El viejo velador y yo platicábamos
mucho durante las tardes cuando dejaba de llegar gente a visitar el coto que
estaba promoviendo para venta. Su nombre era Bernabé y decía que haber nacido
en un lugar llamado La Gloria donde vivía el Demonio, porque así se le nombraba
al dueño de la gran hacienda donde su familia había trabajado por
generaciones. Ahí el aprendió a
construir, empezó desde hacer adobes y termino construyendo bóvedas y remates
artísticos para los edificios de la hacienda, por lo que se gano el
reconocimiento del patrón, porque era mucha gracia que siendo analfabeta
hubiera alcanzado ese grado de conocimientos y perfección.
Don Bernabé tenia un hermano del cual
había perdido la pista, pero recordaba muy bien que era gallardo, bien
parecido, le gustaba presumir buen sombrero y botines de piel fina, se ponía en
las bolsas tepalcates pulidos como monedas para que al caminar hicieran ruido
como si cargara dineros y eso le daba gusto cada domingo cuando visitaba el
parque de la capital y dando vueltas al quiosco miraba las muchachas que salían
a lucir su belleza.
Una de esas jóvenes de nombre Mariana
fijo su atención, le regalo una flor y ella le dio su pañuelo en señal de
aceptación, se hicieron amigos y se sentaban en una de las bancas del parque a
platicar acompañados siempre de la nana de la muchacha que era de refinados
modales y seguramente de familia rica a juzgar por sus vestidos y
accesorios.
Martin, que era el nombre del hermano
de don Bernabé, no se incomodo en lo mas mínimo por la diferencia de clases, le
tenia sin cuidado eso porque los ojos de su amada le tenían cautivado y no le
importaba otra cosa que estar a su lado.
Los dos se enamoraron profundamente y Mariana comunico a sus padres los
sentimientos que guardaba para ese muchacho que no parecía ser de su clase pero
que era atento, caballeroso y muchas cosas mas que dieron a entender lo mucho
que le amaba.
La nana de la niña le comunico a
Martin que no se podrían ver mas hasta que él, acompañados de sus padres fueran
a la finca de sus patrones a una visita formal , ya se imaginara el revuelo que
eso armo, mi padre estaba molesto, mi madre preocupada, Martin emocionado y yo
sin entender que pasaba.
Luego le sigo contando, me dijo don
Bernabé, porque en esos momentos llegaron unos ingenieros que le querían
consultar sobre el tipo y numero de varillas que se utilizaban para cierto tipo
de construcción, lo cual me sorprendió mucho, porque se me hacia increíble que
el viejo que había aprendido a leer a los setenta años les diera consejos de
cómo se construían edificios modernos.
Me entere mas tarde por medio de otras personas que conocían bien al
velador, que él había construido templos y era reconocido como uno de los
mejores maestros de obra de la región.
Le pregunte a don Berna cuantos
templos había construido y me dijo que solo uno, que en los otros solo había
sido maestro de obra pero que aprendió mucho en tantos años de estar en el
oficio. Cada vez le admiraba mas porque
parecía no darle mayor importancia a sus logros, prefería contar los de otros y
poner en relevancia obras en las que el no había participado.
Según me dicen usted resolvió como
evitar que un rio subterráneo detuviera la construcción del templo de la Virgen
del Socorro
-si, eso dicen, no fue gran cosa, solo
dejar que el cause siguiera corriendo bajo una plataforma de graba, sobre ella
construimos una firme base para dar soporte al templo.
Parecía algo sencillo según el lo
planteaba, pero los ingenieros me dijeron que había sido todo un logro para la
ingeniería de ese tiempo.
Entonces sígame contando que paso con
su hermano y la señorita Mariana.
Yo no se que enredos se hicieron o de
que mañas se valieron o quien intervino para que las cosas sucedieran como se
las cuento, pero el caso es que resolvieron den la reunión que le mencione
anteriormente, que habría casorio en cosa de seis meses a partir de esa fecha.
Mi padre le pidió permiso al Demonio para hacer la fiesta, como me mando a mi
con la comisión no me lo negó, el me tenia en estima por lo que le trabajaba
casi sin paga en el mantenimiento de la hacienda, mi madre se puso con otras
amigas a preparar muchas cosas de tejido, bordadas preciosamente para ese día y
se alimentaron bien al los puercos que fueron sacrificados para la fiesta , el
tiempo se fue volando, la fecha se llego y las campanas repiquetearon, yo
estaba tan emocionado que solo recuerdo a mi hermano y a su novia felices
saliendo de la iglesia bajo una lluvia de arroz y los gritos de ¡Vivan los
novios!.
Mi hermano se llevo a su esposa a vivirá
un pequeño jacal que había construido con permiso de nuestro patrón en unas
tierras cercanas a la montaña, de ahí se extraía piedra para la construcción y Martin
de esa misma piedra construyo las habitaciones con mi ayuda y la de otros
peones que eran amigos. Ahí fue su luna de miel y ahí nació su primera hija,
con ella si llego una gran torta, porque los abuelos maternos cuando fueron a
reconocerla se quedaron asombrados de ver la felicidad de su hija aun cuando
vivía en aquella pobreza, le ofrecieron a Martin la administración de uno de
sus ranchos y ahí empezó el gran futuro de mi hermano, ya no nos vimos nunca
mas, el se fue para otras tierras, dicen que administro muy bien, se llevo a
mis padres a vivir con el y yo decidí venir a la ciudad capital del estado a
probar mi suerte.
Así de rápido se transcurre la vida,
se puede narrar en pocas palabras, hay cosas que fueron importantes, hay cosas
que no vale la pena ni recordar, pero de las que mas añoro fueron las que
transcurrieron con mis hijos y cuando ame sin dudas
¿Cuantos hijos tiene don Berna? -tres y una hija, con mi primer mujer, con la
segunda tengo un hijo
a los primeros les hice a cada uno su
casa en terrenos que compre cuando me fue bien en el trabajo, después se
vinieron los años malos, me salí de mi casa por no tener ni con que
mantenerlos, andaba vendiendo cocos en un carrito por las calles, en ese tiempo
hice buenas amistades, entre ellas un arquitecto que me reconoció de cuando le
trabaje en la obra, me veía seguido por su calle y en cierta ocasión me regalo
un pedazo de la serie de la lotería que recién había comprado, aquel numero lo
puse en mi cartera y lo olvide checar, pero apareció uno de mis hijos para
avisarme que su hermana estaba muy enferma en el hospital y no tenían para las
medicinas, abrí la cartera para darle unos pesos y en ese momento vi la esquina del numero de lotería,
fuimos a checarlo , no lo va a creer, tenia veinte mil pesos de premio, nos
fuimos corriendo a cobrarlo, apenas llegamos antes de que nos cerraran la
ventanilla, no se imagina, fue un verdadero milagro, gracias a ese dinero
atendieron bien a mi hija y se alivio.
¿Alguna vez regreso a la Gloria? Si,
para complicarme la existencia, me encontré ahí con una de las mujeres que me habían
conocido años atrás, ella es mucho mas joven que yo, me cautivo con sus
atenciones y con sus ojos grandes, me siguió de regreso y vivimos juntos varios
años, me dio un hijo que aun esta estudiando en la preparatoria, nos separamos
porque yo me sentía muy cansado y creo que ella aun tiene oportunidad de vivir
mejor sola o con otra persona, además mi primera mujer se puso muy grabe, he
tenido que asistirla en estos últimos años, ya ve que los hijos tienen sus
propia vida, no tienen tiempo para atender a los viejos.
De esas platicas aún recuerdo cosas
que me han servido en la vida, porque Don Berna no dejaba de sugerirme con
sutileza aquello que consideraba me podía ser de utilidad, una de ellas fue, no
olvide que la vida no la debe tomar muy en serio, de cualquier manera la vamos
a dejar.
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