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jueves, 8 de julio de 2021

Como ser Rey





COMO SE LLEGA A SER REY


El abuelo contesto a la pregunta de Antoniño de la siguiente manera:

para ser rey tienes que ser bastante ingenuo, creer lo que dicen otros y no cuestionar si es o no cierto, debes acatar las indicaciones, seguir la ruta que te marcan, atender a los que se dicen tus súbditos, no tener la inquietud de ser libre o de correr por el mundo en pos de aventuras, aceptar que pueden arreglar tu existencia para convertirte en un símbolo, en un ser que ha de provocar admiración simplemente porque lo han puesto en un sitio donde todos lo pueden admirar, donde le pueden acusar de todo lo malo o atribuir algunas cosas buenas, para mantener un equilibrio y dar a la sociedad la sensación de que hay un líder capas de conducirlos con inteligencia a la conquista de sus sueños. 


Entonces no eres rey por haberlo ganado en batallas contra el mal o por haber conseguido grandes conquistas?


Eso es cuento, las historias de los reyes vienen contadas por quienes han dejado mantener un orden de gobierno en el que se puede manejar la situación de tal manera que el monarca es la figura principal, pero eso es pura formalidad y apariencia, en realidad se le ha puesto en el trono para desviar la opinión publica de manera conveniente, los verdaderos gobernantes permanecen en la sombra, en el anonimato, controlando la riqueza, el poder, las situaciones que favorezcan su posición, son banqueros o grandes empresarios, magnates multimillonarios que han heredado extensiones de tierra inmensas, fortunas incalculables y que por lo general se relacionan con otros de su misma posición para realizar las maniobras que garanticen su estabilidad sin importar lo que ello pueda representar para pueblos o naciones, en fin los reyes son convenientes mientras cumplan con sus funciones, de lo contrario son aniquilados y se cambian como si fueran objetos, la historia de los monarcas es bastante violenta, con intrigas, asesinatos, traiciones e incluso revolucionarios movimientos que los hicieron caer.


Posiblemente en la antigüedad hubo momentos en que se eligió a un rey por sus cualidades como líder, por sus méritos ganados en batalla, por algún hecho que marco de manera relevante su vida, pero eso rápidamente debe haber cambiado, los seres humanos somos muy inclinados a perder el rumbo, a distorsionar los principios, alterar un orden simplemente porque no tenemos la capacidad para seguir inteligentemente el camino para la justicia, la paz, la Felicia. Complicamos las cosas de manera que parece ser cierto la afirmación de que para cada solución encontramos un problema. 

Confundimos el liderazgo natural del monarca  , se llevo  a un rango que distorsiono su principio fundamental, imponiendo cada vez mas atributos, mas poder, riqueza, hasta que se convirtió en un sistema en el que las cosas giran en torno a un eje, pero no con la sincronización adecuada, sino en la constante falla de los elementos que lo componen. No puede ser de otro modo, la ambición es lo primero que contradice la propuesta para lo justo, el temor a perder posición impulsa a las peores acciones, la falta de juicio, de un verdadero espíritu de servició a su pueblo, de la lucha entre los que debieran ser dirigentes y atender a las necesidades de su pueblo, terminan por crear el ambiente desquiciado dentro del cual el rey es solo uno de los elementos, no el mas importante, sino en torno al cual la irradiación del poder es ambicionado, provoca las luchas.


Ahora los reyes pueden ostentar otros títulos, sus mandatos suelen ser mas breves, pero en el fondo el error persiste, son erigidos desde la concepción de que se requiere de alguien que represente el poder, que sea el líder responsable de lo que sucede como consecuencia de las acciones de millones de individuos, que desde el anonimato no se plantean la corresponsabilidad de los sucesos, siendo los gobernantes quienes han de asumirla por el simple hecho de haber sido elegidos. 

De esa forma, el individuo común duerme tranquilo, no es responsable de que exista violencia, corrupción, injusticia, inestabilidad, pobreza,  cada uno puede transgredir las normas elementales para las sana convivencia, no cumplir con su responsabilidad en el hogar, escuela, trabajo, evadir la responsabilidad del comportamiento normal de los que prefieren la vida fácil y sin mayores riesgos, para eso están los lideres, ellos son bien pagados y han de soportar los juicios a favor o en contra.  Por supuesto eso no lleva a ningún buen fin, las consecuencias se traducen en constantes desacuerdos, en manifestaciones, represiones, que funcionan para dejar escapar un poco de tensión, pero que  a la larga no son la solución al problema fundamental, esto es, todos y cada uno de los integrantes de una sociedad deben de comprender que son corresponsables de lo que sucede y depende de su buena o mala actuación el como se den los resultados.

Dejar de lado la idea de poner o quitar reyes, esta comprobado que eso no funciona, pero al mismo tiempo  ser rey debe ser algo a lo que todos aspiren en su interior, un rey que sea sabio, prudente, justo, amante de la paz y el bienestar común, un rey que acepte las diferencias, que actúe con verdaderos valores humanos, entendiendo que no se requiere gobernar a otros, sino saber gobernarse a si mismo . Ser rey no es fácil, es una labor titánica de toda la vida, pocos lo han conseguido, pero vale la pena intentarlo. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel 


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