En tu camino has de encontrar hombres buenos y malos, no hay un ser que pueda crear mayores maravillas, pero también no hay quien nos supere cuando se trata de acciones abominables, crueles, destructivas, porque tenemos la capacidad de ser verdaderos demonios o seres que se acercan a lo divino, por eso Antoniño, no permitas que sean tus deseos los que te guíen , sino el amor y la razón que juntos te han de dar la inspiración para realizar tus mejores obras.
Ya desde la antigüedad los sabios advertían que un hombre que se deja llevar por sus deseos, por sus impulsos, sus instintos, esta condenado a una vida de violencia, de tortura espiritual, de maldad y odio. Por otro lado, aquellos que logran dominar sus deseos y hacen de la razón y del amor su modo de vida, normalmente encuentran una paz y gratificaciones por sus obras, la satisfacción de crear cosas que enaltecen a la humanidad entera. Aun aquellas obras que parecen sencillas y carentes de reconocimiento, se convierten en las bases para que la humanidad pueda vivir mejor cuando se han realizado por amor y con la intención de mejorar la vida, de crear belleza, de proporcionar alegría, de cultivar el amor y la buena convivencia. No es fácil, lograrlo, muchos años de disciplina, de aprendizaje son necesarios, guiado por buenos maestros, siguiendo las normas de quienes han marcado el rumbo adecuado con sus acciones.
Caer en las tentaciones es fácil, constantemente has de encontrar en el camino algo que te haga dudar, que te haga sentir el deseo de abandonar el trabajo y la disciplina para obtener placer, placer efímero que se tendrá que ir alimentando de mas elementos que perjudican el espíritu, que nublan el pensamiento, apaga la flama del amor que es la que siempre debe arder en tu vida. Por ello es indispensable mantener una constante alerta, un perseverante estudio de lo que convienen, el escuchar, leer, investigar sobre las cosas buenas que se han realizado por grandes hombres a lo largo de la historia y notar que tras la construcción de lo bueno, hay un poder destructivo que se ha empeñado en hacer difícil el camino de la humanidad. Donde algo se hace para bien, encuentra una contraparte de quienes lo pueden utilizar para el mal, la lucha es constante y hay quienes prefieren vivir en sus vilezas y los que luchan por seguir un camino recto donde pueden convivir en paz y alegría aquello que se crea con amor.
Siempre, cada mañana y cada anochecer piensa en lo que es tu vida, lo que has de hacer para mejorarla, para cultivar los buenos hábitos, los valores que dan al hombre su calidad de humano, aléjate de quienes te tientan para que seas parte de sus malas acciones, de sus vicios, de sus ambiciones donde parece que todo brilla y sin embargo ha sido causa de tanto daño a lo largo de los siglos.
No han sido los reyes o los grandes conquistadores quienes han dado al mundo las cosas bellas ni han sido los héroes en guerra los que sembraron las maravillas del arte o los campos donde se cultivan los deliciosos frutos, las semilla que han de alimentarnos y nos permiten vivir, no fueron los guerreros los que encontraron los tesoros del espíritu y del razonamiento humano, sino los hombres que buscaron en el estudio, la observación, la meditación, las formulas que nos hicieran hombres dignos.
Antoniño, sigue los pasos de quienes han sido grandes en el pensamiento y en sus obras, quienes con ejemplo enseñan las formas de vivir plenamente, de gozar dando mas que obteniendo, de las buenas relaciones participando en aquello que beneficia a los que te rodean, sin olvidar jamas que solo hay una oportunidad de vivir, de ser consciente de las maravillas del universo, de participar en este magnifico evento del cosmos y que aun cuando no sabemos de donde procedemos o a donde vamos, cual es la razón de la existencia del hombre sobre la tierra, si sabemos que y comprendemos que es una magnifica ocasión para hacer algo importante para sentirnos bien de haber participado en la fiesta de la vida.
Te aseguro que nunca te vas a arrepentir de hacer las cosas bien y vas a caminar tranquilo y feliz en tu camino.
Cuando cometas un error, procura enmendarlo y no caer nuevamente en ese descuido, ve con cuidado, observa cuales son las causas de un mal y en lo posible procura remediar la situación, eres lo que te propones y vivirás según tus propias decisiones, las consecuencias solo tu las has de sentir y es verdad que lo que se siembra se cosecha, pero algunas veces eso es lo que menos importa, la verdad estará en tu corazón y en tu alma que, al final, es lo que importa.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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