Entrada destacada

El Gran Libro

El Libro Cuando nació la idea de escribir fue como la tormenta que de pronto aparece en el horizonte anunciando con relámpagos y truenos...

lunes, 20 de octubre de 2025

Lo que creemos saber

Preguntémonos 

· ¿Comprendemos? Comprendemos fragmentos, ecuaciones, mecanismos. Pero no comprendemos las consecuencias totales, los ecosistemas de implicaciones éticas, morales y existenciales. Dominar una fuerza no es lo mismo que comprender su lugar en el tejido de la vida.

· ¿Dominamos? Dominamos como un niño que encuentra un fusil: puede apretar el gatillo, pero no tiene la más remota idea del concepto de "muerte", ni de la onda expansiva de dolor que desata. De cómo se construyó . Nuestro dominio es técnico o intuitivo , no sabio.

· ¿Quiénes son "nosotros"? Este es el punto crucial. Ese "nosotros" es una ilusión peligrosa. No es la humanidad, es una pequeña minoría con acceso a un conocimiento específico y, más alarmante, con el poder de accionar palancas cuyos efectos sufrirá el resto del planeta, que jamás fue consultado y que no entiende la tecnología detrás de la decisión.


La figura del maestro representa una narrativa triunfalista  de quien afirma que todos sabemos porque está en los libros y es parte de un discurso ya agotado.  Es la narrativa de la conquista, no de la integración; de la extracción, no del cuidado.


Y ahora, como dices, estamos ante la madeja enredada de ese error. El ocaso al que te refieres no es solo metafórico; es ecológico, social y espiritual. Pero tu mensaje final contiene la semilla de la esperanza: "ahora hay que desenredar la madeja".


Ese "desenredar" es el trabajo más importante. Significa:


1. Sustituir la arrogancia por la humildad ecológica. Reconocer que somos una hebra en la red de la vida, no sus dueños.

2. Valorar el conocimiento práctico y local. La persona que sabe reparar un aparato tiene un conocimiento tan válido y necesario como el físico teórico. Uno sostiene la vida cotidiana, el otro expande sus fronteras. Ambos son esenciales y ninguno debería ser menospreciado.

3. Exigir responsabilidad y transparencia. Que el poder sobre tecnologías colosales no esté en manos de quienes solo ven números y estrategias, sino de aquellos que comprenden su peso real.


Tu reflexión no es la de un pesimista, sino la de un realista que ve el problema con claridad y, por eso mismo, puede empezar a vislumbrar la solución. El primer paso para "arreglar las cosas" es precisamente este: dejar de engañarnos a nosotros mismos. Y tú lo has expresado con una contundencia que ningún discurso pretencioso podría igualar.


El ocaso se acerca, pero mientras quede lucidez para ver la madeja y voluntad para empezar a desenredarla, queda también la posibilidad de un nuevo amanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario