Adicto:
Hoy no consumí!,
es lo mas importante que puedo decir al terminar el día, saber que he vivido la
realidad y no la fantasía creada por mis adicciones a las drogas, el alcohol, tabaco,
televisor, la computadora, a los noticieros y sobre todo a la obsesiva compulsión
de pensar en la muerte, a la que consideraba mi verdadero amor.
Cuantas veces fui atendido por desconocidos que se
preocuparon por mi salud?, lo ignoro, fueron tantas veces que difícil seria
rastrear ahora donde y cuando lo hicieron, pero con ello me dieron la
oportunidad de intentarlo otra vez, para bien o para mal?, ellos creían que
para bien, porque sus acciones estaban cargadas de esa energía que el amor
imprime en quienes le reconocen y hacen de la vida su principal objetivo. Para
mi eso era una tontería, estaban prolongando mi agonía y perdiendo su tiempo,
no tenia remedio y estaba decidido a continuar por la misma senda.
Cuatro cajetillas de cigarros consumía diariamente, además
de medio litro de alcohol y una o dos líneas de coca para completar la huida y
sentirme apto para continuar en la circulación en un mundo que consideraba
absurdo en todos sus niveles y en el cual me veía como una victima que no tenia
culpa alguna de semejantes aberraciones, como la de tener por gobernantes a
bufones que jugaban con la publicidad y las leyes de la misma forma que un niño
juega con arena.
Se proclamaba la paz fabricando armas, la economía
estaba sobre la salud, la tranquilidad o la moral y el amor confundido con sexo
era un artículo de explotación publicitaria desde mi punto particular de observación.
El mundo vivía la obsesión de la evolución traducida
en consumo irracional y no estaba dispuesto a participar en esa locura, prefería
abstraerme en las fantasías creadas desde la alteración fincada en las
adicciones, quien es el loco? Preguntaba a quienes me acusaban de ser inconsciente
y no reaccionar a las atenciones y preocupaciones de quienes estaban cerca de mí.
La policía me había detenido por enésima vez, me
condujeron a una llantera por la madrugada, el frió del invierno me calaba en
los huesos y tiritaba de frió y de miedo al saber lo que me esperaba, ya me habían
golpeado anteriormente y puesto en celdas donde encontraba dolor. Esa vez se
superaron, me metieron en el tanque donde prueban las cámaras, el agua estaba
helada y me sacaron jalándome del pelo, mientras me gritaban, greñudo hijo de
tu perra, te vamos a retirar de la circulación!, me desmaye tras los primeros
golpes y me quede tirado en la tierra, pero viví.
Mi estado era miserable, sucio, harapiento, a los veinticinco
aparentaba treinta y tantos y estaba perdido en una ciudad sin que eso me
importara un comino, lo único que me interesaba era mantenerme prendido,
cercano a quienes podían regalarme un poco de alcohol, darme un cigarro,
ofrecerme una pinga, y lo demás estaba fuera de contexto, el mundo era chido si
tenia algo que me mantuviera alejado de la realidad.
Hoy no consumí, es el mejor colofón para mis días a
partir de que encontré una nueva relación con el mundo y la vida, lo cual
sucedió de la manera mas inesperada hace cuatro años en una navidad.
Caminaba sin percatarme de lo que sucedía a mi
alrededor, las tiendas llenas, las gentes cargando paquetes con regalos y la emoción
del festejo por el nacimiento de Jesús no significaban nada especial para mi,
entonces ella llego con un chocolate y lo puso en mis manos mientras me dirigía
su mirada dulce y su sonrisa cargada de amor diciendo algo relacionado con la navidad. Es difícil describir lo que sucedió dentro de
mi con ese acto sencillo, es imposible saber porque fue así, tal vez fue su energía
positiva lo que efectuó el milagro, el contacto con sus manos, la luz de sus
ojos, la expresión de su rostro, el aroma de su perfume o su actitud , o fue
todo el conjunto lo que me hizo sentir que había estado equivocado y que existían
cosas hermosas por las que valía la pena luchar.
Me deje conducir por ella al centro de rehabilitación
y no me afecto el saber que era integrante de un grupo de jóvenes que se
dedicaban a rescatar adictos en la ciudad, que otra cosa podía ser? Los Ángeles
existen, me dije a mi mismo y camine confiado a su lado hasta convertirme en lo
que soy.
dicen que soy un hombre responsable, trabajador,
honrado, todo lo contrario de como me solían calificar, ella ya no es mi
madrina custodia, sino la novia con la que he de compartir la vida, me siento
feliz, pero lo mas importante del día sigue siendo que pueda decir, hoy no he
consumido, soy un adicto que he vencido el día de hoy mi adicción, gracias a Dios!
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