Yo tuve padrinos, no como los de la novela de Mario Puzo donde el crimen y el poder fincaron una dinastía, los mios fueron de confirmación y comunión, eran hijo y padre en ese orden los he puesto
porque fue en el orden que pasaron a formar parte de ese parentesco tan extraño
que tenemos los que profesamos la religión católica aunque sea nada mas por
costumbre o por seguir las enseñanzas de nuestros padres.
Sus nombres eran Manuel y Simón, nadie supuso entonces que la muerte de uno de ellos estaba muy cerca y que esa tragedia cambiaria la percepción de lo que yo significaba en esa familia. Como
es de suponerse pertenecían a diferentes generaciones, yo me entendía mucho
mejor con el mas cercano a mi generación, Manuel, entonces tenia yo seis y medio años,
casi un hombre ¡ como decía mi madre.
La verdad desconozco como se
conocieron mis padres y mis padrinos, me imagino que fue alguna relación
laboral porque mi padrino Simón tenia un negocio de venta de materiales para
construcción y mi padre también se dedico a ese mismo ramo. El caso es que yo pasaba mucho tiempo en casa
de mis padrinos, donde además de ellos estaba la esposa de mi padrino, doña
Francisca y sus tres hijas, Martha, Estela y Elvia, de veintitantos a quince o
diez y seis años, que se yo, en esa época lo que menos me importaba era
calcular la edad de las personas, lo cual me parecía irrelevante porque mi
afecto dependía de cómo me trataban, de su actitud, de las atenciones que me tenían,
porque, como la mayoría de los niños era muy curioso , preguntón y siempre
metido en algún problema por andar explorando el mundo.
Para las mujeres de esa casa yo era
como su muñeco con el que podían jugar a ser madres, así que me trataban muy bien,
demasiado me consentían al punto que esperaban a que yo apareciera cuando tenia
hambre o cuando tenia sueño, solamente
me imponían el baño diario por la noche y rezar el rosario con la familia, lo
cual era una verdadera penitencia porque se hacia a la ultima hora cuando yo
estaba cayendo de sueño , tenia que rezar hincado junto a mi padrino Simón que
era muy enérgico y religioso, no tenia yo escape, pero aprendí a dormitar
mientras recitaba la letanía, creo que
el también hacia lo mismo.
La propiedad de mi padrino era enorme, con
numerosas habitaciones, algunas de ellas deshabitadas donde guardaban muebles
,cajas con regalos, recuerdos o cosas que se utilizaban solo en algunas
ocasiones. El patio con macetas, el corredor con jaulas donde los pájaros
cenzontles se encargaban de trinar hasta despertarme, un enorme terreno donde
se apilaban ladrillos, cerros de arena parda, azul, graba, bodegas de leña,
costales de cal, cemento y otros materiales, al fondo un taller donde la señora
Francisca había iniciado la elaboración de vestidos de china poblana y donde ya
Martha era la que lo administraba. Ya se
podrán imaginar el campo de juegos que todo eso significaba para mi, era un
territorio que podía explorar, donde podía hacer todo lo que se me ocurría sin
ninguna interferencia.
Mientras que en el estaba haciendo
túneles en la arena con el chorro de manguera, o construyendo edificios con la
madera y los tabiques, por las tardes podía entrar al taller cuando ya se
habían retirado las empleadas y desde la primera vez que lo hice me sentí en
otro planeta, había muchas cosas con las que mi imaginación pudo volar y
realizar juguetes que hicieron pensar a mis padrinos que yo podía llegar a ser
un magnifico ingeniero.
Imanes, alfileres, agujas, conos de
hilo, carretes, telas, lentejuela, ganchos, cajas de cartón de diferentes
tamaños, todo un paquete de objetos que convertí en grúas , puentes, edificios
y transportes .
La tarde que hice mi primer proyecto
quedé fascinado por como se podían transformar simples objetos en algo mas
complejo, en algo que tuviera una función diferente, pero sobre todo que era
producto de mi creatividad, aunque entonces no estaba en mi léxico esa palabra.
Hice una grúa muy alta como una pluma de las que se utilizan en la construcción
de edificios, poniendo conos uno sobre otro, con una caja con telas para que
sirviera de base y no se cayera la torre, con ganchos que me sirvieron para los
brazos, con carretes de hilo y los imanes para ir levantando los alfileres que
transportaba con pequeñas cajas enganchadas como si fuera un tren. Se me hizo de noche en esa tarea, me
encontraron dormido sobre las telas después de andar buscando por toda la casa,
pero no me regañaron, mi padrino Manuel, que fue el que me encontró, le platico
a sus padres y hermanas lo que yo había hecho, fueron ver, se sorprendieron de
lo ingenioso de mis juguetes y pensaron que lo mejor era dejarme para que mi
creatividad creciera . Esa noche no me bañaron ni asistí al rosario, me dejaron descansar y soñar con los nuevos proyectos.
El no tener televisión y el darme esa libertad ciertamente ayudo a desarrollar en mi aptitudes e inventivo, me ayudo a resolver problemas y a descubrir por mi mismo la importancia de las palancas y poleas, el equilibrio, los contrapesos, y muchas cosas mas.
El no tener televisión y el darme esa libertad ciertamente ayudo a desarrollar en mi aptitudes e inventivo, me ayudo a resolver problemas y a descubrir por mi mismo la importancia de las palancas y poleas, el equilibrio, los contrapesos, y muchas cosas mas.
Algo se les escapo, la disciplina también es
parte de la formación, el apegarse a los horarios y obedecer, seguir las
instrucciones, ser constante en el estudio y seguir a los guías o maestros para
alcanzar buenos resultados. No lo hicieron, sus buenas intenciones de que fuera
yo ingeniero se quedaron en un sueño.
Semanas después de confirmarme y de hacer la primera comunión, sucedió la tragedia, mi padrino Manuel se accidento con uno de los camiones en que transportaban los materiales, perdió la vida y la casa se convirtió en un sitio donde se respiraba el dolor, siendo yo el único que rompía esa atmósfera porque no entendía la magnitud del suceso, jamas antes había estado en esa situación, para mi la muerte era como un viaje en el que algún día también me incluiría, porque de esa manera lo entendí según las palabras del sacerdote que oficio durante los servicios fúnebres.
Se les ocurrió adoptarme, mi padrino Simón le dijo a mis padres que no me faltaría nada y que el se encargaría de que yo tuviera la mejor educación para que alcanzara mis metas además de que heredaría parte de sus bienes, pero eso no fue aceptado, ni por mi ni por ellos, era como traicionar a mi propia familia y además yo tenia hermanos con los que me gustaba compartir y a los que siempre extrañaba.
Retorne a mi hogar y todo cambio repentinamente, ya no tenia los grandes espacios ni los cientos de objetos para jugar, había otras obligaciones y además entre a la escuela primaria donde pretendieron que aceptara la disciplina, pero yo encontré la forma de escapar e irme de pinta a los parques o sitios donde mi imaginación volaba. mi vida transcurriría dando tumbos de un lado a otro, aprendiendo a mi manera, ciertamente utilizando el ingenio, algunas veces con muy buenos resultados y al final no puedo negar que fue divertido e interesante, caminar por veredas distintas, intentarlo de manera diferente, me hizo tener una percepción que no obedece a los condicionamientos o a las ideas tradicionales, a paradigmas aceptados, rompí con muchos conceptos y me adentre en pensamientos nuevos, de tal forma que resulte un buen compañero para discusiones y un contrapeso en las argumentaciones, no ha estado tan mal, por el contrario, me he divertido, he disfrutado a mi manera y estoy llegando al final con un buen concepto de mi propia vida, guardando buenos recuerdos de cada etapa, siendo la de los seis años y medio y mis padrinos una de mis preferidas.http://www.youtube.com/watch?v=qOcyx7V_kYI
Semanas después de confirmarme y de hacer la primera comunión, sucedió la tragedia, mi padrino Manuel se accidento con uno de los camiones en que transportaban los materiales, perdió la vida y la casa se convirtió en un sitio donde se respiraba el dolor, siendo yo el único que rompía esa atmósfera porque no entendía la magnitud del suceso, jamas antes había estado en esa situación, para mi la muerte era como un viaje en el que algún día también me incluiría, porque de esa manera lo entendí según las palabras del sacerdote que oficio durante los servicios fúnebres.
Se les ocurrió adoptarme, mi padrino Simón le dijo a mis padres que no me faltaría nada y que el se encargaría de que yo tuviera la mejor educación para que alcanzara mis metas además de que heredaría parte de sus bienes, pero eso no fue aceptado, ni por mi ni por ellos, era como traicionar a mi propia familia y además yo tenia hermanos con los que me gustaba compartir y a los que siempre extrañaba.
Retorne a mi hogar y todo cambio repentinamente, ya no tenia los grandes espacios ni los cientos de objetos para jugar, había otras obligaciones y además entre a la escuela primaria donde pretendieron que aceptara la disciplina, pero yo encontré la forma de escapar e irme de pinta a los parques o sitios donde mi imaginación volaba. mi vida transcurriría dando tumbos de un lado a otro, aprendiendo a mi manera, ciertamente utilizando el ingenio, algunas veces con muy buenos resultados y al final no puedo negar que fue divertido e interesante, caminar por veredas distintas, intentarlo de manera diferente, me hizo tener una percepción que no obedece a los condicionamientos o a las ideas tradicionales, a paradigmas aceptados, rompí con muchos conceptos y me adentre en pensamientos nuevos, de tal forma que resulte un buen compañero para discusiones y un contrapeso en las argumentaciones, no ha estado tan mal, por el contrario, me he divertido, he disfrutado a mi manera y estoy llegando al final con un buen concepto de mi propia vida, guardando buenos recuerdos de cada etapa, siendo la de los seis años y medio y mis padrinos una de mis preferidas.http://www.youtube.com/watch?v=qOcyx7V_kYI
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