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miércoles, 18 de septiembre de 2019

NO SOY UN ROBOT


NO SOY UN ROBOT
Seguramente ustedes se han encontrado con esta aseveración en algún formulario por internet que presuponemos es para afirmar la autenticidad de la información que estamos enviando por medio de nuestro dispositivo , todo bien, pasamos después de hacer lo que nos piden y ya estamos en contacto, pero en realidad no somos robots?  estamos haciendo las cosas consciente al cien por ciento de lo que deseamos o simplemente seguimos lo que se denomina seudo pensamientos o ideas inducidas a travez de un bombardeo constante de mensajes que nos llegan por diferente medios hasta conformar diseños de comportamiento acordes a lo que se desea por quienes dirigen y patrocinan esos mensajes?   buena pregunta !

Si observamos con atención veremos que la mayoría de los habitantes de las grandes urbes en distintos países se comportan de manera muy similar, podríamos decir que han perdido su autenticidad local, sus costumbres y parte de sus tradiciones para incorporarse a la medida moderna de las mayorías, consumiendo todo aquello que el mercado ofrece como garantía de que se tendrá una vida mejor, lo cual resulta contradictorio cuando vemos las consecuencias en el deterioro de las relaciones humanas, en la violencia, las adicciones y ademas comportamientos auto destructivos donde el mayor es aquel en el que estamos condenando al planeta entero al exterminio por no hacer caso a quienes alertaron hace muchos años sobre el daño que se estaba haciendo con el depredador mal uso de los bienes naturales, de la contaminación y otros factores que nos estaban llevando a un precipicio. 

Es lamentable que no hayamos podido encontrar las formulas para contrarrestar la codicia y mal comportamientos de los que han liderado a grandes grupos humanos a un destino poco agradable, donde los recursos elementales para la vida se han convertido en un bien al que cada vez menos individuos tendrán acceso y en donde seguirá imperando la ley del fuerte, de la riqueza, el poder nacido de la brutalidad y no de la prudencia o del buen juicio para dirigir por otras sendas nuestros pasos.
En este proceso y bajo estas circunstancias es muy probable que se busquen formas de evadir la realidad, de ahí que se tengan comportamientos que no solo nos convierten en robots, sino en seres que están encadenados a elementos ajenos a libre albedrío, a la posibilidad de reconocer lo real de lo imaginario, de enfrentar la realidad y luchar por vencer los obstáculos de manera consciente y con la total convicción de que tenemos oportunidad de ser humanos, de vivir con nuestros errores y aciertos, con nuestras imperfecciones pero también con la certeza ese que podemos mejorar por medio del esfuerzo continuo, de la búsqueda de aquello que nos proporcione paz interna, fraternidad con lo externo.

Al decir NO SOY UN ROBOT debemos estar conscientes de lo que ello significa en toda su magnitud frente al comportamiento en cada uno de nuestros actos, donde verdaderamente actuamos acordes con  las condiciones en las que nos encontramos, conscientes de que no es un mundo perfecto, que hay que luchar constantemente por no caer en las trampas de los mensajes que nos impulsan a un comportamiento manejable, un accionar determinado dentro de los parámetros de contaminados preceptos que se han manejado por quienes solo repiten aquello que les ha sido embutido como parte de un entrenamiento para actuar por intereses que simplemente no han dado buenos resultados, la prueba mas contundente es como están las sociedades humanas y el planeta en su conjunto desde el punto de vista natural. 
 Nos salimos de nuestra propia identidad, nos convirtieron en sujetos armados dentro de una maquinaria educativa donde la competencia prevalece, donde se permiten toda clase de artimañas para ganar y obtener el mejor lugar, el poder, la riqueza, la fama, sin tomar en consideración el daño que eso puede ocasionar en la mente de quienes, queramos o no, son parte de la naturaleza.   No podemos negar nuestro origen, estamos ligados intrínsicamente con cada elemento de la tierra, este planeta no es solo nuestro ni somos los mejores seres que la habitan, simplemente estamos en el mismo paquete, compartimos los mismos elementos y tenemos la responsabilidad de cuidar de esos elementos porque estamos conscientes de su importancia, porque tenemos la capacidad para hacerlo y sobre todo, porque de ello depende nuestra propia supervivencia . 

La ventaja es que si podemos dejar de ser manejados, tenemos un cerebro que analiza y formula con velocidad asombrosa para llegar a conclusiones que nos sorprenden una vez que ha captado donde esta el error o donde puede existir una falla, intenta de inmediato reparar, encontrar soluciones, perfeccionar.   Es muy probable que millones de seres ya estén buscando esas soluciones, que se encuentren las formulas para revertir el daño causado, que se cambien de rumbo y que el la especie se incorpore nuevamente a la naturaleza de la mejor forma para vivir en paz y armonía con los otros elementos del planeta. Estoy cierto que las nuevas generaciones han de aprovechar el conocimiento y los medios a su alcance para realizar aquello que nos ha sido imposible de hacer en el pasado, porque ahora se es mas consciente de lo que es ser un robot, de lo que significa no estar encadenado y manipulado por diferentes métodos.
Claro que existe también la posibilidad de que el tiempo ya no alcance para realizar la hazaña, perder significa la aniquilación, el exterminio, por eso es tan importante la colaboración y el esfuerzo para ganar esta guerra, una lucha contra nuestros propios demonios, contra los seudo pensamientos grabados en nuestra mente, contra lo establecido para hacernos robots. 

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