El abuelo regreso golpeado, a punto de desmayarse, sangrando de los pómulos, boca y nariz, con la camisa desgarrada, su pelo blanco teñido de rojo, toda su rostro y parte del torso estaba amoratado, fue una visión que jamas olvidaría su nieto que le abrió la puerta , le ayudo a llegar a un sillón donde se dejo caer rendido. Durmió toda la tarde, la noche, parte del día siguiente, cuando se levanto fue directo al baño, se escucho que vomitaba, tomo un baño, se desinfectó las heridas con alcohol, no había ningún otro producto para ello, se sentó ante la mesa con mirada triste, el niño le miraba deseando decir algo, pero no se le ocurría nada que pudiera expresar lo que sentía, era un sentimiento confuso, mezcla de furia, tristeza, impotencia, amor, rabia, que le lastimaba el alma ,jamas olvido ese momento ni las palabras del abuelo que sin quejarse en lo mas mínimo le dijo :
Te voy a contar el cuento de una niña que nació en una flor, una niña preciosa que estaba designada a ser la reina de un lugar que aun no era descubierto.
Abuelo, dijo el niño, tengo ocho años, dices que soy inteligente y me quieres contar esa historia ahora que estoy esperando que me expliques porque te han golpeado de tal manera, creí que morirías cuando no podía hacer que despertaras, he llorado sobre tu cabeza, he limpiado tu rostro con mis lagrimas, soy un hombre, tu lo has dicho, así que ve soltando como fue que te han capturado esos maleantes que llegaron al pueblo, por qué te han golpeado de tal manera?
Antonio,Antonino, de verdad ya no eres pequeño, ya no crees en las hadas, en las princesas que nacen en flores, pero te he de decir que esas cosas son ciertas, ya veras que equivocado estas cuando seas grande, espero tengas la suerte de encontrar una de ellas para que te convenzas de que algunas veces la realidad supera a la fantasía, pero ya que insistes te dire que me han pillado robando una gallina, se me antojó que hiciéramos un buen caldo, pero hicieron tanto alboroto en el gallinero que vinieron los de la guardia, me agarraron con la gallina en las manos, no con la masa, esa no hubiese hecho ruido.
Déjate de bromas abuelo, qué fue lo que les ha molestado al punto de casi matarte por una gallina?
Al parecer estaban de mal humor, les había despertado, no era de su agrado que les hubiera arrancado de los brazos de Morfeo por andar de zorro metido en un gallinero, eso fue lo que les dije, que yo era el zorro del pueblo, que tenia por costumbre comer gallina en caldo en el día de mi cumpleaños.
Me dieron con las macanas mientras maldecían mi condición de ladrón, proferían gruesas palabras que no tiene caso repetir, me propinaron patadas, golpes con los puños , escupían en mi rostro afirmando que eso era mi regalo , que esperaban no olvidara el año que entra lo bueno que eran dando presentes o tendrían que repetir la dosis. El jefe de ellos es hombre muy malo, tiene un historial de asesino, traidor, abusador de mujeres, contrabandista, esta de todo lo que te imaginas en su lista de fechorías, le tienen gran miedo sus secuaces, por eso le obedecieron cuando les dijo que me regalaran golpes hasta que diera la orden de parar, se fue a dar un paseo, se retorno con calma, entonces dijo que era suficiente. No imagine que esa gente fuera tan malvada, ahora se porque nadie se atreve a enfrentarse con ellos, pero solo son unos ocho o diez que dicen estar apoyados por su ejercito, no les creo, ellos se han convertido en una banda criminal que aprovecha el miedo para dominar este pueblo.
El chico anduvo pensativo mientras el abuelo intentaba comer algo, el dolor de las quijadas, los labios reventados no le ayudaban mucho, se conformo con tomar un poco de leche.
Antonio le dijo: tengo una idea abuelo, los vamos a matar a todos, bueno, no tanto, les vamos a regresar el mal que te han hecho.
Qué locura estas diciendo Antonino? que no ves que son jóvenes fuertes y armados, un viejo y un niño no hacen gran competencia para esos desalmados.
Claro que podemos, tu sabes mucho de yerbas, de las que sirven para aliviar y de las que hacen daño, ellos tienen la costumbre de quitar todo aquello que les parece de valor o sabroso y se atraviesa por su nariz, les podemos preparar un compuesto delicioso pero de amargos resultados.
Vaya con el nieto que me han regalado el cielo, eres mas decidido e inteligente que yo, lo cual no es poca cosa, te voy a encargar que vayas al campo y cojas de todas las diferentes plantas que encuentres por el camino, yo me encargo mas tarde de ver cuales nos pueden servir para lo que se te ha ocurrido, por el momento no estoy en condiciones de acompañarte, pero se que sabes como eludir los peligros, se escurridizo como un ratón, listo como los zorros.
Como los zorros no replico el niño, ya ves lo que te ha pasado por decir que eras uno de ellos, soltó la carcajada al unísono del abuelo que por un momento olvido el dolor de su rostro y cuerpo.
Antonio había quedado huérfano desde los tres años, sus padres y la abuela murieron cuando un terremoto provoco que se vieran grandes rocas rodando desde la montaña, era de noche, fue demasiado rápido, en lo profundo de su sueño quedaron sepultados por esa avalancha que le dejo solo con el abuelo, ellos estaban en otra habitación donde las rocas no cayeron, fue algo que no podían explicar, estaban tan cerca, pero no sufrieron ningún daño, como si hubiese existido un genio que les libro de morir.
En el campo se sintió feliz, siempre le gustaba ir ahí con el abuelo, el olor de la hierba, de los arboles, de las flores, el trinar de los pájaros, el agua fresca del arroyo , los enormes riscos con sus laderas de figuras extrañas, se le figuraban gigantes que se movían lentamente, muy lentos, tanto que no se alcanzaba a percibir su movimiento, ademas le agradaba sentir la tierra hundirse bajos sus pies, dejar la marca de sus huaraches por un sendero que trazaba mientras caminaba pensando que esas huellas le ayudarían a encontrar el camino de regreso.
Muchas plantas diferentes metió en el canasto, se paso la mañana entera en su agradable tarea pensando que ahí estaba el remedio para borrar el temor de las gentes en el pueblo, por dentro se reía pensando en lo que sufrirían los malvados.
El abuelo examino las plantas, separo hojas de una cuantas, las machaco en un molcajete, les puso un poco de agua, las metió en un recipiente y las tapo, mientras decía : hay que dejar que fermenten, que se hagan sus hongos dañinos, que crezcan sus bichos del infierno, ya veras como cuando preparemos una torta con blanquillos , harina y nuestra salsa de formula extra potente, tendrá un olor exquisito, irresistible, pero el daño que causa es para no volver a comer en mucho tiempo.
Cinco días pasaron, el abuelo se levanto temprano y fue con una de la vecinas que tortera de madrugada para que le diera unas tortillas recién hechas, con ellas hizo tacos de su recién preparada torta de blanquillos que como ingrediente principal tenia la preparada mezcla de plantas ya fermentadas a su conformidad.
Antonio salió con el canasto y los tacos bien envueltos en servilletas bordadas por su madre y su abuela, nada mejor que la familia estuviese involucrada en su venganza pensó mientras subía por la calle y pasaba frente a la cabaña donde se instalaron los de la banda del Colorado, como le decían a su jefe.
El olor de los tacos les hizo reaccionar de inmediato, era la hora de la mañana en que se antoja un buen cafe y algo de alimento. Descubrieron el origen de tan exquisito aroma , preguntaron a Antonio sobre su carga y el chico dijo que eran unos tacos para uno vecinos.
Nosotros también somos vecinos, trae para acá ese canasto , te lo cambiamos por una pistola para que aprendas a tirar como los hombres.
No puedo hacer eso, mi abuelo se enfadaría, es para unos pobres que no tienen mucho que comer.
El Colorado grito :Nosotros tampoco tenemos que comer, te damos ademas unas veinte balas y no se hable más que ya las tripas están rugiendo de hambre.
Arrancaron el canasto de sus manos y cómo verdaderos animales empezaron a comer los tacos mientras gritaban a una de las muchachas que tenían secuestradas que les trajeran cafe bien cargado.
El chico espero a que terminaran con todo, pidió la pistola y sus balas, les miro con burla mientras se alejaba, le vino a la mente una canción que cantaba con su abuelo y empezó a entonarla muy contento
La vida nos da la vida nos quita
hay que vida tan sorpresiva
tan reluciente y bonita
mira que yo te cortejo
te miro en el cielo
en el lago como un espejo
eres mi consentida, hay vida como te quiero
repitió eso sintiendo que el corazón le salía del pecho, llego a la choza, miro al abuelo con alegría, le dio la pistola y las balas mientras decía: mira , que te parece ? ademas me dieron con que rematarlos.
No va a ser falta mi niño, hasta el modo de andar van a perder esos malditos, van a desear no haber nacido.
Esa tarde se escucharon gritos de dolor, se vio a los violentos hombres correr como locos por las calles, gritaban que se estaban quemando, que no veían donde pisaban, que la vista estaba perdida y su cabeza explotaba, corrían alocados , se golpeaban en los muros de las chozas en los troncos de los árboles, se caían por las calles, se revolcaban en los charcos, se quedaron después tirados como muertos, el abuelo y el el niño fueron con otros vecinos y los cargaron a lomo de los caballos que con los que llegaron al pueblo, bien sujetos con cuerdas los condujeron a la salida del poblado, espantaron a la manada que salió a galope hasta perderse en la llanura.
Alguien de los presentes dijo: nunca antes vi una manada de bueyes tan unida a una de caballos .
Alguien de los presentes dijo: nunca antes vi una manada de bueyes tan unida a una de caballos .
Antonio estaba que brincaba de contento, abrazo a su abuelo y dijo:
cuéntame el cuento de la niña que nació en una flor.
Por qué ahora sí deseas que lo narre ?
Algo ha de tener de tu sabiduría, no quiero perder nada de lo que tu sabes, eres un verdadero genio, un héroe que se ha disfrazado de viejo para enseñarme como ser un hombre de bien.
No quieres mejor ir a practicar tiro con tu pistola? tenemos suficientes balas, les quitamos todas a esos maleantes.
No, las armas son para los tontos y los cobardes, hay que saber como acabar con el mal utilizando la inteligencia, aprender lo que tu sabes me ha de hacer mayor provecho.
Antonio, Antonino, eres un niño muy despierto, desde el cielo tu abuela, tus padres estarán muy orgullosos observando como te vas formando por la vida, nunca dejes de pensar y actuar con prudencia, el vivir sencillamente te da tranquilidad, no tener demasiado evita que te molesten, caminar por los senderos del bien siempre tiene agradables recompensas.
La niña que nació de una flor
Nikté decían que había había nacido de una flor, que era tan pequeña que se podía alimentar del néctar de las flores y con pedacitos pétalos, fue amiga de hormigas y de abejorros, de abejas también, porque ellas le enseñaron como sacar el néctar, pero a medida que fue creciendo aprendió a tejer nidos como los pájaros, construyo uno al estilo de los colibríes y le encantaba trepar a los árboles para comer sus frutos. Muchos sonidos aprendió de los animales, como le trinar de los pájaros el croar de las ranas, el aullido de los lobos, de los patos sus graznidos, pero lo que mas le causo dificultad fue aprender la lengua de los hombres, a los cuales descubrió en uno de sus largos paseos a las montañas, los escucho desde lejos, les siguió los pasos, espiando sus movimientos, viendo como encendían fuego y ponían sobre el la carne de animales que habían matado con largas lanzas , escucho como se comunicaban y puso atención en algunas palabras que designaban a cosas que le parecieron importantes, como fuego, alimento, tronco, humo, dormir, camino, montaña ; cada vez que encontraba a un grupo de hombres les seguía para seguir aprendiendo hasta que llego a entender la mayor parte de lo que hablaban.
A los ocho años ya dominaba el lenguaje, conocía muchos lugares del bosque, distinguió cuales animales eran dañinos, cuales peligrosos, lo mismo que las plantas y los frutos, que algunos podían causar grandes dolores o producían alucinaciones, se mudo a la montaña, en una cueva cercana a donde anidaban una pareja de águilas, cuando tuvieron crias, ella les llevaba carne de la que dejaba el jaguar en un tronco, ese animal también le era familiar, no le causaba temor porque ella le ayudo a salir de una trampa, eso le gano su respeto, no era extraño verla caminar con el enorme gato a su lado o que alguna de sus vecinas águilas la estuviera vigilando dede las alturas, ella aprendió que el ave lanzaba un graznido cuando detectaba algún peligro en el camino.
Por accidente aprendió varias cosas que le fueron de mucho provecho, como el lanzar piedras con una cuerda tejida de palma o el pescar con una cesta del mismo material, ella aprendió a tejer la palma por imitar a como hacían los pájaros sus nidos, perfecciono la técnica porque tenia mayor capacidad para lograrlo, sus manos le daban ventaja.
El lanzar piedras con las cuerda tejida se le ocurrió un día que estaba jugando con una de esas cuerdas, la doblo y puso una piedra en medio para hacerla girar alrededor de su cabeza, de su brazo, de su cuerpo y de pronto la cuerda se saco de uno de los extremos y la piedra salió volando lejos, mucho mas lejos de lo que ella la podía lanzar tan solo con su brazo, entonces lo repitió hasta que comprendió como debía utilizar esa herramienta, muy útil para espantar a enemigos grandes como los changos que algunas veces la molestaban gritando y brincando a su alrededor cuando no estaba cerca el jaguar.
Pescar con la cesta ocurrió cuando llevo al rio una de las cestas que había tejido, brinco desde la orilla a una de las piedras que estaba mas al centro de la corriente y ahí metió la cesta para enjuagarla porque se le habían manchado por el jugo de alguna fruta, de pronto un pez cayo dentro del cesto y ella, queriendo observarlo mas de cerca , saco el cesto, el agua se escurrió por entre los orificios, pero el pez quedo ahí sin poder escapar, era de gran tamaño, bueno para probar su sabor pensó la niña, lo llevo a su cueva, donde utilizo la técnica que había aprendido de los hombres para hacer fuego y preparar el pescado, pero no tenía sal, así que le puso algunos frutos que le parecieron buenos para acompañar su alimento, el resultado le gusto mucho, era delicioso, en los días siguientes experimento con diferentes frutos preparar el pescado, hasta que supo cuales eran los que mas le gustaban y algo que también descubrió por ese tiempo fue que el fuego y el humo no agradaba a los animales, se alejaban de inmediato cuando ella encendía una fogata.
A partir que empezó a comer pescado y carne asados al fuego, el desarrollo de Nikté fue muy rápido, crecía cada día un centímetro, de tal manera que en cosa de tres meses tenia la estatura de una mujer alta y atlética, apenas se daba tiempo para ir haciendo vestimentas apropiadas, era un continuo tejer palma, plumas, pieles que aprendió a curtir observando a los cazadores, pero lo que mas le preocupaba es que sus compañeros pequeños del reino animal se alejaban, cada día eran menos los que venían para hacerle compañía mientras tejía o preparaba alimentos, aunque también noto que era el fuego lo que mas les asustaba, por lo que decidió hacerlo con menos frecuencia, era feliz comiendo frutos, flores, raíces que las liebres le señalaban, de buen sabor y nutritivas, de tal forma que no pasaba nunca hambre. La lluvia es muy abundante en esa región y ella se tejió con las palmas y plumas un buen impermeable, una capa con la que se podía envolver por completo y quedar en cualquier sitio esperando a que pasara la tormenta, pero si era necesario, podía caminar con ella sin ningún problema, ademas, ella estaba muy acostumbrada a mojarse con esa lluvia constante templada que le ayudaba a mantenerse limpia. Paso varios años aprendiendo diferentes técnica y cosas que le fueran útiles en su vida, cuando llego a los quince de edad tenia un completo dominio y conocimiento de un gran territorio que recorría con el jaguar y con los aguiluchos que ya eran descendientes de la primera pareja de Aguilas que anidaban sobre la cueva que ella habitaba, en realidad era una gruta profunda, donde la joven había encontrado un recinto seguro, disimulado, rodeado de una tupida jungla y donde una cascada que estaba a poca distancia serviría de distracción en caso de que algún extraño llegara a esos terrenos.
En su cueva fue acumulando objetos , plumas, pieles, cornamenta de venados, colmillos de jabalí y cosas que le servían para dar forma a sus diseños de vestimenta, con la cornamenta de venado y plumas de quetzal y de otras aves hizo un casco con penacho que hubiera sido envidia de cualquier gran Halach Uinic que así se nombraba a los jefes mayas, de tal forma que cuando ella se ponía ese casco y su capa de palma y piel causaba la impresión de ser algún dios de la jungla, algo que ella ignoraba, porque hasta entonces no había tenido contacto con nadie que le dijese que esos dioses existían o que se creía en ellos porque los ancestros lo habían enseñado.
Un grupo de hombres fue anunciado por los animales, sus graznidos, trinos, rígidos sonaban diferentes cuando llegaban a esos parajes los temidos cazadores, ella fue a su encuentro con su casco y su capa, con la intención de atender mas cosas de ellos, de seguirles para saber cual era su morada, por que venían a la selva a matar y destruir, a impregnar el ambiente de sus olores desagradables, a espantar a la fauna con fogatas que algunas veces eran muy grandes y en torno a las cuales se sentaban a conversar, a comer o a brincar como simios mientras aullaban como lobos o gritaban de manera que la selva se notaba inquieta, incluso el aire gemía con el calor que generaban, con sus ruidos rompiendo el armónico funcionar.
Los detecto a larga distancia, dejo ahí su capa y su casco, sigilosa avanzo entre la jungla seguida del jaguar y los aguiluchos que volando sobre ella a gran altura le marcaban el rumbo haciendo círculos, bajando o subiendo según ella entendía sus movimientos para seguirles los pasos a los intrusos a los que pronto alcanzo para vigilarlos y advertir a otros animales que se apartaran a tiempo, no permitiría que mataran otro animal, estaba dispuesta a realizar acciones para poner fin a esas excursiones que solo causaban destrucción.
La noche sorprendió a los cazadores sin que pudieran explicar la razón por la que no habían encontrado animal alguno en su camino, encendieron su fogata, en cuclillas hablaron y Nikté aprendió algo nuevo, los hombres hablaron de dioses de los bosques, de la jungla, de como podían intervenir para evitar que ellos mataran a los animales, lo estuvieron repitiendo, cada uno tenia su propia versión, unos creían, otros no pensaban que fuera ese el motivo de su fracaso, el sueño les venció sin llegar a decisión sobre si debían retornar y alejarse de esos dominios o intentar nuevamente encontrar alguna presa al día siguiente.
Nikté corrió velozmente a donde había dejado su capa y su casco, retorno e hizo manojos de algunos frutos de color rojo que arrojo sobre la fogata que aun estaba ardiendo en el centro de aquellos que dormían profundamente confiados en que el fuego alejaba a los animales. El ruido que hicieron los golpes sobre la fogata, el saltar de chispas y de pedazos de leña ardiendo le despertó sobresaltados y vieron con ojos desorbitados el rojo liquido que se había desparramado alrededor, se levantaron lanzando gritos, hablando al mismo tiempo, recomiendo sus pieles, las macanas, lanzas, las cerbatanas, hicieron antorchas y corriendo salieron con rumbo al lugar de donde habían venido. Nikté los siguió, ella y el jaguar lanzaban rugidos, el pánico en aquellos hombres los hizo que corrieran durante horas dejando caer en el camino todo lo que les estorbara para ser ligeros, convencidos que eran los dioses de la selva los que venían a tomar venganza, les seguían con la intención de devorarlos. Tres días y sus noches duro la persecución, en el cruce de caminos se sintieron agotados, a punto de desmayar, se tiraron sobre la hierba pidiendo piedad a los dioses, ella los miro con burla pensando que no eran tan valientes esos cazadores que mataban sin piedad a los animales, pero algo le contuvo para seguirlos torturando, el aroma a otros hombres hizo que se detuvieran ella y el jaguar, olfateando el ambiente supieron que había ya cerca otros hombres con algunas cosas que no eran reconocidas, el jaguar subió a un árbol seguido por la muchacha que intentaba ver que era lo que provocaba esos olores distintos que nunca había percibido. A lo lejos se alzaba un gran cumulo de piedras, como si fuera una pequeña montaña, era una pirámide, pero para ella, que no las había visto nunca antes, era como un cerro o una colina con piedras pintadas de colores, el rojo era predominante, en lo alto se veía fuego y hombres que con grandes penachos se movían frenéticamente. Su intuición le decía, guarda la distancia, no te acerques mas, hay peligro, son demasiados y te has alejado mucho de tu cueva.
Regresó pensativa, caminando lentamente mientras la lluvia caía con su ritmo constante, regando la tierra, formando arroyos que se deslizaban rumbo a los grande ríos de aguas azul claro, con su creciente rugiendo, arrastrando a su paso aquello que en sus márgenes había quedado sin raíces, sin sostén adecuado. De pronto sus reflexiones le hicieron detener, hizo la seña a su compañero para que se fuera y ella retorno sobres sus pasos, quería averiguar que era aquello que sobresalía sobre la jungla con colores brillantes, fuego y hombres en su cumbre, no era una montaña, no era nada que la naturaleza hubiera hecho, estaba bien recortada, su forma tenia que ser obra de quienes ahí habitaban, pero quienes eran y para que hacer algo tan grande? La curiosidad pudo mas que sus temores y sus presentimientos, se fue acercando mas a ese lugar pero no por el camino que cada vez se hacia mas ancho, sin dando un gran rodeo para no ser detectada por el numero cada vez mayor de gentes que se movían en distintas direcciones, pero lógicamente, entre mas cerca estaba del motivo de su regreso, mayor el riesgo que corría de ser vista por alguno de esos seres que vestían diferentes atuendos, algunos con grandes penachos, otros con túnicas blancas de algún material desconocido, las mujeres, que hasta entonces ella no había visto nunca, con vestidos adornados, collares, pulseras, sandalias de piel, plumas hermosas en su cabello y otros accesorios que le parecieron un estorbo, sobre todo para andar en la selva y subir a los arboles a recolectar frutos o meterse en el río a pescar, pero no dejaron de llamar su atención porque arreglaban su cabello en trenza, eso si era adecuado, el cabello algunas veces se enreda en los matorrales, pensaba mientras seguía caminando hipnotizada por la gran pirámide y de pronto escucho uno gritos y vio a cinco mujeres que de rodillas, con la cabeza en tierra alzaban sus brazos ofreciendo lo que cargaban en cestos, maíz que ella no conocía y otros productos que adivino eran alimento, ellas le habían sorprendido con su capa de palma y piel, con su casco con cuernos de venado y plumas, con su piel tostada brillando y sus grandes ojos mirando al cielo, como una deidad que había bajado para castigarles.
Nikté desapareció de ese lugar tan rápido como pudo, las mujeres no le vieron por seguir pidiendo clemencia con sus cabezas en tierra, ella regreso a la selva, se interno en la profundidad de la jungla procurando no dejar huellas que delataran cual era su rumbo, camino de prisa, corrió algunos trechos, subió a descansar en los árboles y al segundo día el jaguar la encontró porque los aguiluchos ya volaban sobre su cabeza en las alturas, fueron los primeros en verla retornar, la selva le recibió con sus ruidos de animales tranquilos, de brisa que acaricia la piel con aroma a bosque, había estado comiendo únicamente frutos, bayas o raíces que con la lluvia enjuago entre sus manos mientras seguía casi sin descansar hasta llegar cerca de su cueva, fue al rio y pesco, incendio una pequeña fogata y preparo su alimento, después de comer descanso con un sueño profundo durante varias horas, al despertar tenia ya la idea de que regresaría a ese lugar donde tanta gente vivía haciendo tareas diversas, quería conocer y entender que eran muchas cosas que había descubierto en su viaje, tenia que saber como hacían sus vestidos las mujeres, se arreglaban el cabello, elaboraban sus sandalias, los canastos tan bien tejidos donde cargaban esos granos o semillas que le habían ofrecido y que seguramente eran un alimento que ella deseaba saborear.
En su siguiente excursión se hizo de una gran lanza que habían dejado en el camino los cazadores, también de una cerbatana y dardos envenenados, las otras cosas las escondió para cuándo regresara a su cueva. Su plan era hacerse de la confianza de alguna de las mujeres para que le dijese todo aquello que ella quería saber, aprovecharía el temor que les causaba, la creencia de que era algún ser con poderes que salía de la selva, eso era ventajoso, pero de no dar resultado tendría que raptarla , obligarla a informar sobre lo que deseaba conocer, no será lo mejor, solo en caso de no causar la impresión que espero lo haré de forma que no tenga alternativa para negarse.
Al aproximarse al poblado se escondió cerca del río, era muy probable que alguna mujer fuese ahí por agua o a bañarse, supuso que era un buen sitio, pero espero durante mucho tiempo sin que nadie apareciera, entonces se fue arrastrando hasta acercarse a un sitió donde escucho voces de mujeres, estaban lavando sus ropas, algunas metidas hasta las rodillas en el agua dentro de un gran estanque de aguas cristalinas; Nikté espero pacientemente a hasta que quedaron solo dos de ellas conversando, salió de pronto de su escondite con los brazos abiertos para extender la capa y con voz imperativa les dijo que le siguieran, las jóvenes primero cayeron de rodillas y con la cabeza en tierra pidiendo clemencia, pero entonces ella les hablo con voz suave y diciendo “no temer, estoy con el jaguar mi hermano, quiero saber de sus bocas algo, síganme” Las dos mujeres se pusieron de pie y siguieron a la aparición que con un jaguar al lado caminaba sin temor a la selva y se adentraba mas allá de los limites que los hombres tenían señalados como seguros, pero su temor a la diosa era mas grande que a los castigos que podían sufrir si se descubría que habían traspasado esos limites, ademas nadie podía acusarlas si la diosa los protegía.
Cuando Nikté sintió que estaba a buena distancia del poblado, habiendo cruzado no sin antes caminar por sus aguas durante un buen trecho, condujo a las doncellas a un claro les hizo la señal de que se sentaran, dejo ahí al jaguar y fue por frutos que puso frente a quienes la veían asombradas, después hizo señas para que le mostraran su sandalias, las observo con detenimiento y se midió las que pensó que mejor le quedaban, después hizo señas para que se quitaran sus vestidos, los palpo, les hizo rollo, amarro con una cuerda hecha de palma e hizo señas para que una de ellas deshiciera sus trenzas que tenia cogidas tras la cabeza en espiral, examino el cabello, vio que había sido untado de alguna sustancia con olor agradable, era como néctar de flores e hizo señas para que nuevamente hiciera las trenza, la otra mujer ayudo a su compañera mientras ella observo la maniobra con mucha atención, en silencio, absorta con la destreza con la que ellas hacían el peinado, después les dijo que le explicaran para que eran los granos que cargaban en canastos, ellas al principio no entendieron de que les hablaba, porque Nikté pronunciaba las palabras con acento distinto, supusieron que la diosa quería saber sobre el maíz, que en su lengua se le nombraba ixim, le explicaron que era alimento, su principal , lo preparaban de distintas formas, le dijeron que con gusto le mostrarían como hacer tortillas le traerían carne de ave y bu’l o frijol, ademas de aguacate para que probara su sabor, porque son cosas que da la tierra gracias al señor de la lluvia Chaak . Como hemos de llamarte a ti gran madre, porque nos han de interrogar nuestros sacerdotes, que no queremos aparecer como doncellas mentirosas, ni que no digan que hemos comido de los hongos que distorsionan la visión, somos hijas de padres buenos, no hacemos mal, queremos seguir siendo respetadas , que nuestra familia no sea de burla motivo.
Nikte no entendía tanta palabrería, muchas palabras para ella no tenían significado, pero les dijo que no temieran, que ella les daría algo para que les creyeran, las jóvenes de rodillas imploraron por sus vestidos, prometiendo que volverían con nuevos y mas bonitos para ofrecerlos con todo aquello que ella pidiera, acepto la propuesta advirtiendo que no debían decir a nadie de su presencia ni de aquello que habían vivido esa tarde con ella, porque su castigo sería la muerte si no hacían lo que prometían. Ellas prometieron silencio, prudencia, ser las fieles servidoras de tan gran señora que podía dominar al jaguar, caminar por la selva sin miedo. Ella les dijo que le podían nombrar Nikté, de lo cual ellas dedujeron que era una diosa de las flores.
Las acompaño de regreso y les dijo que en siete días a partir de ese las vería en ese mismo lugar donde las dejaba ir a su casa e hizo que el jaguar con sus garras marcara un tronco del árbol que estaba justo frente a ellas, las doncellas de rodillas nuevamente agradecieron a la diosa el honor de servirle y en esa posición quedaron hasta que ella se perdió nuevamente en la selva, al menos eso fue lo que ellas imaginaron porque con su cabeza en tierra no vieron a donde sus pasos dirigió.
Nikté se fue siguiendo una vereda bordeada con antorchas, ya la noche entraba y la oscuridad era su aliado, difícil seria que la descubrieran si ella no salía a la luz. Un grupo de hombres venían en camino, los observo, eran seguramente importantes entre esa gente, su atuendo era rico en piedras brillantes, en piedras verdes engarzadas con algún material que ella desconocía, ademas sus penachos relucían y sus capas flotaban con el vientos, las sandalias estaban mejor tejidas que las de las mujeres, sus rostros eran duros, sus cuerpos atléticos, al frente del grupo un hombre joven caminaba resuelto sin mas atuendo que un tapa rabo blanco, el sendero terminaba al borde de un gran poso, ahí hicieron algunos cantos e invocaron a dioses, arrojaron al joven al poso y se escucho caer su cuerpo en el agua, después el silencio, el grupo regreso a su poblado y Nikté sin pensarlo mucho se quito su atuendo se tiro al fondo del poso para salvar al ese joven que valientemente había aceptado ser arrojado para alimento de los dioses, lo cual le parecía no tener ningún sentido a la joven que al entrar en el agua busco rápidamente y ubico el cuerpo del muchacho.
Dos versiones hay de como lograron salir del cenote, una dice que ella encontró, siguiendo la corriente del rio subterráneo una salida, la otra, que unos amigos del joven les ayudaron mediante cuerdas a escapar, el caso es que en ese momento se conocieron y se hicieron comprometidos y leales amigos Nikté y Ikal, que era el nombre del joven aun cuando en principio el también creo que los dioses la enviaron para salvar su vida, teniéndola como una enviada divina que le cautivo por su belleza y le infundió animo para seguir luchando por sus ideales que eran en principio la causa de que hubiese sido prisionero, obligado a tirarse en el cenote de los sacrificios al dios del inframundo sin mayor ceremonia, porque no era un héroe, sino un renegado que pretendía infundir en su pueblo la idea de que los sacerdotes y gobernantes aprovechaban el conocimiento para vivir a costa del trabajo de muchos súbditos a los que en toda ocasión les imponían esfuerzos al levantar grandes construcciones, luchando con otros pueblos en guerras que nunca terminaban por la ambición de esos señores que no tenían compasión de la gente.
Nikté no entendió las explicaciones y motivo por el cual había sido arrojado a ese poso, pero ella sintió aprecio por ese gallardo joven que valientemente había enfrentado su posible muerte. Viajo con el grupo o posiblemente solo en compañía de su rescatado hasta el poblado del que el era originario, ahí fue recibida con grandes muestras de agradecimientos por familiares y gente que tenia al joven como un líder, hijo de uno de los grandes señores de esa región. Le dispusieron un lugar cómodo para que descansara después ofrecerle deliciosos alimentos que ella saboreo con calma y observando cada detalle de como se comportaban esos seres, tal parecía que daban importancia al acomodo de cada cosa, hacían rituales antes de comer y para festejar el regreso de su amado príncipe. Acepto los presentes que al día siguiente le llevaron al lugar donde ella decidió descansar, entre esos presentes le dieron un penacho adornado y dispuesto para distinguir a quienes eran personas importantes en la comunidad y entonces recordó que ella había dejado cerca del cenote su capa y el casco con la cornamenta de venado, no se imagino entonces que las mujeres que encontraron tales prendas fueran las mismas que ella había secuestrado, que de inmediato reconocieron el atuendo y pensaron que la diosa había bajado al cenote para encontrarse con las deidades del inframundo. Recogieron las prendas , las guardaron en lugar seguro decidiendo que las llevarían al lugar donde tendrían encuentro con la diosa de las flores.
Nikte salió del poblado por la noche, sigilosamente se deslizo por entre las chozas, llego a la selva llevando el hermoso penacho, las sandalias y un vestido bordado que le gusto mucho, pero no los utilizo en el trayecto, ella siguió con sus sandalias de piel y su atuendo del mismo material, adecuados para andar en los terrenos de la jungla, el tiempo de la cita con sus fieles y temerosas discípulas se cumplía y llego al lugar justo cuando ellas entraban en la selva cargando canastos grandes en sus espaldas. En cuanto le vieron se hincaron y pusieron su cabeza a tierra, ella les hablo suavemente y utilizando palabras nuevas aprendidas en su estadía con la familia y amigos de Ikal les dijo : hijas, no teman ,digan y hagan lo que espero para tenerlas como buenas doncellas.
Sacaron de uno de los canastos su penacho y su capa, no sin antes notar que ella utilizaba uno de gran señora, lo que les afirmo la idea que estaban ante alguien que venia del mundo de los dioses.
Le llevaron tamales, tortillas , dijeron que necesitaban hacer fuego para calentar los alimentos pero ella les dijo que no era necesario, ella solo había querido probar su buena disposición, que dejaran ahí uno de los canastos y regresaran a su hogar, ella vendría a buscarlas en otra ocasión. Las jóvenes se retiraron sorprendidas y agradeciendo la distinción que con ellas hacia, le dijeron que eran sus fieles servidoras, que cuando ella lo solicitara le servirían sin condiciones. Nikté sonrió complacida y alzo su mano dando la señal de que se retiraran.
Mucho trabajo fue llevar aquel canasto a la gruta, fueron días de camino, los alimentos los fue consumiendo en el camino, pero deseaba examinar e imitar ese tejido del canasto y también el diseño de las sandalias y del vestido, aunque no lo haría con tela como la de esa prenda bellamente bordada, sino con piel unida con fibras de plantas y con adhesivo que los árboles producían. En el canasto fue útil para llevar otras cosas que había escondido, pieles y objetos de los últimos cazadores que se habían atrevido a llegar a esos parajes.
Diez y siete días después estaba entretenida cociendo su nuevo vestido con las pieles que habían abandonado los cazadores que salieron espantados para nunca volver cuando el ruido de la selva cambio de pronto, había nuevamente intrusos, dejo su tarea y bajo del acantilado hasta donde el jaguar ya estaba esperando, se encaminaron en la dirección que las aguas marcaban con su vuelo en círculos, después de una larga caminata percibió el aroma del intruso, pero no le era extraño, su corazón latió con fuerza y apresuro el paso, se detuvo cuando vio al hombre que en solitario avanzaba por la orilla del río, sin duda era Ikal, ella le sorprendió apareciendo justo frente a el al dar un salto desde la rama de un árbol, el le abrazo mientras decía que era una gran alegría encontrarle de nuevo, que temía no encontrarla, había perdido el rastro un día antes y solo por instinto siguió por la orilla del río. Nikté no hizo por salir de sus brazos, por el contrario, también le abrazo diciendo que era gusto verlo de nuevo. Ambos se sentaron sobre una gran roca, el admirando su belleza, ella viendo con detalle su rostro y su cuerpo tan fuerte, de color mas tostado que el de ella, resaltaban sus músculos, pero lo que mas le gusto fue su mirada brillante que le hablaban en silencio diciendo cosas que le agradaron.
He venido a buscarte porque mi corazón no a latido igual desde que te conocí, me salvaste la vida pero después sentí morir nuevamente cuando desapareciste sin decir nada, fue un amanecer triste el no encontrarte en la choza que te alojamos, ahora me siento feliz nuevamente, me agradaría que me permitieras venir a verte cuando sea de tu agrado que lo haga.
Ella se levanto, camino en silencio en dirección de donde el había venido, casi medio día lo hicieron mientras el contaba que unas chicas habían contado haber visto a la diosa de las flores, eran del reino de Natchan , que fue ahí donde sus sacerdotes me condenaron a ser arrojado la cenote. Esas jóvenes también fueron condenadas al mismo sacrificio porque los sacerdotes dijeron que ningún mortal que no hubiera pasado por la iniciación que ellos pasaban podía tener algún contacto con sus divinidades, la noticia de su sacrificio llego a nuestro pueblo antes de que se efectuara y en la noche que lo harían fuimos al cenote y bajamos a esperar que fueran arrojadas, las salvamos de la misma manera como tu lo hiciste conmigo. Cuando ellas contaron nos contaron la historia por la que fueron condenadas y dieron detalles de como era la diosa con la que habían hablado, supe que eras tu, me enteré de las cosas que les habías pedido y donde fue la ultima vez que te vieron, seguí el rastro pero lo perdí varias veces, hasta que decidí avanzar siguiendo las señales de mi corazón.
Ella escucho todo en silencio, sonreía mirando el entusiasmo de su acompañante, alegrándose de que la muchachas hubieran sido rescatadas, ella había olvidado darles alguna cosa que sirviera de prueba de le habían visto. De cualquier forma los sacerdotes les hubieran condenado, esos señores tienen el poder en sus manos porque la gente cree que son los únicos que pueden comunicarse y entender el lenguaje de los dioses dijo Ikal y ella lo comprendió.
La joven se detuvo, miro a su alrededor y tomando el cuchillo de pedernal que el Ikal llevaba en su cintura marco un árbol con la figura de una flor, el tomo el cuchillo y coloco abajo un corazón diciendo, estaré en este lugar dentro de treinta días, ella no entendió porque desconocía el sistema de números, entonces el con sus manos le señalo el numero de sus dedos haciendo tres veces repetidas el movimiento de voltearlas para mostrarle el significado de treinta, ella asintió, le dio un abrazo mientras el le beso la frente, se desprendió del pectoral que colgaba de piedras de jade , material que era de uso exclusivo para los grandes señores mayas, se lo puso a ella, se separaron, el espero a que ella desapareciera en la jungla.
Los treinta día fueron para ellos como un siglo, su corazón era uno en el cielo donde los enamorados se comprometen para toda la vida, estaban tal lejos y tan cerca cada instante, sus pensamientos siempre corrían en pos del amado, sus acciones estaban inspiradas en aquel amor que era como una gran fogata alrededor de la cual danzaban los sueños, mientras ella aprendía a tejer hermosos canastos y hacia sandalias de piel para ella y para los pies de Ikal, el guerrero al que deseaba ver pronto.
Ikal estuvo al frente de los ejércitos que lucharon para abatir a los grandes señores y sacerdotes que aterrorizaban, esclavizaban, asesinaban en rituales de sangre a súbditos y enemigos, su poder fue insuficiente ante la oleada creciente de los que estaban cansados de la tiranía, su reino cayó tan pronto que no hubo tiempo de que planearan la huida, partieron a refugiarse en otros pueblos que consideraban aliados, pero al verlos vencidos se les convirtió en esclavos o se les dió muerte, fue la trágica suerte de quienes no tuvieron clemencia durante siglos de su propio pueblo.
Ikal era un héroe, se le hizo gran señor gobernante y el acepto el cargo a condición que le dejaran partir en busca de quien debía acompañarle en la vida, partió en el tiempo de las grandes lluvias, se interno en la selva con solo cinco de sus hombres a quienes hizo acampar tras un día de camino en un buen resguardo, siguió solo su camino hasta llegar al lugar señalado, eran los treinta días cumplidos, busco ansiosamente a Nikté solo la descubrió cuando su risa burlona le delato, estaba a tan solo unos pasos entre unos arbustos con una capa brillante de plumas que le protegía de la lluvia.
Estamos nuevamente juntos dijo la joven, veo que has cumplido tu promesa, pero no eres cuidadoso de tu cuerpo, dejas que la lluvia lo acaricie en lugar de mis manos, dejas que el agua resbale por tus brazos y tu pecho cuando yo pudiera hacerlo con mas ternura.
El la alzo metiendo sus brazos bajo la capa para poder abrazarla y besarle en los la frente, los párpados, los labios, mientras decía susurrando que era el hombre feliz que los dioses estaban de su lado, le daban el triunfo sobre sus enemigos y la mujer mas hermosa para ser su compañera.
Ella lo miro con seriedad y dijo, bájeme a tierra guerrero, quien le ha dicho que he de ser lo que me afirma? no he dado consentimiento para que diga tal cosa.
El se puso de rodillas y con la cabeza en tierra pidió a los dioses que le concedieran por esposa a esa bella doncella que le estaba negando la dicha de ser su compañero eternamente.
Ella le dijo, levante el rostro, méreme, no le pida a los dioses lo que solo yo puedo concederle.
Es verdad, Nikté yo no podría vivir sin ti, moriría de tristeza si negaras mi petición, quiero ser que estes a mi lado toda la vida, que seas a la que dedicare mis esfuerzos, a quien regalare todo aquello que de valioso consiga, a quien he de confiar mi vida y mi casa.
Entonces levántate y seremos iguales, tu serás mi compañero, caminaremos juntos hasta el final del sendero que juntos encontraremos cada día y cada noche, te daré hijos y te amare de igual manera como tu me amas. Lo beso en el pecho y en los labios, se abrazaron largamente bajo la capa de plumas que ella había extendido para cubrir a su amado.
Cuentan que ese matrimonio fue feliz, amados por su pueblo, durante muchos años hicieron que la gente viviera contenta con gobernantes que se preocupaban de su bienestar, los esfuerzos en conjunto eran para proveer de alimentos, de chozas, de acueductos y de todo aquello que era bueno para vivir bien, pero siempre estuvieron alistados para la guerra, sabían que no podían descuidar su defensa, pero confiaban en su reina y su rey amados por los dioses.
No resultaba extraño que esa pareja se alejara durante días adentrándose en la selva, los pobladores decían que visitaban a la diosa madre de la reina en su morada, se hicieron historias sobre como ella había nacido de una flor y que era la reina de las flores quien le había concedido el poder para convertirse en humana, se decía que ella hablaba con los animales y las plantas, que podía caminar segura en la oscuridad en la jungla, los animales le cuidaban, guiaban sus pasos, no estaban lejos de acertar, porque el fiel jaguar siempre los esperaba para ser acariciado por quien le salvo la vida y fue su amiga tanto tiempo.
Antonio, Antonino, puede entender ahora que en los cuentos y leyendas siempre hay algo de cierto, que algunas veces la verdad y la ficción se confunden, nos gusta ver las cosas por el lado mas hermoso, preferimos lo mágico, lo misterioso, de esta historia y de otras, pero nunca sabremos la verdad, eso depende de como lo interprete cada uno de nosotros.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
No hay comentarios:
Publicar un comentario