LO DESCONOCIDO
Mi abuelo recordaba que una vez llego al pueblo un visitante de la ciudad que se quedo varios días para hacer paseos por la sierra y tomar notas sobre la flora y la fauna. Mi abuelo le servia de guía y en cierta ocasión el visitante, después de andar durante varias horas por los senderos estrechos y empinados exclamo “como me gustaría tomar una soda bien fría” mi abuelo le pregunto que era una soda y aquel hombre le dijo que era una bebida que embotellaban que tenia un sabor agradable y algunos componentes gaseosos, mi abuelo le dijo que podía tomar un jugo de las frutas que se metían en agua helada del arroyo que baja de lo alto de las montañas, seguramente era algo parecido.
Esto lo he recordado muchas veces y pienso que es difícil comprender las diferencias cuando no se tiene la posibilidad de experimentarlas, solo si el abuelo hubiese tomado una soda fría entendería que no era lo mismo el jugo de las frutas helado a una bebida embotellada con la que las personas de la ciudad estaban familiarizadas.
Importante resultan esas diferencias en la percepción, en el conocimiento, en la interpretación, porque estoy seguro que mi abuelo, aun cuando hubiese bebido una soda, no comprendería que se tuviese preferencia por eso y no por un jugo de frutas helado, mucho mas sano y de mejor sabor según su experiencia.
La conclusión es que solo comprendemos, aceptamos, aquello que por experiencia conocemos y hemos registrado como algo grato en nuestra memoria, nada complicado resulta comprenderlo, cualquiera ha experimentado algo similar, sin embargo nos empeñamos en creer que todos podemos comprender de la misma forma las cosas, que se deben aceptar como verdad lo que se difunde, tal es la finalidad de la mercadotecnia, convencer de que un producto es bueno por repetir constantemente sus cualidades hasta lograr que se experimente en el uso, pero ya de antemano los mensajes has puesto en la mente la afirmación de que se trata de algo bueno, muy bueno sin que eso refleje la realidad, sino una conveniencia para quien ha de comercializar el producto.
Muchas cosas en nuestra vida son desconocidas, incluso en lo esencial, en lo particular a cada individuo, dejando un gran vacío entre lo que es el conocimiento, ese vacío esta constantemente influyendo en lo que somos, seres ignorantes presumiendo conocimiento, afianzados con fuerza a lo que otros hacen o han experimentado, afirmando lo que nos han dicho, lo que por referencia ha llegado, lo que se ha difundido y expuesto como verdadero o falso, pero en el fondo son pocas las cosas de las que realmente estamos seguros, que comprendemos, que hemos experimentado en carne propia hasta conocer sus componentes, la forma como se originan, como funcionan, como afectan nuestra existencia.
Lo desconocido es mucho mas de lo que conocemos, transitamos por senderos que no sabemos a donde conducen, llegamos a este mundo sin saber de donde procedemos, cual ha de ser nuestro destino, la razón de la existencia, que es el tiempo, el espacio inmenso, sus millones de componentes, su origen, la finalidad de su transformación continua, de su movimiento, cuando y como ha de llegar nuestro propio fin.
Desconocemos nuestros alcances hasta que las condiciones nos hacen revelarlos, la influencia exterior propone como se ha de reaccionar, el hacerlo adecuadamente garantiza la supervivencia, la equivocación nos condena a la desaparición, mejor dicho, a la transformación, porque es un hecho que ha sido comprobado, la materia y la energía que son componentes de cuanto existe, no desaparece, solo se transforma, algo que mucho ignoran o simplemente dejan de lado cuando se pretende tener sin antes comprender que somos, cuales son los elementos importantes en nuestra existencia, que es lo esencial para vivir plenamente aun cuando tengamos presente que la mayor parte de esa existencia esta compuesta de espacios desconocidos, de variantes, elementos que jamas podremos conocer, porque no tenemos la capacidad para develarlos, porque hay una frontera entre lo que se nos has permitido experimentar, permitiendo el lugar a toda clase de especulaciones, de pretendidas explicaciones a lo inexplicable, como lo puede ser la existencia o no del alma, la existencia o no de Dios, la posibilidad de llegar a comprender lo desconocido, que al final es nuestra gran aventura y por la cual nos esforzamos cada día, explorando, investigando, experimentando, dando pasos que no sabemos a donde nos conducen, pero con la esperanza de que hemos de encontrar algo mejor, algo que nos haga verdaderamente humanos conocedores de aquello que ha de garantizar una vida plena, feliz, pacifica.
Los ignorantes tenemos ese derecho natural, podemos buscar el conocimiento sin limitaciones, aun cuando el riesgo es mayor se tiene que correr, es algo que nos impulsa, que nos motiva cada día, que le da sentido a nuestro existir, fomenta la creatividad, la experimentación, el diario y continuo explorar del universo del que formamos parte.
Tal vez algún día nuestro conocimiento nos haga ser mejores, tal vez nos conduzca a la exterminación, es una apuesta que se ha jugado desde el principio de los tiempos y que esperamos ganar, perder no afecta mas que en la imposibilidad de seguir adelante, pero si ganamos estaremos en el camino de saborear el dulce sabor de los mas exquisitos frutos en el cosmos, los frutos de la calma interior, del amor universal.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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