El jardinero II
El viejo jardinero dando gracias a Dios por otro día de vida, lleno sus
pulmones del aire fresco de la mañana y se encamino a la pequeña bodega donde
guardaban las herramientas para iniciar sus tareas.
Admiraba la obra maestra que El Señor presentaba en el cielo, pintado
con nubes y colores , luces y sombras meditando que los hombres diariamente
recibimos regalos de Dios pero la mayoría de las veces no los apreciamos.
Empezó a regar el jardín, abrió los grifos y los aspersores lanzaron
abanicos de agua sobre el césped, las flores y arbustos llenando de frescura el
ambiente y de un olor a tierra y hierba mojada que siempre había gustado al
viejo. Tomo la escoba y empezó a barrer
los caminos de piedra que serpenteaban por el lugar mientras admiraba cada
árbol y planta que había plantado y cuidado hasta convertir ese lugar en uno de
los jardines mas bonitos de la ciudad, sentía la enorme satisfacción de un
padre amoroso que ve como sus hijos se han convertido en algo bueno y agradeció
nuevamente a Dios la oportunidad de haber contribuido en su obra mientras repetía
mentalmente, “porque Tu que todo lo
puedes me has permitido ser tu humilde servidor y me has regalado en la vida
paz, felicidad y belleza, gracias Señor”
Los vecinos que conocían a quien durante
muchos años se había ocupado de mantener el sitio , decían que el jardinero no
solamente era un buen trabajador, sino un buen hombre que siempre escuchaba con
atención y daba respuestas relacionando analógicamente la vida de las personas
con las de las plantas, no siempre se le comprendía, pero sus palabras
proporcionaban tranquilidad y se notaba en su mirada la bondad y el deseo de
que las cosas marcharan bien.
Sus respuestas eran cortas, pero dejaban algo
para reflexionar, sus consejos eran sencillos, pero tenían un profundo
significado porque el viejo se guiaba
por la luz de su espíritu , la fe
en Dios.
Pocos sabían que el jardinero había sido en sus años de juventud un
hombre alocado que gustaba de las fiestas, las reuniones con los amigos, la
conquista de las mujeres, los placeres vanos.
Mas tarde fue un hombre de negocios, empresario que logro cierto éxito
pero no se acercaba a Dios. Fue un
accidente que lo postro en cama durante casi un año lo que le hizo reflexionar
y encontrar el camino para sanar su alma, la recuperación fue increíble, nació
nuevamente, un hombre nuevo surgió de la tragedia y sin proponérselo Dios marco
el camino. Durante las terapias para recuperarse se aboco a cuidar de un
pequeño terreno done empezó a cultivar flores y arbustos, sembró arboles y comprendió
que la vida era un proceso divino en el que Dios le permitía participar y gozar
de sus maravillas, “nunca mas” , se dijo a si mismo, dejare esta senda, porque
en la vida sencilla he encontrado la paz y la felicidad que nunca tuve y he
visto que Dios esta en cada detalle.
A la vez que crecía su fe, fue aumentando el tamaño del terreno
cultivado , fue así como tras de muchos años se había convertido en un hermoso
sitio donde la gente gustaba pasear y descansar mientras él se transformaba en
un hombre que amaba y respetaba al Señor.
El oraba a toda hora, decía que eso le hacia sentir que bien, no porque
Dios lo requiriera, sino porque su espíritu se llenaba de paz la contarle al
Señor sus sentimientos, pensamientos y emociones, dando cuenta de sus acciones
como un fiel servidor.
Se que El me escucha, que gusta de que haga bien las cosas y me hace
feliz el servirle con toda mi energía y con verdadera vocación, porque me ha
regalado demasiado, porque es generoso y conocedor de lo que ha sido, lo que es
y lo que será.
Una hoja del árbol se mueve por gracia de Dios, una tormenta riega en
minutos la tierra por su bondad, llena ríos y lagos , hace que la cosecha sea
abundante, que los frutos sean deliciosos, las flores hermosas y la vida
continúe.
Es El quien cultiva y quien hace que la tierra de frutos, es quien
dirige la obra en la que incluye al hombre, es quien marca el principio y final
en su obra, por lo que tengo que agradecerle el haberme dado la oportunidad de
participar.
Unos jóvenes pasaron a su lado caminando apresuradamente con rumbo a la
escuela, de pronto uno se detuvo, retorno a donde se encontraba el viejo
jardinero y le pregunto ¿ de verdad cree que Dios puede atender a mas de seis
millones de personas al mismo tiempo?
El jardinero levanto la vista y miro con al joven sonriendo y
pregunto ¿de verdad crees que en la red
se pueden conectar y pasar información millones de ordenadores, celulares y
Tablets? El joven se retiro corriendo mientras reía y gritaba ¡Es cierto, Dios puede!
Para el jardinero los misterios de la vida no era algo que tenia que
resolver, indagar o causarle inquietud, porque los veía como algo que mantenía
el interés de las personas y daban un toque enigmático e interesante.
Hemos de ser un motivo de constante atención
para Dios, somos impredecibles y hacemos cosas que pasan de lo absurdo a lo
divino, de lo aberrante a la genialidad, creo que no le defraudamos porque en
medio del caos que hemos formado, siempre buscamos su luz y no perdemos la
esperanza de que ha de levantarnos cuando hemos caído.
El jardinero miro al cielo y dijo, “el universo parece demasiado grande y
complejo, pero Dios dio al hombre la capacidad de contenerlo en el reducido
espacio de su mente, eso es grandioso!”
En esos momentos paso a su lado la mujer que nunca respondía a su
saludo, pero el jardinero dijo “ buenos días” con el mismo animo de siempre,
ella lo ignoro como de costumbre. El jardinero simplemente sonrió mientras
pensaba.
Algunos no sentimos superiores y no entendemos
que hasta un simple insecto puede terminar con nuestra vida, porque en verdad
solo formamos parte de un conjunto increíble donde todo se relaciona y cualquier cosas puede suceder.
Sus
pensamientos fueron interrumpidos por una mujer de serio aspecto, elegante y de
mirada inteligente que le dijo:
-buenos días ¡ dispense que interrumpa
su trabajo pero me preocupa que mi esposo no cree en los milagros, dice que la
ciencia es la respuesta adecuada para cualquier cosa , ¿usted cree en los milagros?
el jardinero dejo de remover la tierra en
torno a un rosal, se irguió lentamente y le contesto:
Si no crees en los milagros, levántate
temprano, observa el amanecer, mira como la luz va invadiendo el mundo,
descubriendo los colores, las formas, haciendo que las sombras se disipen y
todo tome sentido, eso es un milagro que se repite y tal vez por ello no lo
apreciamos. Otras veces los milagros no
son lo que esperamos, sino lo que conviene y eso nos hace pensar que no es
milagroso, pero si el universo continua funcionando y nosotros gozando de sus
maravillas, eso es suficiente motivo para creer y hay algo mas increíble, los hombres muchas veces cooperamos para que un milagro suceda.
La mujer se retiro agradeciendo la atención , sorprendida que el
jardinero hubiese descubierto que era ella la que dudaba de los milagros.
En otra ocasión el viejo podaba un
arbusto cuando se acerco un hombre e inquiero ¿qué religión profesa? Por su tono el jardinero adivino que venia
con la intención de convencerlo de que perteneciera a una congregación
determinada, se detuvo por un momento y contesto : La misma que usted o la de
otras personas que creen en Dios y en su bondad, que comparten sus bienes, son
tolerantes y aman a sus semejantes al punto de sacrificarse por su
bienestar. El hombre se despidió con
una sonrisa y el viejo continuo su trabajo meditando: mientras los líderes de cada religión continúen
afirmando que son los verdaderos portadores de la palabra de Dios y que su doctrina
es la única que puede llevar a sus seguidores a una vida de iluminación,
eterna, donde solo han de disfrutar, no han de terminar los conflictos y la confusión.
El temor ha sido uno de los pilares en la construcción de doctrinas que
especulan con lo sagrado, la historia y sus ejemplos, la ciencia, no han servido para alejar al hombre de las
falsas creencias y hacerle notar que el universo contiene suficientes mensajes
y misterios para que el hombre sienta agradecimiento por la vida y crea que
existe un Dios que esta detrás de su funcionamiento. Cuando lo logremos, no habrá
mas temores, se aceptar la vida con su gama de representaciones, con sus
misterios, tragedias, incertidumbre y magnificencia, porque eso es lo que la
hace tan valiosa.