Entrada destacada

El Gran Libro

El Libro Cuando nació la idea de escribir fue como la tormenta que de pronto aparece en el horizonte anunciando con relámpagos y truenos...

sábado, 19 de junio de 2021

Los tontos opinan

LOS TONTOS OPINAN


Los que no tenemos la aprobación de los señores del conocimiento, los que estamos relegados a los trabajos indeseables, aquellos que al final de la fila esperamos ser atendidos, sin dinero o recomendación alguna que nos aligere la existencia, estamos en condiciones de opinar en el silencio, de callar los gritos que se apagaron bajo el peso de la injusticia, en el oscuro callejón de los olvidos donde se arrumbaron nuestros lamentos, las peticiones que nunca se hicieron, los amores interrumpidos por una ola de ordenes, tareas, caprichos de los que mandan sin atender que los que hacemos las cosas nos agotamos en jornadas inhumanas, en labores que nunca son bien recompensadas, ni siquiera se reconoce su verdadero valor, porque son tan comunes, porque no conviene hacerlo para mantener su bajo valor en el pago de servicios.

Algunas veces los pagados gritos se convierten en sonido estridente, lo cansados cuerpos se lleguen con coraje, la vista se alza a cielo, los puños se cierran, los rostros se pintan de de sueños, las herramientas se convierten en armas y los lamentos en llamados a la batalla, entonces los tontos se convierten en arrolladora multitud que cambia el paisaje, la otrora orgullosa sociedad se tambalea, huye, cae, muere, sin apenas comprender que ha provocado el levantamiento, la rebeldía, el caos de sus propio mundo.


Los que ayer eran calificados de tontos son los que dictan las nuevas normas, el telón de la obra histórica se levanta, se abren las convocatorias, se realizan audiciones, se califican la actuaciones, el dictamen se ajusta, la nueva era se anuncia, los himnos se cantan, alabanzas al nuevo orden, al cambio tan esperado, un reencuentro con la dignidad, la libertad, la justicia, prosperidad, paz, una época de calma mientras los nuevos dueños instruyen a los siervos sobre las tareas que se han de realizar.


Los años pasan y el proceso se repite, los gritos apagados se convierten en llamados a la union de fuerzas, la rebeldía esta presente en los campos y centros de trabajo, obreros, campesinos, empleados, los que tienen poco o nada se agrupan en las calles, levantan los puños, trasmiten sus demandas, se niegan a continuar colaborando, exigen justicia, se realizan marchas, se forman partidos, surgen lideres y los que se veían como tontos, serviles, ignorantes, se  alzan como genios destructores, la nueva era se aproxima, el mundo cambia, no se puede detener el progreso, la evolución, el dialéctico pulso de las sociedades, aunque pocos comprendan que la prudencia no es característica de los rebeldes, la estupidez se abre una vez mas paso, su infinito alcance se esparce sin freno, sin fronteras, quien se opone perece, quien se une sigue la corriente sin preguntar cual es el rumbo y destino, eso le garantiza la supervivencia, la posibilidad de ser calificado de compañero, camarada, partidario, revolucionario, inteligente.


    Las veces que se ha repetido la misma historia son incontables, se pierden en los tiempos, las variantes son mínimas, las muertes provocadas en aumento lo mismo que la destrucción, dentro de los parámetros humanos todo puede convertirse en inhumano, pero no se ha de notar por ser algo natural y parte de los colectivos pensamientos, de los históricos procederes que se recolectan en grandes tomos simplemente para tener un registro, no para enmendar el comportamiento, no para encontrar la variación adecuada, la formula que garantice la justicia y la paz por siempre, sino para recalcar que la estupidez se puede convertir en vicio, en herencia genética, en efervescente alentadora de pensamientos sin dirección precisa, como al mayor parte de lo que siempre hacemos, tomando en consideración que nuestra ignorancia siempre supera a lo que sabemos. Esta es la opinión de un tonto, no lo tomen demasiado en serio.

JuanAntonio Saucedo Pimentel

No hay comentarios:

Publicar un comentario