Las preguntas

Por qué nacemos para morir? Que caso tiene preguntarme lo que es imposible de contestar? Estas y otras muchas interrogantes formaban parte constante en los pensamientos de Co, un joven integrante de una tribu  que habita en una de las regiones más apartadas del país a la que es extremadamente difícil llegar, por lo cual no ha sufrido la influencia de la educación estándar, el influjo de medios de comunicación masivos, la contaminación de la mercadotecnia, alteraciones de la realidad mediante desinformación, lo que propicia que los integrantes de esa pequeña comunidad a la que pertenece Co se mantenga lo más cercano a un comportamiento natural humano. Cada miembro realiza sus actividades para contribuir al bienestar del grupo de acuerdo a su interés y capacidad personal sin manifestaciones de competencia, en cooperación continua, en coordinación con las exigencias comunes.

Co se distingue por ser innovador, en cada actividad procura facilitarse la forma de realizarlo, lo cual repercute en mejor calidad de vida pero no en un reconocimiento que le proporcione mayor autoridad, simplemente se toma como cualquier otra habilidad, tan importante como la que tienen cada hombre y mujer en sus tareas cotidianas, pero poco interesa aquello que Co cuestiona sobre la vida y la muerte, el origen de los pensamientos, la diversidad  en la naturaleza, la razón de los sentimientos y otras muchas cosas que no son útiles para el funcionamiento del pueblo, donde lo importante es proveer aquello que garantiza la supervivencia, de las sanas relaciones, del bien común que mantiene a los miembros unidos viviendo en armonía. Por ello, cuando Co planteaba alguna pregunta, le contestaban con otra pregunta “es importante encontrar la respuesta para nuestra vida?” No te compliques demasiado pensando aquello que solo te distrae de lo que tienes que vivir, la existencia es actuar, experimentando a cada instante lo que sucede en tu cuerpo, lo que ven tus ojos, lo que ven tus ojos, a donde te conducen tus pies, si haces bien tu tarea, alegras a quienes te rodean, disfrutas de su compañía, cooperas en cada ocasión que se requiere tu ayuda, amas a quienes somos parte de tu vida desde que llegaste a este mundo, eso es lo importante.

Co guardaba silencio asistiendo con un simple guiño, pero continuaba preguntándose a sí mismo, cual era el objetivo de existir? Quien era el responsable de la existencia de cuanto vivía o moría en el mundo, de lo que lo conforma con su inmensa variedad que captaba, disfrutaba, admiraba cada día, cada noche, cada instante, haciéndole experimentar emociones diversas que  no comprendía, porque le conducía a reflexionar y cuestionar sobre su significado, su diferencia con la de otros seres que parecían no ser afectados en lo más mínimo por una puesta de sol, por la belleza, la forma, el color, la textura, el aroma, el comportamiento de cada cosa, de cada ser. Por qué el cuestionaba cosas que a otros no les interesaba?

Cuando le conocí y me lo pregunto, lo único que se me ocurrió contestar fue, porque todos somos diferentes y tú buscas lo que otros no, porque tu mente ejercita en una actividad poco común, ciertamente poco apreciada pero qué diferencia a quiene la práctica por llevarle a la profundidad de los grandes misterios del existir, mostrando caminos nuevos para el pensamiento en el afán de superación constante que distingue al hombre de otras especies.  Encontrar respuestas es importante, no dejes intentarlo, sería magnífico responder acertadamente algunas importantes, pero yo en lo particular me he preguntado hasta qué punto nos hemos complicado la vida intentando comprender lo incomprensible? pero al parecer no lo podemos evitar.

Me hubiera gustado convivir y conversar más tiempo con Co, espero pronto regresar y escuchar sus disertaciones, intentando no intervenir demasiado , permitiendo que él llegue a conclusiones desde su propia perspectiva en la que no existe la influencia ajena, será interesante e importante para mi, ver cómo avanza por sí solo en la búsqueda de respuestas. Por supuesto no intento intervenir en sus ideas, de nada serviría decirle que miles de hombres y mujeres han intentado responder a las preguntas importantes sobre la existencia, la muerte, el motivo de lo que percibimos y de lo que imaginamos, sobre nuestro comportamiento que muchas veces nos horroriza, otras nos causa admiración, pero seguimos ignorando lo esencial para controlar aquello que nos mantiene en constante lucha, mostrando lo distantes que nos encontramos de encontrar la armonía, La Paz, la felicidad que su pueblo tiene. Un tesoro que espero sea respetado y resguardado, sirviendo de ejemplo, de guía para conformar mejores sociedades, aún cuando estoy seguro que sucederá lo contrario, porque la apertura de mejores rutas de comunicación terminarán por destruir su cultura, por incorporarlos al sistema de competencia, consumo, degenerado donde se pierde el sentido humano.

JuanAntonio Saucedo Pimentel