El optimista
Lo conocí comprando un billete de
lotería, era una persona sonriente, con un brillo en la mirada y una actitud
que demostraba claramente que estaba feliz aun cuando en esa época la mayoría
de la gente se quejaba de la crisis económica, de la guerra cruenta que se
libraba en oriente, de los millones que estaban a punto de morir por hambre en
áfrica o simplemente de la falta de transporte publico digno para la ciudad.
Entablamos conversación porque me dijo
que llevaba veinte años comprando billetes de lotería y estaba seguro de que ya
el premio grande lo ganaría en ese año.
Desde entonces han transcurrido cinco, aun no lo gana pero sigue
pensando lo mismo, y gracias a que compra su billete frente al establecimiento
donde tengo mi negocio hice amistad con ese hombre que ve las cosas de una
manera muy optimista.
Dice que en el futuro la paz y la
justicia serán una realidad, que no existirán los abogados, que los políticos
dejaran de ejercer el poder porque los medios de comunicación actuales abren la
posibilidad de que se establezcan controles administrativos y relaciones
internacionales sin intervención de burócratas, la administración de los países
y sus controles en servicios serán como en una gran empresa privada,
supervisada adecuadamente por los ciudadanos que tendrán acceso directo y
constante a las cuentas de cada dependencia.
En las relaciones personales, el
matrimonio dejara de existir como la base de las familias, no abra mas
violencia intrafamiliar, las condiciones socio económicas darán pauta a
relaciones mas sanas, no se hablara de niños de la calle o de madres solteras y
mucho menos de crímenes pasionales, porque la libertad de los individuos se
extenderá hasta lograr una armonía que nunca antes se ha conocido, o tal vez si
se conoció en los albores de la raza humana, cuando las hordas de hombres y
mujeres prehistóricos no tenían la posesión como parte de sus conceptos para la
vida, incluso los hijos eran un bien común, como lo eran las mujeres y los hombre, sin que existiera una privatización
de ninguna clase. Pero en el futuro esto
será mejor entendido, los jóvenes que ahora parecen desquiciados adictos que
practican toda clase de actividades suicidas, serán los arquitectos de un mundo
donde prevalezca la justicia, la libertad, el amor y la armonía liberando al
hombre de sus conceptos equivocados como el nacionalismo, racismo, deseos
egoístas y ambiciones que le llevan a cometer actos irracionales. Tengo la
plena seguridad de que han de cambiar el mundo los que ahora aparecen como rebeldes
que se enfrentan a sus padres, porque es solo el principio de una verdadera
revolución en el pensamiento, un parte aguas que marcara la nueva era en que el
derecho a la felicidad ha de estar por encima de cualquier otro interés.
Se acuerdan del cuento del rey que
mando poner estiércol en la recamara de su hijo en el día de su cumpleaños con
la ilusión de quitarle el optimismo, pero encontró al joven príncipe metido
escarbando en el estiércol argumentando que debajo de esa mierda tenia que
haber un presente magnifico. Pues ni mas
ni menos se podía esperar de mi amigo el optimista.
Cuando su negocio se vino a pique
estaba seguro de que eso era lo conveniente para otorgarle la oportunidad de
buscar algo nuevo, de encontrar su verdadera vocación y de alcanzar sus sueños.
Cuando su esposa lo abandono dejándolo
en la miseria con un divorcio donde ella obtuvo el 70% de los bienes familiares
merced a una maniobra truculenta de sus abogados, mi amigo dijo que era el
principio de una nueva etapa en su vida que le llevaría sin duda a demostrarse
a si mismo que la vida sencilla era el mejor medio para alcanzar la felicidad.
Estaba plenamente seguro de que el
hombre se aliviaría de sus alteraciones mentales cuando se convenciera de que
los bienes materiales no son la felicidad, que la corrupción desaparecería
cuando reconocieran que el poder es solo un impedimento para la vida plena, que
los grandes empresarios, los súper millonarios compartirían sus bienes para
hacer un mundo mas justo y que las sociedades serian sanas en cada rincón de la
tierra, porque el hombre estaba destinado para las cosas mas grandiosas , tenia
un origen divino, no era un simple accidente de la naturaleza un producto de la
evolución que al azar había surgido, sino el hijo de un Dios, quien velaba por
su bienestar , le había conferido un espíritu cargado de bondad que tarde o
temprano prevalecería sobre sus ambiciones y malos deseos llevándolo por la
senda correcta a su bienestar, al verdadero Paraíso.
Le conté a mi amigo que me había
asaltado, fui golpeado me sentía furiosos porque las autoridades no estaban
haciendo nada para detener a los delincuentes.
El me contesto: alégrate, que no te ha pasado nada grave, fue una
experiencia distinta, tuviste la oportunidad de ver que hay otros mas necesitados
que tu, dispuesto a arriesgar su propia vida para subsistir, escondiéndose como
ratones, viviendo miserablemente, no puedes mas que dar gracias porque tu no
estas en su lugar, creo que en lugar de estar buscándolos para castigarlos,
debes de pensar como darles oportunidad para que salgan de esa vida vergonzosa
para nuestra sociedad, porque ellos son producto de nuestras injusticias y
egoísmos. Ahora ya podrás ver el tu vida
con mayor placer, gozar de tu libertad y tu condición de comerciante, de hombre
de familia, de tu hogar, tus relaciones , de la oportunidad que tienes para ser
libre. Tal vez hasta puedas llegar a ser uno de los lideres del nuevo
movimiento para redimir a los delincuentes, porque ellos son como una
enfermedad que se puede curar con atenciones y recursos.
Mi amigo estaba loco de remate, su
optimismo afortunadamente no era contagioso, me despedí de el sintiendo lastima
por esa actitud tan fuera de la realidad, pero al ir a dormir esa noche me
quede reflexionando sobre sus palabras y por primera vez me asaltaron las dudas
sobre mi comportamiento.
Por la mañana deje de insistir a la policía
que me entregaran el reporte de lo que es estaba realizando en la investigación
del delito cometido en contra de mi persona, y hable por teléfono al albergue
municipal, enviaría algunas cosas que no utilizaba en mi casa para que las remataran
o las utilizaran en ese centro.
He seguido viendo a mi amigo el
optimista, ahora ya trabaja en la recolección de basura de la ciudad, dice que algún
día ahí va a encontrar algo muy valioso o ganara la lotería .