Entrada destacada

El Gran Libro

El Libro Cuando nació la idea de escribir fue como la tormenta que de pronto aparece en el horizonte anunciando con relámpagos y truenos...

viernes, 8 de diciembre de 2023

Así llegue ,así me deseo ir

Como una suave brisa, como el agua de un arrollo que baja desde la montaña, la nube que se posa en la mañana para sentir el calor de la tierra y el brusco despertar de un rayo durante la tormenta, así he llegado para contemplar el contraste entre el amor y el odio, entre la opulencia y la miseria, la humildad y la arrogante posición de hombres y mujeres exhibiendo la estupidez superlativa mientras a su lado la injusticia, la ambición, la avaricia comen y beben vicios refinados en la inmundicia demencial de quienes el poder ostentan y se proclaman vencedores de algo que no han comprendido, en su ignorancia han perdido la noción del amor comprometido con los más nobles sentimientos, el amor compuesto de proyectos que dan al hombre su calidad humana.

  He llegado sin pecado para caminar en un pantano donde se mezclan virtudes y defectos de quienes debieran estar en la cumbre de esta incomparable obra del Maestro. He venido para buscar mi propio camino entre las sombras, en la inmensa gruta que se ha formado con ríos de sangre de quienes animosamente participan en guerras y crímenes de vergüenza vestidos, enmascarados en deseo de justicia, libertad, igualdad, significado distorsionado o perdido en la demencia colectiva que solo tiene como objetivo obtener más y más de cualquier cosa que ambiciona sin reparar en el daño que se hacen así mismos.

He llego a presenciar la hipocresía de los que se erigen como líderes espirituales mientras amasan enormes fortunas y hacen de la lujuria un pasatiempo aceptado en aras de la purificación. La estupidez no tiene reparo en cínicamente presentar lo abyecto como virtud y la desgracia como el camino a la salvación, proclamar que el sufrimiento es necesario, que la desigualdad, el desorden, la corrupta actuación no son responsabilidad del hombre sino un influjo del maligno ser contra el qué hay que emprender la lucha indefinidamente y para lo cual ellos son los designados, falsos profetas, fanáticos envenenando el alma de inocentes que se dejan conducir por senderos de confusión y miedo, creyentes de ir camino a la salvación mientras dejan en manos de los corruptos el producto de su trabajo y sacrifican su vida si son requeridos para defender sus creencias, esas y otras muchas cosas he presenciado en el crisol de las acciones del hombre para sentir que estoy en un proceso, en un aprendizaje que me permita comprender la diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo mundano y lo divino para seguir el camino que me conduzca a ser lo que me corresponde según mi propio designio, con la intención de comprender que la vida es una compleja obra donde, como espectador y protagonista, actuó y observó al mismo tiempo permitiendo que en mi pensamiento, en mi imaginación se formulen las opciones, las fórmulas que considero correctas para seguir adelante sin más deseo que dar felicidad y sentirme satisfecho de lo que hago, de lo que puedo alcanzar, que en última instancia es mi retorno a ese lugar de donde he venido.

Tarea imposible me dicho en silencio, meditando en el enorme esfuerzo que han hecho hombres sabios para mostrar que La Paz, el amor, la felicidad no son producto de lucha sino de la actitud positiva ante l vida, el recto proceder, no haciendo a otros lo que no se desea para uno mismo, el vivir en la sencillez acorde a la naturaleza humana, ala relación armoniosa con el entorno sin alterar el orden que guardan las relaciones que mantiene el funcionamiento del planeta, acaso no se ha advertido que la ambición enferma el espíritu? Más de mil veces se ha repetido que el temor es causa de tragedias, el miedo es falta de fe en uno mismo y en lo que ha formulado la creación en el universo, que no es necesario ser un sabio para comprender los mensajes que contiene en su complejidad, magnitud, belleza, impresionante demostración de grandeza que podemos atesorar en el reducido espacio de nuestro corazón, espíritu, cuerpo, cerebro, donde se nos otorga la oportunidad de crear otros universos, fórmulas mágicas para que la imaginación realice obras que nos satisfacen por su encanto, su estructura funcional, la contagiosa alegría que pueden proyectar a través del tiempo y la distancia y que ahora se guarda en bibliotecas o museos que la mayoría no aprecia, porque se ha confundido el entretenimiento vano con la creación efectiva, el efímero placer con el inmenso gozo que produce el acercarse a una magna obra artística, literaria, arquitectónica, teatral, lo que conduce a un aburrido, absurdo malgastar del tiempo observando aquello que distorsiona la realidad, convirtiendo a los espectadores en aprendices de violencia, vicio, actitudes degeneradas que afectan para siempre el espíritu, perdiendo los valores humanos entre la pila de basura que consume la mente durante años. 

Un cambio radical en la forma de educar es necesario, pero los maestros en la actualidad vienen del mismo proceso degenerativo, los padres de familia han recorrido el mismo camino que sus antecesores y solo el intentar razonar de manera distinta parece un imposible, pero contamos con un mágico recurso, la inventiva,  se puede programar un patrón de conducta que se repita y se difunda en forma masiva, una forma de pensar dirigida a la formación de seres capaces de vivir en armonía, conducirse como seres racionales, formulando condiciones de vida donde los excesos se eliminan y la tolerancia abre la puerta para un buen entendimiento, fórmulas para la concordia, la tranquilidad, el coordinado esfuerzo colectivo para resolver problemas comunes.  Por qué no intentarlo si estamos al borde del precipicio?  Necios y estúpidos nos vemos cuando no comprendemos que poco es el tiempo que se tiene para cambiar de rumbo, pero recuerdo que mi bisabuela decía, mejor no lo digo, se vayan a ofender, pero tiene que ver con los cerdos que son felices comiendo porquerías.  

Hagan el bien sin mirar a quien, sean felices, no se metan en problemas, sean responsables de sus actos, tengan fe en sí mismos, contribuyan en positivos proyectos, amén intensamente y déjense amar ya verán que podrán encontrar momentos que nunca olvidarán.

Me iré como el día al llegar la noche, como la flama de una fogata al consumirse, un sonido que se convierte en silencio, el movimiento que despacio llega a ser inmóvil.

JuanAntonio Saucedo Pimentel

No hay comentarios:

Publicar un comentario