A DONDE VAN LOS MUERTOS ?

A DONDE VAN LOS MUERTOS?

Antonino pregunto al abuelo a donde van los que mueren, el viejo lo miro con ternura y contesto:

Hace muchos años, cuando tu bisabuelo llego a lugares donde los nativos conservaban muchas de las costumbres, tradiciones, historias de sus antepasados, escucho una leyenda que mas tarde me contaba cuando yo me quejaba de lo duro que es algunas veces la vida y tiene mucho que ver con la muerte y a donde pueden ir los que dejan este mundo

Ellos creían que el viento, la lluvia, la tierra, el agua y el fuego tenían un papel muy importante en la vida, porque es con ellos que el hombre convive y en donde realiza sus acciones cada instante, por lo que siempre pedían que fueran sus aliados en cualquier tarea, solicitaban permiso cuando consideraban que afectarían a la madre naturaleza y por supuesto cuando aparecía la muerte le rendían sus respeto, porque era quien marcaba el tiempo de descanso para los seres del mundo, pero también el momento en que se trasladaban a un sitio donde se tenia la oportunidad de ser lo que siempre se había anhelado, siempre que eso fuera algo que causara gozo en el alma, porque hubo un tiempo en que los dioses habían querido dar un sitio donde descansaran plácidamente, disfrutando deliciosos alimentos, música, cantos, lugares para divertirse sin tener preocupación alguna, pero entonces notaron que los hombres estaban inquietos, no descansaban ni disfrutaban como se había imaginado, preguntaron la causa, era algo que les parecía increíble, el hombre no deseaba un lugar donde no tuviese la oportunidad de explorar, investigar, trabajar para lograr un objetivo, luchar por alcanzar una meta, en fin, el hombre requería de todo lo que le hace sentir que esta haciendo algo que requiere de esfuerzo, porque cuando vence las tormentas, los obstáculos , cuando se ha esmerado y puede ver la terminación de una obra puede descansar y llenarse de gozo, por eso afirmaban que el lugar donde van los que mueren tiene todo lo que hay en la tierra, solo que ahí se tiene la libertad de intentar cualquier cosa que te parece adecuada, o sea que no difiere en mucho de lo que tenemos en este mundo, pero no hay guerras, hambre, enfermedad, injusticias , vicios, adicciones y todas esas cosas que en la tierra no permiten la felicidad.

No se cuanto de cierto tenga esa leyenda, como tampoco se han podido dar por ciertas todas las otras ideas que se tienen de como puede ser el lugar donde van los que mueren, pero te digo Antonino, a mi me gusta esa que tenia los antiguos pobladores, los que cultivaron el maíz y lo hicieron señor de la vida, mientras que a la luna la nombraron señora de la muerte, blanca y serena, brillante en la oscura noche.

Pero, por qué es que me preguntas a dónde se van los que mueren?

Porque he visto que lloran mucho los amigos y familiares de un difunto, tal parece que se marchara a un lugar de sufrimientos, sus lamentos se levantan, se convierten en gritos, en palabras tristes, en oraciones rogando que sean recibidos en el reino de los cielos.

Cierto Antonino, la gente dice creer en las promesas de Cristo, quien anuncio que irían al reino de su padre donde no padecerían mas dolor alguno, pero cuando llega el momento olvidan sus creencias, se convierten en reclamadores de algo que no tiene sentido, porque cualquiera que sea el destino del fallecido, no serán sus llantos o ruegos los que han de cambiarlo, firme ha de ser tu fe cuando has hecho bien las cosas, cuando has actuado conforme a los buenos principios y valores, cuando has respetado a la naturaleza y a quiene te rodean, no has cometido crimen alguno, entonces puede llegar al ultimo momento y pensar que te espera un destino muy parecido al que contaban los nativos, quien no tenga culpas no ha vivido, pero han de haber un juicio de tu propia conciencia que marque la diferencia entre lo que se puede dar como errores o como faltas menores y lo que merecieran un castigo, lo cual es justo, no se puede  creer que has de pasar por alto las grande ofensas, los crímenes de cualquier tipo que afectan de manera profunda a ti mismo y a otros hombres, el castigo esta en vivir con la pesada carga de las malas acciones y es por ello que se dice que cada quien se hace su propio infierno, observa donde estamos viviendo, quienes son buenos y sencillos tienen una vida tranquila, mientras que los que son injustos y actúan de manera incorrecta están siempre en problemas, eso es su castigo. 

Cuando se muere con la conciencia tranquila, llegas al ultimo suspiro sintiendo que es hora de gozar de un buen descanso, das el paso con la seguridad de haber hecho tu mejor esfuerzo y que dejas una estela de buenas obras, eso es algo que nunca debes olvidar. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel