Los jueces

Cuando te crees inteligente estas en peligro, cuando te crees bueno estas en peligro, cuando por alguna circunstancia te crees superior a los demás estas en peligro, porque no hay nada mas riesgoso que juzgar a los demás minimizando sus atributos, sus características, sus pensamientos o acciones. Nadie es perfecto ni esta completamente limpio y sano en este mundo, somos producto de una constante lucha por la supervivencia y desde la antigüedad nuestra especie a sido impulsada por una adaptación que nos ha dado características de guerreros, de traidores, de seres capaces de los peores actos para sobrevivir, no somos ángeles ni demonios, simples seres que luchan constantemente contra los elementos naturales, contra los competidores de la misma especie, con nuestros propios instintos al tomar consciencia de que muchas veces actuamos de forma irracional, que no controlamos aquello que nos conduce a situaciones y acciones que pueden calificarse de vergonzosas, malignas, diabólicas como en el caso de los magnicidios y genocidios  que a lo largo de nuestra historia se han cometido en distintos lugares y con distintos métodos.

El juzgar a otros siempre ha sido una de nuestras características, somos muy duros y escrutamos con severidad a nuestros semejantes, pero pasamos por alto nuestros actos y al juzgar no vemos que estamos ejerciendo un acto de agresión en nuestra contra, ya que los otros son un reflejo de lo que nosotros somos, estamos en el mismo mundo, nos separan nuestras creencias mas que otra cosa, pero esas creencias están muchas veces basadas en falacias, en costumbres, tradiciones, en el desconocimiento de toda la información necesaria para tener un panorama mas exacto de lo que realmente son aquellos que consideramos diferentes y por ello los calificamos de malvados, de enemigos o de inferiores, como sucedió en muchas de las conquistas y que en el fondo no era mas que una forma de justificar las acciones para dominar y quitarles todo aquello que se consideraba de valor, incluyendo su libertad. 

La esclavitud se justifico durante siglos, la discriminación, el racismo, son hoy tan comunes, que ni siquiera lo tenemos en cuenta como algo que forma parte de nuestra vida, pero no solo eso, hay muchas otras cosas que nos ponen en riesgo cuando se trata de juzgar nuestros actos, de calificar que somos para la naturaleza, para el planeta en general, porque si hay alguien que ha destruido y degenerado a mundo, sin duda somos nosotros, los seres supuestamente racionales, los que se han auto calificado como la cúspide de la evolución y ser capaces de tomar consciencia de todo cuanto existe, lamento decirles que estamos en un gran error, se nos ha mentido y se nos ha dado un falso panorama de lo que es el hombre y eso nos ha llevado a no ser humildes e intentar ser mejores, la formula no es la correcta, primero hay que reconocer los errores para intentar enmendarlos, hay que juzgarnos con severidad para emitir un fallo verdadero y cambiar de rumbo radicalmente, viendo que hay muchas cosas en las que hemos fallado, que la corrupción de nuestro propio entendimiento se ha dado a partir de juicios incorrectos, de justificaciones sin sentido, de ambiciones que no corresponden a la elevación de lo mas intimo en los hombres, su capacidad para distinguir el bien y el mal quedaron enterrados bajo la ambición y la degeneración en todos lo sentidos. 

Contamos con super computadoras, comunicaciones a nivel mundial, grandes avances en la tecnología, en la ciencia, podemos crear grandes obras de ingeniería, realizar cambios químicos sorprendentes, realizar actos increíbles en toda clase de escenarios y sin embargo  somos incapaces de entendernos a nosotros mismos, seguimos cayendo en la misma trampa, de creer acumular bienes, o alcanzar el poder es la finalidad,  que eso nos pone en un mejor sitio, cuando en realidad vemos cuan difícil y caótica es la vida, como la contaminación y la degeneración de las sociedades ha alcanzado un punto en el que el exterminio esta a la vuelta de la esquina, pero lo mas increíble es que aun seguimos culpando a otros, juzgando a los vecinos, a los de otros países , a cualquiera pero menos a nosotros mismos, no vemos que somos parte de ese caos, de que nuestros actos alimentan al gran monstruo que esta acabando con la vida. 

Somos incapaces de cambiar realmente?  es algo que solo se podía contestar en el futuro, la pandemia nos ha puesto en un lugar en el que podemos definir para siempre cual ha de ser el nuevo rumbo, o en su defecto, seguir por el mismo hasta nuestro final sin que nunca hayamos comprendido que no debimos juzgar a otros sin antes juzgarnos a nosotros mismos, lamentablemente, creo que esta es la opción que tomaremos. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel