fin de mentales formulas para evadir la realidad que no se comprende porque hay un limite marcado en la capacidad y un misterio que no han podido develar los siglos entre el cielo y la tierra. 

Tiempo que atrapa y va transformando materia y energía en el universo donde cabe cualquier posibilidad , las teorías se proclaman como verdad y después se confirman sin que eso represente el conocimiento de lo esencial ni de las respuestas a todas las preguntas, simplemente es un juego como tantos otros que vamos elaborando y en los que participamos para sentirnos participes de algo, para compartir la misma riqueza de miserias que se van distribuyendo entre perdedores y ganadores, estos últimos son los señores de la guerra, los de los grandes capitales, los que se califican de grandes magnates, multimillonarios con las mismas enfermedades, con los padecimientos de sus padres y sus abuelos, con el mismo tiempo pisando sus aspiraciones, sus arrogantes visiones que se han de convertir en polvo para mezclarse con aquello que despreciaron, esa es la nítida e irrefutable verdad que no pueden eludir con sus riquezas o con su pretendida sabiduría ,se hace patente un amargo destello que desde el principio de los tiempos llega con su mensaje profundo, polvo eres y en polvo te convertirás. 

Los jugadores siguen en la apuesta, no importa si mañana se termina perdiendo todo, que importa ser ganador o perdedor en el universo del tiempo , de una historia que no puede ser recordada, de un misterio que nunca se devela, de una vida que termina siempre transformando los sueños en simples partículas, en elementos que no tienen sentido, o tal vez lo tengan, pero nadie ha sabido cual es el motivo para que sea de esta forma, por que es la vida de los hombres tan compleja ? trágica en sus placeres y gozos, demasiado agradable para despreciarla, seductora por sus caprichosas formas de conducirnos al abismo, por sus encantos que nos hacen creer que somos los seres preferidos de los dioses, dioses nacidos de nuestros propios miedos a los desconocido, dioses que han servido para dar sentido , para controlar y ser parte de los juegos que se inventan y evolucionan para adaptarlos a los distintos escenarios, épocas, condiciones sin que dejen de ser lo que son, un elemento mas integrado en el laberinto de lo misterioso y maligno, de lo que se puede utilizar para el bien o el mal, sin que esto represente una verdad irrefutable, según la interpretación cada cual califica sus fichas y en el juego de la vida se valen las trampas, trucos, cada partida es diferente, las reglas se pueden cambiar en cualquier momento, el tiempo no existe, por lo tanto es imposible seguir la pista de quienes han perdido o quienes ganaron, al final todos terminaron en lo mismo, en nada relevante. 

    JuanAntonio Saucedo Pimentel