SER HUMANO

ser humano

algunas veces pienso que los hombres somos inteligentes, que actuamos con propiedad, racionalmente, respetando a la naturaleza, teniendo en cuenta los valores humanos, pero esos pensamientos se desvanecen pronto por los eventos que demuestran los contrario, las acciones que indican cuan desquiciado puede ser nuestro comportamiento, los hechos contundentes que apuntan en dirección contraria, dejando ver estelas de miseria, dolor, muerte, corrupción, degeneración, a escalas que parecieran sacadas de historias de terror, haciendo que muchos lugares del mundo hoy se vean como verdaderos infiernos en los que las personas sufren toda clase de tragedias. 

De nada han servido las guerras con sus millones muertos, los registros históricos no son mas que referencias para realizar programas de televisión, documentales, películas o novelas escritas con la finalidad lucrativa pero de ninguna manera, para mostrar y servir de freno a la violencia, ambición y degeneración. Parece imposible detener ese afán destructivo que distingue al hombre, convirtiéndolo en el enemigo mas peligrosos para el planeta.

Como es que llegamos a esta condición en la que somos incapaces de reconocer el error de nuestras acciones y continuamos repitiendo las mismas acciones que nos acercan cada día mas a la exterminación de la vida? tal parece que algo falla en nuestro cerebro, hay un desequilibrio, una alteración que no incapacita para actuar correctamente hasta llegar al punto en que destruimos aquello que nos lleva años construir.  El sentido de humanidad se pierde tras el feroz estallido de la bestia que acomete con furia contra cualquier cosa, incluso aquello que alguna vez se considero sagrado, dejando que los instintos se manifiesten sin freno, que se realicen actos abominables, acciones que nos debieran llenar de vergüenza y sobre todo, conducirnos a una profunda reacción que erradicara para siempre esas practicas donde ponemos de manifiesto la falta de humanidad y de raciocinio .

La historia y los hechos demuestran que somos incapaces de tomar una determinación y mantener el comportamiento que nos lleve a una convivencia pacifica, a una tolerancia acorde con lo que somos, tomando en consideración la variedad, las diferencias, respetando la diversidad, reconociendo que esa es una característica que nos conviene para mantener manifestaciones culturales que no tienen que ser contrarias, sino complementarias.   Los hombres, gracias a las diferencias personales han logrado una inmensa gama de inventos, de proyectos, obras que dan muestra del potencial que poseemos para hacer aquello que se requiere para mejorar la vida, solo falta el aceptar que es la contribución de todo y cada uno de los que estamos en el mundo, participando de uno u otra forma, contribuyendo a que logren magnificas, obras, el la consecución de objetivos que parecían imposibles, dando paso a una mejores relaciones entre los pueblos y los individuos. 

El deseo de poseer el reconocimiento, el poder, la riqueza, el prestigio, de manera egoísta ha traído siempre amargos resultados, ningún pueblo o individuo puede sentirse superior ni debe esmerarse en ser el dueño absoluto de lo que se consigue en forma colectiva, ya que desde los campesinos que logran cultivar y cosechar los productos alimenticios, hasta los ingenieros y científicos que realizan los proyectos mas ambiciosos, pueden abstraerse del embalaje humano, de la interrelación entre todos los que van interviniendo en cadenas de producción, distribución, elaboración, construcción, venta, etc, de aquello que ha de mantener el funcionamiento de los grandes núcleos humanos. 

No es imposible alcanzar este punto, aun cuando se considera una utopia, la verdad es que tenemos el potencial para lograrlo, como seres con una capacidad mental extraordinaria, no siempre utilizada en forma correcta y que es muy susceptible a sufrir alteraciones y desequilibrios que ya se ha estudiado, tenemos por lo tanto las herramientas y los conocimientos para dirigir nuestros actos de forma positiva.  Nada nos resulta imposible cuando nos lo proponemos y cuando tomamos la determinación de alcanzarlo, por lo tanto, siendo tan ambiciosos debemos creer que si es posible alcanzar ese grado de humanismo que hemos soñado, esa racionalidad que hemos presumido, siendo quienes diseñen y consigan lo que no se ha logrado en el pasado, controlar nuestros propios temores, ambiciones egoístas, adicciones, degeneración y sentir que nos acercamos al punto donde la paz, la fraternidad, la legalidad sean un realidad por siempre, ser realmente humanos.

JuanAntonio Saucedo Pimentel