LOS INDIGENAS

De los indigenas 

Como cada temporada de cosecha los indigenas llegaron para trabajar en esa faena que en esos tiempo se realizaba sin maquinaria, llegaron cargando todo lo necesario para instalarse durante varios días en los corredores de la hacienda . 

Siempre me sorprendía la rapidez como preparaban su campamento  y las mujeres sacaban incluso cosas tan pesadas como los metates para moler y preparar la comida que pronto llenaba el cambien a olores que denotaban su manera peculiar de preparar alimentos con muchas plantas y verduras que habían recogido mientras recorrían los campos para llegar hasta los sitios donde se les contrataba, los admiraba y me sentia realmente atraído por la sencillez con la que podían vivir, sin complicarse demasiado la existencia con expectativas fuera de la realidad, sabían cual era su lugar y lo aprovechaban al máximo dándose tiempo suficiente para disfrutar en familia, ya que siempre viajaban juntos.

   Creo que ellos también sentían cierta empatía conmigo, por lo menos me aceptaron entre su grupo y me invitaron a comer varias veces, lo cual aproveche para ir conociendo mas de su cultura, me percate que eran muy bromistas, reír y gozar era parte importante en sus relaciones, de tal manera que algunas veces aprovecharon mi ignorancia de su lengua para jugarme bromas y hacerme decir cosas que les provocaban risas y a las mujeres les hacia sonrojar, pero yo les seguía la broma con agrado, entendiendo que no era su intención ponerme en ridículo , sino divertirse y disfrutar del momento, eso me gano su amistad y me permitió conocerles cada vez mas.

Me decían que su tribu tenia asentamiento en lo alto de la sierra, en un valle rodeado de montañas donde difícilmente llegaban otras personas que no fueran de la comunidad, ellos solo bajaban en el tiempo de la cosecha del maíz, porque era cuando se abastecían de semillas para sembrar sus terrenos y comprar hilos, telas, artículos para labrar o para cocinar, las mujeres algunos adornos para su cabeza o sus orejas, ya sabes, ellas son muy dadas a ponerse cosas que no necesitan.

Silvino, que era el  nombre de uno de los que mejor se entendía conmigo en español me contaba esas cosas, como si fuera una historia sacada de un libro de historia o de fantasías porque había en sus relatos cosas que me parecían difíciles de creer, como el hecho de que en sus chozas no tenían muebles, ni tampoco existían aparatos eléctricos porque la energía aun no se las proporcionaban, que el mayordomo era quien servia de juez y de principal en todas las ceremonias donde se daba gracias a la madre tierra por los frutos que regalaba, al sol por el calor y la luz, al fuego porque era quien se atizaba para preparar terrenos y los alimentos, a la muerte porque era la encargada del descanso de enfermos y viejos, a la noche porque permitía viajar por los sueños, a muchas otras cosas que eran importantes, de tal forma que siempre tenían festejo o ceremonia para agradecer, donde la mujer era importante porque era el conducto para los nuevos seres, ellas eran respetadas y se tenía muy en consideración su papel como madres y amantes, era mal visto que una de ellas se negara a las relaciones sexuales con los hombres que la solicitaron y también que  no fuera buena hija y buena compañera, cocinera y tejedora, porque de eso dependía la buena relación con los hombres encargados de producir los aquello que era necesario para alimento y para tener techo, protección, apoyo en cuanto ellas eran mas débiles o por su estado, cuando están embarazadas, impedidas para algunas tareas, por lo cual todos cooperaban y se tenia la obligación de asistir a los que lo necesitaban por lo que desde muchos años atrás habían ideado hacer una casa donde se ponía parte de lo que producían para que en caso de ser necesario ahí pudieran recurrir aquellos que no habían tenido un buen año o estaban enfermos y por lo mismo incapacitados a producir. El mayordomo principal cuida que no se deje ni se tome lo que no es justo, por eso es tan importante su nombramiento, el cual se hace en una ceremonia donde se exponen sus buenos atributos, sus defectos, las cosas que ha realizado, el respeto que ha demostrado durante su vida a sus padres, a los dioses, a la comunidad, sus contribuciones, el propósito de de su existencia, la atención a los hijos y otras cosas que en varias reuniones se platican y se discuten, se afirman o niegan hasta que se logra un acuerdo o se impone otro candidato, el cual seguirá también el mismo camino, tu sabes, no es cosa de menos importancia estar en la responsabilidad de la tribu. 

Le pregunte que como eran sus relaciones de pareja y se sonrió , como la de todos los hombres y mujeres , algunas veces hay cosas que hacen gozar y otras que molestan, se pone a prueba la resistencia de ambos y la voluntad para hacer una familia, los hijos son lo importante, eso nos une, pero no hay mucho de celos entre nosotros, cada hombre o mujer es libre de tener otras relaciones sin que eso signifique que no es fiel a su familia, no al hombre o a la mujer, ellas saben su papel en la casa donde habitan y es ahí donde el respeto es necesario, mientras cumplen con sus deberes de esposa y madre tiene derecho a disfrutar de sus deseos y de satisfacer lo que le haga sentir bien, lo mismo sucede con el hombre que ha de ser responsable para su familia pero no tiene restricción para gozar de otras compañías ni de realizar actividades que puedan darle satisfacción , como sucede cuando se dedican a la música o a la creación de figuras en madera o piedra, tu entiendes, esas actividades que parece no tienen un fin practico, pero eso no quiere decir que la gente se haga libertina y no tenga freno a sus instintos, el engaño no existe, porque el respeto y honor son muy valorados.

Los chamanes también son importantes y ellos han llegado al conocimiento de las plantas ,de su poderes curativos, para quitar dolor, para evitar embarazo o para calmar cuando se tiene pena en el corazón, ellos gozan del respeto, son participes de lo que se produce aun cuando no hayan realizado faenas durante los tiempos que están ocupados curando a enfermos o auxiliando a las parturientas, porque no siempre las mujeres que les ayudan pueden resolver complicaciones, la partera y el chaman hacen los rituales de bienvenida de los niños, lo que es muy importante. Apenas nace el bebé, la partera lo coge en sus manos y le dice las palabras de bienvenida. recuerda estas: ven hijo de Dios, aquí vamos a vivir, en esta comunidad, en esta casita, con esta familia, comidos o no comidos, pero aquí vamos a vivir. Siempre estaremos juntos, aquí vas a crecer, vas a ser grande, vas a tener hijos, vas a tener tu pareja, aquí en esta comunidad bajo mama, papá Dios, bajo la Virgen, aquí vas a vivir”. Se cree que si no se da una adecuada bienvenida al recién nacido, él se sentirá rechazado. Según la medicina ancestral tradicional, de acuerdo a cómo venga el niño al mundo será como actuará en él mientras viva. Después de las palabras de bienvenida, se corta el cordón umbilical y se le amarra un hilo de color rojo que simboliza el color de la vida. Después de unos días el pedazo de cordón que quedó en el cuerpo del niño se cae, los padres suelen conservarlo colocándolo en algún lugar donde reciba humo, esta costumbre es un modo de decir “tú naciste aquí”.   Después del alumbramiento, la partera atiende a la madre, comprueba la salida de la placenta e inicia un nuevo ritual. Sobre una manta, la partera da golpes a la placenta con ramas de plantas que el chaman ha preparado y dice: “No serás ocioso, no serás andariego, vivirás en la casa, atenderás tus roles, servirás a tu comunidad, servirás a tu familia, servirás a tu entorno. No te olvides de la tierra donde naciste, ni de la comunidad donde naciste, no te olvides de los que te ayudaron, de los que siempre están contigo”. 2

Mucho me hubiera gustado poder ir a su comunidad y conocer mas de sus costumbre, de entender y aprender la forma sencilla de existir en un mundo que parece apartado de todo aquello que contamina las mentes de quienes a diario nos vemos bombardeados por malas noticias por las decisiones de positivos y hombres sin escrúpulos que solo piensan en aumentar su poder y riqueza, de aquellos que siguen lucrando con la guerra, la muerte, la contaminación, la enfermedad o el dolor, sin atender que somos parte de un mundo en donde esta todo relacionado y que tal como lo hacen los pueblos indigenas, debiéramos atender nuestra responsabilidad con la tierra, con Dios, con nuestros padres, con la comunidad y con la familia de la manera que se encontrara una mejor convivencia, relaciones de amor y de amistad, de justicia, haciendo lo correcto, pensando y actuando en pro de la vida, comprendiendo que es importante mantener el equilibrio de nuestro mundo . 

Cada vez que recuerdo a esos indigenas y su forma de vivir, me siento inclinado a pensar que hemos equivocado el camino, que hay formas de vivir en las que no es necesario competir o intentar alcanzar el éxito según los paradigmas que se han formado para mantenernos dentro de un sistema de consumo , tal vez ellos tienen la formula para encontrar esa tranquilidad de espíritu , esa alegría de vivir, de gozar naturalmente sin entrar en demasiadas complicaciones que al final son las que nos han convertido en enemigos de la naturaleza, cierto es que ellos están mas cerca de la felicidad y eso lo pude notar, porque como dicen, el amor y el dinero no se pueden esconder, bueno tampoco la felicidad, que se irradia y contagia, que nos hace añorar los años en que éramos inocentes y no estábamos influenciados por la mercadotecnia, cuando éramos niños y sentíamos que todo alrededor podía ser parte de un juego, creo que ellos aun siguen viviendo de esa forma.  

2-Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/regional/1/el-parto-indigena-un-ritual-de-vida