Virus

Involución 

Antonio pregunto al abuelo como había aparecido el primer hombre sobre la tierra, porque en la escuela decían que de una rama de los primates seguramente surgió nuestro antepasado, lo cual no le satisfizo, deseaba que el anciano le diera su opinión al respecto.

Antonino, eres muy curioso, eso te puede llevar a conocer muchas cosas, pero con el tiempo llegaras a la conclusión de que saber no significa ser mejor ni ser mas feliz, muchas veces es mejor permanecer en la ignorancia, no entrar en esas esferas donde se debaten temas que muchas veces no tienen sentido ni dan una buena respuesta a lo que desconocemos, tal es el caso de la aparición del hombre, que ahora dicen ser el producto de una evolución de la materia y la energía, de un proceso de millones de años en los que los elementos que componen todo cuanto existe, en el inmenso laboratorio del universo, formaron toda clase de compuestos, algunos de ellos dieron origen a las primeras bacterias, organismos simples, microscópicos.  El surgimiento de la vida, a partir de esos organismos, siguió evolucionando, cada vez a mayores y mas complejos seres, primero en los océanos, peces que cambiaron para adaptarse a vivir en la tierra, algunas algas marinas que probablemente dieron origen a las plantas, en fin, una evolución de la cual irían surgiendo todos los animales, todos los seres, incluyendo al hombre.

Así mas o menos nos lo ha dicho la maestra abuelo, pero hay algo que no me cuadra. Si en realidad los seres fueron evolucionando, es decir, se fueron perfeccionando, para que cambiar de ser un animal a un hombre, los animales están mejor adaptados a su entorno, mira los pájaros, vuelan, hacen su nidos, son libres, desde muy temprano están listos para realizar todo lo que necesitan para vivir, no requieren de construir otras cosas que no sean sus nidos, gozan cada día, lo puedo notar por sus trinos, por la forma como juegan en el aire haciendo acrobacias en párpadas enormes, con una sincronización que no pueden igualar ningún escuadrón de aviones modernos.  

Los perros, los animales de la selva, todos son aptos para la vida en el ambiente que les ha tocado vivir, tienen pelambre abundante donde hace frio, o la agilidad para andar por las ramas de los arboles en la selva, pueden correr mas rápido que cualquier hombre, soportar  los cambios de clima, las tormentas, los fenómenos naturales sin necesidad de cambiar de indumentaria, de buscar ser otra cosa que lo que siempre han sido. 

Tienes razón mi niño, algo no cuadra, mira las flores y los árboles, unas delicadas que parecieran víctimas seguras de cualquier fuerte viento, de una granizada o de cualquier otro fenómeno, sin embargo cada año están ahí luciendo sus colores, su bellas formas, esparciendo los exquisitos aromas. Los arboles en cambio, están siempre firmes, poderosos, con raíces profundas que garantizan su anclaje para soportar las tormentas, algunos pueden vivir siglos, no tienen que evolucionar a otra cosa, jamas he sabido de uno que provoque una guerra contra otros de diferente especie, están perfectamente adaptados a cada región, pueden estar donde caen copiosas nevadas o donde la lluvia no cesa, en grandes bosques comparten la tierra, en fin, se puede decir que las criaturas menos adaptadas a vivir sobre el planeta son los hombres, a los que, por conveniencia , por arrogancia o porque simplemente no queremos aceptar las evidencias, hemos calificado y puesto en la cúspide de la evolución. 

Una soberana tontería me parece toda la teoría en conjunto, para que complicar las cosas si ya se tenia la forma adecuada para mantener la vida de seres que no provocan grandes catástrofes, guerras, que no están constantemente buscando como transformar lo que ya existe, destruyendo la naturaleza, contaminando. El hombre es sin duda el peor y mas feroz depredador en este mundo, ha exterminado a muchas especies, esta a punto de provocar la suya, en una demostración clara de que no hay tal evolución, sino una involución que lleva al principio, a la aniquilación total de cuanto ha surgido en el planeta, que por cierto, no se conoce ningún otro que tenga las particularidades maravillosa que tiene la tierra para albergar la vida. 

Ciertamente no cuadran muchas cosas Antonino, las respuestas aun siguen sin adecuadas, nuestra ignorancia supera por mucho a lo que sabemos, aun se siguen descubriendo cosas que nos sorprenden, hoy ya se tiene la posibilidad de ver los virus, bacterias y microbios que habitan en nuestro organismo, seres que están perfectamente adaptados a existir mientras exista quien les sirve de anfitrión , cada hombre lleva dentro millones de estos pequeños organismos que son mas inteligentes de lo que se pudiera imaginar, se agrupan y laboran para diferentes actividades, son capaces de defender en forma organizada su dominio, se adaptan con muchísima facilidad a las condiciones que imponga el ambiente, de tal manera que están en cualquier clima, en cualquier ambiente donde el hombre pueda habitar, sin tener que anunciar su presencia, son los mejores aliados para que podamos realizar todas las actividades dentro de nuestro organismo, en cada órgano, incluso en el cerebro, actúan con eficiencia y determinan en mucho que podamos permanecer sanos, increíble, pero nos estamos acercando al mundo de los seres que realmente determinan como somos, que somos, ya que su función es determinante para nuestra vida. 

En este punto, donde queda la evolución? seguiremos pensando que somos la cúspide, que somos los grandes señores sabios y conquistadores del planeta, o tendremos que aceptar que estamos a merced de esos microscópicos seres que pueden en un momento provocar auxiliarnos para vivir o provocar la muerte de millones en poco tiempo. 

Antonino, tal vez seas quien presencie en el futuro la conclusión de un debate que se ha sostenido muchos siglos, donde se ha de aceptar que no puede ser la evolución algo como se ha planteado, que hay una organización mas compleja y bien dirigida que mantiene la vida, la trasforma o la destruye siguiendo patrones que no entendemos, porque en verdad la complejidad del universo y sus dimensiones están fuera de la capacidad de lamente humana. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel