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martes, 7 de marzo de 2017

La gitana

 En cierta ocasión una mujer me confundió con un taxista, el color del auto era muy parecido así que decidí seguirle el juego y me detuve cuando me hizo la señal de que me detuviera, se subió sin siquiera darme tiempo de aclararle el error, me dijo que la llevar a una dirección que estaba en la ruta que yo seguía a mi casa, de modo que no dije nada y arranque, mientras ella hablaba de la tormenta que se avecinaba, de la falta de alumbrado publico de vigilancia en la zona, por el modo de hablar adivine que era gitana,  dos minutos mas tarde le hice saber que se había confundido.
  - NO deje que me bajo, que pena! estaba tan asustada en esa calle solitaria que no me fije, gracias por detenerse pero de verdad no me di cuenta asta ahora  caigo que usted no tiene tipo de taxista ni su auto cuenta con el taxímetro, me bajo en la siguiente esquina!

-Voy por ese rumbo, no me he de desviar gran cosa, si gusta puede continuar conmigo, cualquiera se confunde en la noche, el color del auto es muy parecido.
- bueno le agradezco el ofrecimiento y no lo he de rechazar, se ve que es un tipo decente, pero a cambio le voy a recompensar, deme un billete !

- Un billete? como es eso , ahora me cobra por el llevarla en mi auto? jajajaja es si esta bueno !

-  No se confunda señor, que soy gitana y tengo las formulas para dar suerte, quitar el maleficio y dar prosperidad, no estoy cobrando, el billete es para hacer el conjuro, ha de ver como le cambia la vida.

En el semáforo en rojo saque la cartera y le estire el billete, lo tomo como si fuera algo sagrado mientras iniciaba una oración en que invoco a santos y santas de distintos nombres, sus palabras fluían con rapidez , apenas alcanzaba yo a entender algunas frases en las que ponía mi ser a disposición de los buenos seres de la tierra y los cielos, los que habían de cuidar que mi suerte fuera la mejor, que la riqueza me darían como recompensa por el buen corazón  siempre que hiciera buenas obras se retribuirian con abundancia etc.,   el billete quedo doblado perfectamente de tal manera ya parecía estar pegado y me dijo que lo pusiera en cualquier sitio y que no lo moviera jamas de ahí.
Lo coloque en el cenicero , yo no fumaba,  ahí se quedó mientras platicaba con ella de algunas cosas que me intrigaban de los gitanos, mi curiosidad fue bien atendida, era una mujer extrovertida, no le importaba le preguntara de su relaciones, si era cierto que tenían un jefe que dictaba sus vidas tal como se pintaba en películas.
  El viaje fue corto para lo que yo quería saber, la deje en su domicilio y me fui pensando en la diferencia entre su vida y la mía, entre sus creencias  y las mías, pero ya no di importancia al billete .

   Años después he recordado el episodio, me he preguntado si de verdad tuvo que ver ese conjuro con mi vida, porque he sido recompensado con abundancia cuando hago algo en favor de mis semejantes o para mejorar el entorno en que vivo, tal vez es simplemente la consecuencia de hacer lo conveniente, tomar las decisiones correctas, porque también he sufrido cuando torciendo el camino me fui por las sendas equivocadas.

  después del recorrido con la gitana, quise volver a verla, regrese a la dirección donde la había dejado y pregunte por ella, el casero estaba indignado, se habían ido sin pagar varios meses de renta, le habían dejado la casa destruida, puertas, baños, cocina, las paredes pintadas como si hubiera sido el pizarrín para que los niños se entretuvieran y ni que decir del pequeño jardín donde acumularon toda clase de objetos que no servían para nada, esta gente es de lo peor me repitió varias veces.

   Me resultaba difícil creer que esa mujer perteneciera a una tribu que denigraba a los gitanos, en realidad no sabia mucho de ellos, pero siempre había pensado que era gente alegre, amantes de la música, el baile, el canto, la fiesta ; pero con gran visión para los negocios y sobre todo con lazos familiares fuertes, donde las mujeres eran sensuales, los hombres valientes.

  Al igual que en otros grupos humanos, los gitanos no son todos iguales, ni siquiera se pude calificar a una raza o a un pueblo por  el comportamiento de unos cuantos, en cada comunidad existen buenos y malos, los desordenados, los responsables, los alegres y los que dirigen bien su vida hasta el punto de dar un grado de humanidad suprema.  Pero como muy dado a clasificar, agrupar, decir que todos son iguales, una consideración que generaliza sin conocimiento profundo, el hombre no se distingue por su raza o por pertenecer a un grupo determinado, sino por sus propias obras, sus acciones muestran lo que es y lo que pretende, su color, raza, credo, no son estigmas, son simples diferencias, pero sabemos que hay hombres de gran genio, que han dejado grandes aportes a la humanidad sin importar cual ha sido su origen.

Dos o tres años mas tarde encontré a esa gitana, ella y sus hermanas hacían buen negocio en una calle del centro de la ciudad, por supuesto, leyendo la mano, diciendo la suerte, cambiando ilusiones por billetes.  Me reconoció al instante, se acerco y me planto un beso en la mejilla mientras decía a sus dos hermanas "miren al taxista mas bueno del mundo"
Me invito a pasar a su casa, la misma donde hacían el negocio y me percate de inmediato que era un sitio bien aseado, con decoración magnifica, buen gusto en el amueblado, me sorprendí de verdad porque no esperaba tal cosa después de las referencias que me había dado su anterior arrendador.

Mientras tomábamos una taza de café acompañadora con galletas le hice saber que la había buscado días después de que la recogiera antes de la tormenta  y solo encontré a su casero,  su risa le brotó de inmediato
-ya me imagino lo que te habrán contado, no es mentira, el propietario del inmueble es un hombre que no tiene consideración alguna, le pedimos que nos arreglara la fugas de agua y no lo hizo, que le diera mantenimiento al techo porque había goteras en la recamara y la sala, que con las tomas de corriente estaban dañadas, la tarja picada y la tubería de los baños ya era muy vieja, nos daba problemas constantemente, de nada se servían las quejas, el hombre solo quería cobrar la renta y nosotros optamos por no pagar hasta que cumpliera con nuestras peticiones, dejamos esa casa en las peores condiciones para que no tuviera mas opción que arreglarla. Te lo cuento porque seguramente te dio las peores referencias de nosotros.
Como puedes observar no somos ni sucios y mala gente, solo defendemos nuestros derechos, pero de eso no quiero hablar mas nada, platica que ha sido de tu vida, te ha sido la buena fortuna tu amiga tal como yo lo dije?

- Me va bien, no puedo quejarme, el billete creo que aun esta en el cenicero, pero me caíste muy bien y tenia ganas de volver a verte.

Ella se sentó muy cerca, el aroma de su perfume fuerte pero agradable me envolvio de nuevo, era el mismo que había quedado en mi auto aquella noche en que la encontré por casualidad, su rostro ahora lo veía con claridad y era hermoso, su sonrisa, el brillo de sus ojos de pronto me hizo desear ser mas que un amigo pero ella rompió el encanto de golpe al decirme muy quedo
-Nunca te hagas ilusiones con una gitana, no salimos de nuestras costumbres ni dejamos a nuestra gente con facilidad, mas necias somos que otras mujeres y eso es mucho para cualquier cristiano.
Eres muy curioso, eso te hizo buscarme, no necesito leer la palma de tu mano para saber que siempre buscas respuestas, pero no te afanes demasiado, el mundo siempre te ha de plantear preguntas, lo mejor es que vivas como el corazón de dicte, el futuro lo puedes adivinar por la forma como actúas, mira que el tiempo pronto se acaba, la gente cree que la mortalidad se alcanza tan solo con deseo, olvida eso de buscar la felicidad, esa la llevas dentro, solo déjala salir recuerda que aquí siempre estoy para servirte, lo digo de veras, las gitanas tenemos fama de mentirosas, tu puedes comprobar que eso no es falso. No te detengas, de cierto se que no he de verte de nuevo, te vas para otras tierras pronto, que El buen Dios  te ha de acompañar como te lo dije ya una vez, dame un beso pa que me recuerdes siempre chaval.

    Ahora, mientras escribo esta nota, me doy cuenta que muchas de las cosas que me dijo fueron ciertas, que la he recordado muchas veces cuando las cosas salen bien y cuando he cruzado con otras gitanas que pregonan ser videntes, no me detengo a preguntar, ya una vez me dijeron lo que tenia que escuchar.

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