La impotencia ante las injusticias, el dolor ajeno, la crueldad en sus variadas manifestaciones, me produce un dolor intenso, una furia que se acumula y brota como llanto, algunas veces en silenciosas lágrimas que recorren mis mejillas, otras como un grito que se repite en espacios prolongados hasta causar el deseo de morir, pero he seguido mi camino con esas cicatrices marcado, llevando en el alma el deseo de no provocar algo que lastime a otros y sin embargo se que no siempre he logrado regalar felicidad , hiriendo a seres queridos aún sin proponérmelo, lamentando que sea uno más de los que caen por sus errores, maldiciéndoselo la hora en que no pude detener mis impulsos, los instintos primarios que me hacen recordar los orígenes de mi especie.
Solo un hombre soy con la intención de alcanzar el grado humano, el control de mi propio ser, de mis pensamientos, dirigiendo mis acciones en la dirección correcta, haciendo lo que el bien proyecta en cosas hermosas, en felices relaciones, en armonía con mis semejantes, con la naturaleza, creando aquello que refleja la belleza de un espíritu sano, dispuesto a compartir sin egoísmo, empeñado en hacer lo imposible por ser cada día mejor.
Buenas intenciones que se enfrentan con la competencia, la avaricia, el ingrato impulso de una existencia marcada por exigencias que no se detienen e impulsan la violencia, el desorden, la corrupta actuación de quienes tenemos que alcanzar objetivos para cubrir los gastos que demanda la diaria subsistencia sin dar tregua, obedeciendo las normas señaladas, las políticas diseñadas desde algún lugar oscuro donde no se piensa en la naturaleza humana y se calculan las ganancias, inversiones, especulación indiferente a cualquier protesta.
Científicos se esmeran buscando respuestas a cuestiones de la física, la química, las razones de la existencia, el comportamiento humano, los trastornos psíquicos y otras muchas cosas que mantienen las mentes brillantes ocupadas justificando sus trabajos, mientras las guerras siguen su curso, la venta de armas y drogas aumenta, los suicidios y adicciones rompen récord, la miseria estrangula pueblos enteros, la contaminación no se detiene, los locos toman el poder y las masa se dejan embrutecer bajo el influjo de los medios de comunicación, redes sociales, cine, televisión, espectáculos que entretienen mientras el caos sigue aumentando. Si lo notas y te importa lloras con un llanto amargo que no permite disfrutar lo que de bueno tiene la vida y hay quienes prefieren evadir la realidad tras el velo de la intención para alcanzar La Paz espiritual, el no soy responsable de cuanto sucede, lo que no puedo controlar no es mi responsabilidad, solo me importa lo que puedo realizar y está bajo mi control, que al final es mi propio ser. Buen pretexto sin que ello signifique un escape, las circunstancias te atrapan, las exigencias te impiden ser lo que deseas, solo te dan placebos en esos momentos que están marcados para que recuperes fuerza , después tendrás que continuar según se tiene planificado de acuerdo a tu capacidad y en función de lo que conviene, no a ti, sino a quienes mantienen el control de tu entorno social.
La verdad te hace feliz? Por lo que entiendo es todo lo contrario, te presenta un panorama poco placentero, un cuadro donde las sombras predominan. Aclaró que esto lo digo para mí mismo, es una buena manera que encontré para descargar mis pensamientos con las eternas amigas, las letras, porque al escribir me concentro en poner lo más claro posible lo que me molesta y como lo he podido soportar tanto tiempo, seguramente por la ayuda, el apoyo de los que me rodean haciéndome sentir que su complicada vida la pueden gozar por no meterse en pensamientos reflexivos, en análisis que no conducen a nada , simplemente disfrutan lo que tienen, lo que viven cada día en las relaciones con amigos, familiares, compañeros de trabajo o de otras actividades dando sentido a la existencia sin mayores complicaciones, gracia a ello he aprendido que la vida puede ser sencilla y agradable, a gozar al máximo los momentos de felicidad y dejar de lado la amargura , pero algunas veces lloro en silencio.
Que necedad la de voltear a ver cosas que lastiman, desear cambiar aunque sea un poco lo que de mal tiene mi propia vida, la de las personas que amo, la de aquellos que no tienen oportunidad de salir del rincón donde se les ha colocado, pero he de superarlo, siempre lo hago, de otra forma me hubiera suicidado o adquirido alguna adicción, demencia, de esto último no estoy tan seguro de haber escapado y algunos de mis escritos reflejan que pasado por periodos en los que me acerco a la locura.
En fin la vida es corta, eso es bueno, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante y hay que disfrutar cada día como si fuera el último porque haga lo que hagas de aquí no sales vivo, deja de quejarte, de llorar por las cosas que no puedes remediar y ríe ante la adversidad, esa es una forma de venganza que puedes saborear, búrlate de tus fracasos, de las injusticias, de la violencia , de la corrupción todo es parte de un proceso que mantiene interesados en la evolución de la especie homo sapiens.
JuanAntonio Saucedo Pimentel
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