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lunes, 29 de julio de 2019

Ultimo hombre

El ultimo hombre y el fracaso de la evolución

Caminando entre las ruinas de un mundo destruido por la gran guerra, buscando por años otro hombre con quien hablar y compartir la pena se preguntaba a si mismo donde había perdido la raza humana su cordura y como la demencia colectiva termino siendo el factor determinante para exterminar millones de especies, con los elementos considerados importantes en un planeta que alguna vez fue hermoso y donde existió toda clase de maravillas naturales.

Quien fue el culpable? seguramente todos desde el principio de los tiempos, algunos participando activamente, otros con su apatía, muchos poniendo mas leña al fuego, la mayoría ignorando las advertencias y permitiendo que se les condujera por los caminos de la violencia y la muerte. 
Lideres dementes o estupidos conduciendo a la humanidad mientras los mas prudentes morían o se ignoraban sus advertencias, a grandes artistas y científicos se les condeno a la pobreza, al exilio, a la prisión sin atender sus llamados a la cordura, su pretensión a buscar mejores caminos para una convivencia pacifica y en buena relación con la naturaleza. 
Ahora que ya no quedaba rastros de la civilización y que al parecer ya no existía la posibilidad de que la especie humana se reprodujera nuevamente, tal vez la tierra recuperara su antiguo esplendor al paso de los siglos, el tiempo ya no era importante, los miles de años borrarían para siempre todo rastro de lo que fue el hombre y sus creaciones, de la destrucción que causara, de sus ilusiones de conquistar otros planetas, el estaba consciente de que al morir se terminaba la historia de los seres arrogantes que prefirieron la exterminación masiva a la posibilidad de una convivencia basada en la razón y el amor, bien se había advertido muchas veces que se caminaba por el sendero equivocado y que el precipicio estaba cada vez mas cerca, sin embargo se continuo en la carrera armamentista, en la competencia comercial en la guerra financiera en el proceso destructivo sin que se impusiera la cordura jamas, entonces no había que lamentar, ni quien lo hiciera, todo se perdió y nadie pudo erguirse como triunfador, si el era el ultimo hombre en la tierra, que era lo mas probable, no era quien había de aspirar a encontrar una forma de justificar lo injustificable, las evidencias ya no importaban, tampoco los argumentos, la verdad era patente sin necesidad de proclamarla, la estupidez había triunfado al no comprender que un incendio no se combate con fuego ni las inundaciones con agua según lo advirtieron los sabios muchos siglos antes de que la gran catástrofe ocurriera. 

Cuando entraba a los diferentes refugios marcados en el mapa de emergencias y catástrofes buscaba afanosamente revistas con fotografías para no olvidar como era la tierra y sus maravillas, los rostros de la gente, la sonrisa de los niños, la alegría de las familias celebrando, un velero navegando en el océano azul que hoy era rojizo y sobre todo  leer algún relato interesante para no olvidar del todo el significado de las palabras, no importaba si estaban en otro idioma, el traductor le auxiliaba y afortunadamente seguía funcionado sin que comprendiera la razón .


De pronto el corazón le dio un vuelco! no lo podía creer, a lo lejos distinguió la figura de otro ser humano saliendo de uno de los refugios y se apresuro a su encuentro, pero aquella figura emprendió la huida, como si hubiese visto un enemigo y el comprendió que era inútil intentar alcanzar aquel ser que sin duda tenia suficientes razones para no confiar en los de su misma especie, que situación tan extraña, los considerados sociales ahora se apartaban, se aislaban condenados a si mismos, justa sentencia para quienes terminaron con el mundo y no tuvieron consideración de ningún elemento de la tierra, vaya manera de terminar una supuesta evolución, la transformación de lo sublime a lo monstruoso, del éxtasis a la agonía dando un sentido inverso a las teorías, terminando con los pretendidos nexos divinos, con las fantásticas historias de seres creados para ser los reyes del universo, cuanta arrogancia y cuanto fallido argumento perdido en el silencio y la vastedad de un mundo sin vida. 
 Prosiguió su marcha en pos del siguiente refugio, simplemente porque aun quedaba en su espíritu el afán de explorar y de ver que había en esos tantos lugares que se consideraron seguros sin tomar en consideración que la humanidad estaba en un proceso de auto destrucción, en un suicidio colectivo que no solo se manifestó en la gran guerra, sino en el rechazo a permanecer en esos refugios durante el tiempo calculado para reiniciar la restauración, la restauración de que ? eso era una ironía dentro de una perseverante e imperante sed de venganza en la hoguera de los odios y de la frustración al verse en el fango de la propia estupidez, en el fondo de los perversos sentimientos que como un gigantesco tsunami arrazo cada rincón del planeta. 

Imaginaba en sus recorridos donde se encontraban los grandes bosques, los lagos, los ríos y sus cascadas que fueron atracción turística, intentaba recordar al detalle lo que fueron los lugares preferidos para la diversión, el deporte, la recreación, el arte, la música y el canto de los magnifico interpretes que se escucharon en el mundo, e intentaba cantar alguna de las canciones que mas le gustaban, pero normalmente se quedaba sin voz a los pocos segundos, el aire enrarecido lastimaba su garganta . prosiguió durante meses su marcha mientras pensaba que Dios seguramente se había cansado de ser objeto de burlas, de especulaciones, discusiones sin base, luchas y falsos argumentos para controlar a los creyentes. Ya se habían callado para siempre las voces de los lideres religiosos encumbrados en sus tronos, encerrados en sus propias mentiras, acorralados en sus miserables pretensiones de entender lo que el Creador del universo deseaba del los hombres, sus falacias se perdieron para siempre, lo mismo que los de otros muchos que se consideraron poderosos por acumular grandes fortunas, poder , fama, sin que ya significaran nada en el tiempo que se había llevado el torbellino del genocidio pactado desde la aparición del hombre. 
Siempre deseaba recordar cosas sublimes y bellas, pero terminaba cayendo en el abismo de un dolor profundo, de un asco por lo que él  mismo era, un hombre, el máximo depredador en el planeta. 


Se detuvo a tomar un sorbo de agua de su mochila saco la delgada manguera y la introdujo por le orificio de con diafragma de la careta que cubría su rostro y lo protegía de la  contaminación aun existente, se acomodo en el tronco de un árbol petrificado y miro al horizonte, no había mas que ruinas de colores grises o pardos, todo a punto de convertirse en polvo que en la próxima tormenta seguramente seria arrastrado a lo acantilados, a los cráteres formados por explosiones de proyectiles o  arrojados al océano, limpiando poco a poco la tierra y dejando los espacios para que la naturaleza intentara la recuperación paulatina, el surgimiento de otras especies, tal vez mejores si lograba contener la evolución al punto de la inconsciencia, de la memoria simple para adaptarse a los cambios del clima o del ambiente, sin mas pretensiones de inventar o descubrir lo que no corresponda a la interrelación que permita la convivencia armónica y creadora de belleza.

Qué importaba ? ya no habría testigos ni quien interviniera para calificar , clasificar, ordenar o modificar, pero tampoco para destruir sin consideración alguna, tal vez eso era lo mejor, fue entonces cuando sintió a sus espaldas la presencia de alguien, volteo rápidamente, ahí estaba la el mismo ser que había visto antes, era una mujer con su traje protector, su mascara que delataba ser del oriente, por lo que de inmediato activo el traductor para hablar con ella y preguntarle desde donde venia y si había encontrado otros seres humanos en su camino.
La respuesta no le sorprendió, no había encontrado a nadie, había salido del refugio en un pueblo de China y llevaba casi ocho años vagando y buscando otros refugios con el detector para localizar alimentos aun en buen estado lo mismo que agua sin contaminar, los depósitos estaban llenos  y no se explicaba como es que la gente habla preferido morir sin esperar a que la contaminación disminuyera, la única explicación era que se llego a un punto de alteración mental que no pudo resistir las condiciones y la catástrofe a la que se estaban enfrentando.  Ella era una microbióloga, eso ya no tenia ningún sentido en las actuales condiciones, cualquier estudio era innecesario, cualquier conocimiento carecía de importancia, los títulos, las investigaciones, todo había sucumbido y no quedaba sitio para nada que se relacionara con el afán de conocimiento. 
El la escucho en silencio durante varios minutos, asintiendo y procurando mantener la atención en las palabras que sonaban extrañas después de tanto tiempo sin escuchar una voz humana, la dejo hablar comprendiendo su desesperación, sus ansias de comunicar con alguien aquello que guardaba, lo que consideraba necesario para no volverse loca, para saber que alguien estaba ahí para escucharle, ella concluyo diciendo que en veinte años ya existirían posos con agua apta para el consumo humano,  después siguió su marcha resuelta por aquel desierto y el no hizo el menor intento de seguirle, sabia que era inútil, ella también había llegado a la conclusión de que esa historia no podía continuar, que si ellos eran los últimos de la especie , lo mejor era apartarse, dejar que la naturaleza cerrara un ciclo erróneo, permitir que otras formas de vida poblaran el planeta, imaginando que pudieran ser mejores . 


Varios años pasaron antes que el llegara a las pirámides donde alguna vez los hombres adoraron al sol, a la luna, al agua, al rayo y a la noche, se sintió conmovido al ver aun en buen estado aquello que en un tiempo se considero ruinas arqueológicas y ahora era lo único intacto para demostrar que los hombres pudieron construir cosas grandiosas, la pirámide del sol y de la luna, el sendero de los muertos, ahora tenían mayor sentido, eran el colofón perfecto para la historia humana, terminado en el mismo lugar donde iniciara el mito de la relación con los seres divinos del universo.  Subió a lo alto y alzo los brazos, se quito la mascara , el sol ardiente lastimo su rostro y  grito con todas sus fuerzas,  soy el ultimo sacrificado !  se desplomo sobre las piedras y en su ultimo suspiro pensó en sus padres y hermanos, en los humanos que se perdieron en un espacio tiempo ya sin relación alguna con la memoria de sucesos y de características deterioradas, transformadas, al dejar la vida.

JuanAntonio Saucedo Pimentel

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