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jueves, 13 de agosto de 2020

CAIDO DEL CIELO

 El 12 de octubre es una fecha muy importante en México, no por conmemorar el día de la Raza, sino por ser la fiesta grande en honor a la virgen de Guadalupe, se dice que los mexicanos somos guadalupanos por el gran fervor religioso que se tiene en torno a la madre de Jesucristo con su atuendo acorde con las costumbres de los pueblos originarios, que ya antes de la llegada de los españoles veneraba a Tonantzin, madre de todo lo que existe, por lo que fue relativamente sencillo convencerlos de que la Guadalupana era madre de Dios.

Esta historia que esta basada en hechos reales, tiene que ver mucho con esa celebración en la que millones de creyentes se hacen presentes para llevar flores, cantar, danzar y hacer plegarias a la Señora en su gran catedral en la ciudad de México.  En sus alrededores los comerciante ofrecen aguas frescas, frutas, dulces,  antojitos que son un deleita para los paladares haciendo que la devoción se mezcle con la alegría y folklore que caracteriza a la región, pero aun en esas fiestas existen sucesos que llevan a convertirse en una pesadilla la vida de personas en cuestión de segundos. 

La señora Leonor fue con su hijo de tres años a rendir homenaje a la virgen, desde muy temprano preparo la comida para quienes se quedaban en casa, su esposo y otros dos hijos mayores que argumentaron tener que estudiar para no acompañarla, algo nada extraño, cuando los jóvenes llegan a cierta edad empiezan a despegarse cada vez mas de los padres, no le dio mayor importancia, ella si cumpliría con el compromiso, cada año asistía con mucha devoción a dar gracias por todos los favores recibidos y a orar porque siguiera protegiendo a su familia. 

Miles de peregrinos abarrotaban las calles, el atrio y la catedral, donde una columna interminable transitaba  siguiendo el ritmo que marcaban los tambores y las flautas de los danzantes que presidían a los distintos grupos que se forman por colonias y municipios de manera que, de forma ordenada puedan entrar a rendir su homenaje a la Virgen. Es todo un espectáculo y al mismo tiempo una demostración de que la fe, la religión siguen siendo uno de los principales elementos en la vida de los mexicanos. 

Leonor caminaba lentamente empujada por la masa de feligreses que se arremolinaban en la enorme explanada que circunda la iglesia, de pronto algo hizo que todos empezaran a moverse rápido, la gente gritaba que se guardara la calma pero lejos de ello cada vez fue en aumento el desconcierto llegando a sentirse alarmados por el flujo tan grande de personas que, como una creciente en un rio, fue causando destrozos en los puestos, apretando al conjunto hasta que la desesperación hizo que se desencadenara una estampida en donde muchos fueron lastimados, en esos momento de pánico Leonor intento llegar a uno de los establecimientos podía ofrecer alguna protección, pero justo antes de llegar a ese sitio perdió el equilibrio y soltó a su hijo para no arrastrarlo consigo, cuando logro incorporarse Luisito ya no estaba a su lado, desesperadamente grito, pidió auxilio, sin ningún resultado porque la muchedumbre le siguió arrastrando hasta que se fue disipando por las calles aquel tumulto.

Nueve años pasaron llenando de dolor y de serios problemas a esa familia que seguía con la esperanza de encontrar al benjamín que se esfumo en aquel mar de gente que provoco constantes pesadillas y alteraciones a Leonor a la que poco le sirvieron las terapias y las palabras de aliento, para ella era imposible aceptar que había perdido a su hijo justo frente a la iglesia de su venerada madre a quien le seguía rogando que se lo devolviera.

La hermana de Leonor, de nombre Teresa, trabajaba de maestra en una de las secundarias de Guadalajara en el estado de Jalisco y el inicio del nuevo ciclo escolar estuvo recibiendo las solicitudes de nuevo ingreso, nunca se imagino que ese día seria algo fuera de lo normal, que sufriría uno de los sobresaltos mas grandes de su vida. 

En forma rutinaria recibía las solicitudes, hacia las preguntas correspondientes, daba indicaciones, entregaba los comprobantes, como de costumbre pero por alguna razón, al recibir una esas solicitudes se fijo en la mano del alumno que extendió el papel del otro lado del escritorio. Entre sus dedos indice y pulgar tenia una mancha muy peculiar que ella identifico rápidamente como un sello que varios de sus familiares tenían, instantáneamente puso atención en las facciones de aquel muchacho y el corazón le dió un vuelco, tenia un enorme parecido con el esposo de Leonor, parecía imposible, pero se lleno de esperanzas, ese podía ser su sobrino, tenia que investigar quienes eran los actuales padres y todo cuanto pudiera para estar segura de lo que su corazón le estaba diciendo. 

Sin decir nada a su hermana inicio sus indagatorias para lo cual contrato a un investigador privado, pronto se entero de que aquel niño que ahora se nombraba Eugenio era hijo de una señora con buena posición económica, de nombre Rosario, que decía haberlo adoptado, pero nadie sabia en donde, al parecer , poco después de esa supuesta adopción,  se divorcio y cambio su lugar de residencia varias veces . En cuanto al menor, todo parecía indicar que era bien educado, no carecía de nada material, tomaba clases de francés y de piano, porque su madre deseaba que fuera un hombre culto, pero no le permitía practicar con otros niños su deporte favorito, el fut bol . 

    Tomando como pretexto un accidente que sufrió Eugenio durante uno de los recesos en el plantel, ordeno que se le sacara sangre y la envió para hacer el análisis para determinar parentesco tomando cómo referencia la suya. Tal como lo presenta, la prueba dio positivo, ese niño era su sobrino, pero no se precipito para dar la noticia, ya había pensado el siguiente paso y fue a consultar con un amigo que era abogado cual seria el procedimiento para iniciar el reclamo, sobre todo tomando en cuenta que no se sabia en que circunstancias esa mujer había logrado la adopción. 

Entrar en asuntos legales es toda una aventura en mi país, la gente esta cansada de lo mal que se ventilan los casos, los fraudes, sobornos, malos jueces, pésimos empleados y largos procesos en los cuales puede suceder cualquier cosa, incluyendo el que los inocentes salgan culpables o lo criminales queden como blancas palomas, pero no había otra opción, se tenia que levantar la denuncia e ir viendo como transcurrían las diligencias, lo mejor es que Teresa ya tenia la certeza por el resultado de la prueba realizada.

Fue entonces cuando inicio el nuevo calvario para Leonor quien se había separado de su esposo y vivía con su hija mas grande, casi se vuelve loca cuando recibió la noticia de que tenia que viajar para ser parte de un juicio en el que se determinaría la patria potestad de un menor que presuntamente podía ser el hijo que ella había perdido nueve años atrás. 

Lo sucedido en aquel 12 de octubre fue algo que marco las vidas de personas que jamas hubieran imaginado encontrarse en una situación que rayaba en lo increíble, porque fue, para Doña Rosario, un verdadero milagro, mientras que para Leonor y familia un acontecimiento trágico, sumamente doloroso que les acompaño todos esos años haciendo estragos en la union familiar, en el comportamiento de cada uno, porque a pesar de tener la disposición para entender que fue un accidente, no podían borrar la angustia, el deseo de encontrar a ese pequeño.

Esa mañana doña Rosario se preparo para ir a la peregrinación, su esposo tenia que trabajar pero accedió llevarla hasta un sitio desde el cual podía seguir con otros peregrinos la ruta hacia la catedral, la Calzada de los Misterios estaba ya cubierta en su totalidad por los miles de fieles que caminaban rumbo al santuario cantando, orando, siguiendo a los lideres de los distintos grupos que se incorporaban con su danzantes y músicos. Todo parecía estar bajo control, acorde con el ritual que año con años se sigue en esa celebración, ella camino orando, implorando lo mismo que años anteriores, que la Virgen le concediera tener un hijo, un niño que viniera a dar luz y alegría a su hogar. Sumida en sus oraciones, llego frente a la imagen de la Guadalupana y con gran fervor le rogó que atendiera su petición, la columna sigue avanzando, empujando a seguir el paso, pero no importaba, ese instante bajo la mirada de la Inmaculada era suficiente para todos y cada uno de los devotos, ella siguió adelante y justo antes de llegar a la salida de la iglesia escucho una vocecita que le decía mamá, ahí estaba un precioso niño que parecía haber caído del cielo, ella lo tomo entre sus brazos, lo alzo y lo apretó contra su pecho con toda la ternura que tiene una madre para con un hijo y le dio gracias a la Virgen por ser tan generosa. 

Jamas se puso a pensar que ese niño pertenecía a otra mujer, que debía tener familia buscándolo, que no había bajado del cielo, estaba plenamente convencida que era un regalo divino y así lo anuncio a su marido con gran entusiasmo, por supuesto que él no creyó lo mismo, de inmediato le dijo que tenia que reportarlo a LOCATEL, el servicio publico de localización telefónica, pero ella se negó rotundamente argumentando que el niño era un regalo de la Virgen,  eso origino una acalorada discusión de la cual ya no fue testigo el niño que se había quedado profundamente dormido después de haber andado en medio de tanta gente, el ruido y el calor casi sin comer.

Con el fin de convencer a su mujer de que actuara correctamente, el señor Ramiro le puso un ultimátum,  "o haces la llamada para que vengan por ese niño o no regreso a esta casa"  ya se pueden imaginar la respuesta, entonces dijo que no quería ser participe de un acto como ese, en el cual seguramente se estaba causando un enorme daño a una familia que en esos momentos estaría viviendo momento de angustia y dolor profunda por culpa de esa ridícula creencia de que el cielo les había enviado un niño.  " Cuando hagas lo correcto me avisas para regresar "  nunca regreso. 

Contar sobre el juicio y los engorrosos tramites legales, las averiguaciones, citas, diligencias, papeleo, alegatos, no tiene caso, es demasiado para cubrirse en el corto tiempo de vida que me queda, pero ciertamente pueden imaginar lo amargo que es enfrentarse en esa situación donde el futuro de un menor esta en juego y donde dos mujeres alegan ser legitimas madres, claro esta, una con las evidencias a su favor y la otra con un fervoroso, por no decir fanático, convencimiento de que ese hijo era un regalo del cielo.

Con todo los alegatos y arrebatos, la ley cumplió con lo correspondiente y Luis regreso al hogar de sus verdaderos padres, aunque siempre consiguió la forma para ir en vacaciones a visitar a quien lo tenia como un ser caído del cielo. 




Mucho me gustaría decir que así termino la historia real, pero no fue así, porque no solo Luisito, sino otros mucho niños se pierden cada año y jamas son encontrados, espero que por lo menos tengan una vida feliz y que sus padres encuentren la mejor forma de seguir adelante.


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