La verdad narrada astutamente es la mejor forma de esconder una mentira, no siempre es lo que se aparenta, es de de nobles hombres hacer justicia, pero esta no es fácil cuando tras las evidencias puede esconderse el falso relato formulado por quienes tienen el poder de alterar los hechos, de esconder elementos, de montar escenarios, pagar testigos falsos o comprar jueces, eso es corrupción, la degeneración del pensamiento, la entramada forma de esconder un hecho y hacerlo aparecer como algo diferente, pero siempre existe la posibilidad de que aparezca el factor que altera sus maquiavélicas presentaciones, no olvides, la verdad tarde o temprano aflora como un rayo de luz en las tinieblas, algunas veces como una simple narración y otra con la fuerza de las evidencias que surgen con el tiempo.
La hipocresía ha sido una constante entre los cobardes, es una característica que les distingue, son capaces de aparentar amor cuando en su corazón existe odio y de ser fervientes defensores de una causa, cuando en realidad lo que desean es destruirla, bien dicen que hay que cuidarse de los lobos con apariencia de corderos, pero por qué te digo todo esto? porque existen en cada hombre las fuerzas positivas y negativas que lo pueden conducir por un camino o por otro según se deje llevar por el brillo de las apariencias, por la facilidad de obtener injustamente aquello que se ambiciona, la maldad es un camino fácil de emprender y muy difícil de evadir, solo con una preparación adecuada, con las convicciones arraigadas, los valores bien fincados se puede vencer la tentación de seguir por los senderos del placer, el lujo, la riqueza ostentosa que aniquila el buen juicio.
Por ello debes ser prudente cuando llega el momento de decidir como has de conseguir tus objetivos, cual ha de ser la forma en que llevaras a cabo tu proyecto de vida, que es lo que esperas obtener y como deseas terminar tu obra en el mundo, créeme ,no hay nada mas satisfactorio que dar el ultimo paso sin temor alguno y sintiendo que se hizo lo mejor en cualquiera que sea el campo que te hayas desarrollado.
Caminar erguido y sintiendo la alegría de compartir la vida, de ser reconocido como una honrada persona, un digno hijo de Dios, o si no eres creyente, como un admirado y respetable hombre o mujer, es mejor que andar con sigilo rodeado de seguridad, escondiendo la cara para no ser señalado como un ser despreciable, carente de humanidad, que ha pisoteado leyes y ha explotado a otros seres para alcanzar sus objetivos, aun cuando no suceda, se siente la presión de saber cuanto daño se ha causado y cuantos enemigo se han acumulado con el paso del tiempo.
El hombre no decide donde nace, pero decide como vivir, no decide quiene son sus padres, pero decide como ha de ser su relación, lo mismo con sus vecinos, compañeros de escuela o de trabajo, con su pareja, con sus hijos, con la naturaleza, decide la forma en que se ha comportar en distintas situaciones, decide hacer o no hacer algo, comprometerse o no en cualquier empresa, en un proyecto, en una relación, en un suceso que puede ser trascendental para su comunidad, su país. En fin, son sus desiciones y actos los que van a marcar su carácter y van a definir su imagen ante otros, independientemente de su capacidad, de sus cualidades y defectos, ya que esto son solo elementos que han de ser parte del efecto total.
Canta, ríe, vive feliz compartiendo y amando, sintiendo la vida como una fiesta, una magnifica reunió donde se dan toda clase de manifestaciones, donde las sorpresas se suceden a cada minuto, donde la variedad y el numero sobrepasa la capacidad del cerebro humano y se encuentran toda clase de objetos, seres, paisajes, aconteceros, en un escenario maravilloso al que denominamos universo sin saber cual es su origen, a donde se dirige, que objeto tiene su existencia, pero que guarda la sagrada diferencia entre existir y no existir, entre el ser y el no ser.
Aquí surge una pregunta interesante ¿por qué ,si sabemos el daño que nos causa no actuar correctamente, seguimos repitiendo los mismos patrones negativos de conducta ?
La respuesta mas lógica que he encontrado después de profundos análisis es que no somos tan inteligentes como creemos, que hay una falla profunda en nuestro cerebro, en la manera como procesa la información, en como responde ante los distintos estímulos, sobre todo cuando es afectado en la parte instintiva, donde aun quedan los rasgos acentuados de la herencia genética animal, por lo menos eso demuestra nuestra constante actuación auto destructiva, la condición de ceder ante la seducción de lo prohibido, ante el morboso influjo y seducción de los placeres como una adicción, una enfermedad, una degeneración del propio ser, aunque hay que aclarar que ningún animal a refinado esos aspectos negativos al grado que lo hace el hombre, por lo cual nos vemos hundidos en la escala mas baja de la adaptación al medio en que habitamos.
No os alarméis, la cosa no es tan lamentable aun cuando alcanza niveles de locura, porque por otro lado tenemos demostraciones de gran genialidad, de un sentido humano grandioso, de cualidades increíbles que rescatan sin duda la hombre y lo ponen frente a la posibilidad de llegar a sobrepasar sus propios limites y encontrar la luz de la iluminación espiritual, de la verdad en sus mas amplias manifestaciones.
Seguramente somos sorprendentes en muchos aspectos, nos movemos en el umbral de lo bueno y lo malo, de lo humano y lo bestial, de la luz y las sombras, pero tenemos un manifiesto espíritu de lucha que nos ha mantenido de pie ante las adversidades y nuestros propios defectos, nuestras actitudes negativas, eso nos ha llevado a donde estamos, somos guerreros en el sentido de que no dejar que nos venzan los temores, ni las condiciones o los procesos, estamos siempre dispuestos a conformar la defensa y el contra ataque, a salir victoriosos y creer que podemos ser mejores, eso vale, contiene el gran significado de nuestra existencia.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
No hay comentarios:
Publicar un comentario