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sábado, 21 de marzo de 2020

la princesa y los dragones

La princesa y los dragones

En un día de mayo pasando por la plaza comercial se me antojo sentarme en la nevería y pedir una de sabor a fresa, cosa extraña porque no acostumbro comer nada fuera de casa si no es en una reunión con amigos o en una cita con alguna persona para tratar de negocios, pero eso lo hago en un restaurante o en un bar, jamas se me ocurrió antes sentarme en esas pequeñas sillas fuera de una nevería a saborear una nieve, pero son cosas del destino sin duda, lo pienso de esa manera porque fue entonces cuando, mientras veía a cientos de personas cruzar frente a mi sin ponerles mayor atención, de pronto apareció la mujer que se convertiría en la princesa de mis sueños, literal, no estoy exagerando, fue como si me hubiera caído un rayo, o mejor dicho, como si de pronto encontrara la razón para vivir feliz.
 Ella bajo de una camioneta donde venían otras dos mujeres jóvenes, pero por alguna razón que no alcanzo a comprender, mi atención se centro en la que bajo de la parte de atrás, con su falda azul, su blusa blanca de manga corta y escote amplio al frente y en espalda, con sus tacones no muy altos, su figura elegante, ojos cafés claros, su nariz afilada, sus labios de un rosado tenue, cabello a los hombros en tono castaño, el tono de su piel, unas pequeñas pecas formando un triángulo se mostraban en el escote de la espalda y sentí un irresistible impulso de levantarme y acercarme a ella para percibir de cerca cada detalle , pero en ese instante entraron en una tienda para damas y el encanto se rompió, fue como si la aparición de un ángel de pronto se borrara dejándome con la intención de alcanzarle y con el corazón atravesado por una de esas flechas que Cupido lanza al azar.
   
    Meses transcurrieron y un 18 de enero a las nueve y treinta minutos entre en un cafe donde tenía cita con unos amigos para luego ir a un bar a tomar algunas cervezas mientras platicábamos los acontecer y aventuras, las anécdotas divertidas, los comentarios, las conquistas, las desilusiones y pasiones que se prendían o apagaban con la misma velocidad con que pasa la juventud y se pierde la libertad entre los compromisos adquiridos, los impuestos, las responsabilidades de cosas que ni siquiera habíamos planeado o imaginado tener en esta época, pero el caso es que al entrar a ese cafe lo primero que descubrí en una de las mesas fue a la misma mujer que había estado soñando varias veces, la que vi mientras saboreaba mi nieve de fresa en la plaza comercial y no se imaginan el vuelco que me dio el corazón, no pude contenerme y fui directo a donde se encontraba sin importarme quien estaba acompañándola o como podría presentarme, fue un impulso de verdadera locura.

   Como estas, tal vez no me recuerdes, te vi hace algunos meses, en mayo para ser precisos en la plaza comercial donde fuiste con unas amiga de compras.

No te recuerdo, no eran amigas, son mis primas, pero si fuimos ahí de compras, aunque, disculpa, pero no recuerdo para nada que tu nos atendieras.

Tienes toda la razón, no las atendí, simplemente estaba ahí también y al verte me dije que si volvía a encontrarte intentaría establecer algún contacto contigo, no lo puedo explicar pero estoy seguro que por alguna razón te quedaste en mi mente y ahora que te encuentro aquí creo que es cosa del destino, me gustaría que me dieras la oportunidad de tener una cita para conocernos.

    Vaya que eres veloz y conciso, dame tu numero de teléfono, te voy a dar el mío, cual es tu nombre completo, te voy a investigar porque hay que tomar precauciones en estos días, ademas no te prometo nada, platicamos por teléfono y luego si me convences tal vez podamos encontrarnos aquí mismo.

Solo entonces, mientras le daba mis datos y ponía en mis contactos su nombre y su numero, me percate que ella estaba con otras dos personas, un hombre y una mujer que me miraban con cierta burla, como si estuvieran diciendo para sus adentros “que onda con este guay “ 
Me despedí prometiendo que le hablaría al día siguiente, creo que fue la noche mas larga de mi vida, no pude dormir pensando que podía decirle para convencerle de que me concediera esa cita, estaba seguro que después de eso nada sería igual, mi alma por primera vez estaba inquieta como si fuera un niño a punto de perder la oportunidad de salir al mundo y conocer sus maravillas, se vinieron en torrente tonterías donde todo puede suceder y tal vez nunca sucedan. 

Llame como a las diez de la mañana, no contesto, a las siete de la noche, tampoco contesto, lo repetí durante tres días y no hubo resultados, ya estaba desesperado, cada minuto que pasaba era como si lo estuviera viviendo bajo el agua, era un infierno mi existir y eso me ponía de malas porque jamas me hubiera imaginado verme en una situación tan anormal, era una verdadera locura.

Al cuarto día le llame dos veces , la primera a las once de la mañana, la segunda a dos de la tarde y por fin contesto diciendo que dejara de estar llamando, que ella no había dado motivos para que la molestara y que si a mi me gustaban esa clase de juegos con ella me había equivocado, su tono era de molestia y cada palabra me hirió mas que una daga en el pecho, pero no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad.
Tiene toda la razón, ustedes no ha dado motivo, no acostumbro hacer esto, jamas lo había hecho se lo aseguro que no entiendo que me paso desde que la vi bajar de esa camioneta, yo estaba ahí por casualidad, jamas me detengo en ese sitio a tomar nieve y para mi ha sido inexplicable porque razón me he sentido tan inquieto y no he podido olvidar ese momento, cada detalle lo tengo grabado como si lo hubiese repetido cien veces, sinceramente me cambio la vida tu sola presencia, fue un momento en que sentí que había algo mágico en la forma como me cautivo tu manera de caminar, tu figura, cada gesto que en tan solo un minuto pude captar, como puedo explicarte y convencerte que no es un juego, no quiero molestarte, pero no quiero perder la oportunidad de conocerte, de que me conozcas y ver que resulta, tengo veintisiete años, no tengo compromiso con ninguna otra chica, tengo un trabajo estable, buenos ingresos, me gusta leer, ir al campo a caminar, montar a caballo, los días de lluvia me encanta leer y algunas veces ver una película de preferencia que sea comedia, pero el drama cuando es bueno también, tengo mi propio departamento, aun lo estoy pagando, me gusta salir con los amigos, algunas veces vamos a los antros, bailamos, conocemos chicas que jamas me han impactado de la manera como tu lo has hecho con tan solo una mirada, pero no te pido mas que me des la oportunidad de que nos conozcamos.

Mañana hablamos a la misma hora me llamas, fue su respuesta y colgó.

veinticinco días me trajo con la misma cuerda, fue como ir avanzando un caballo al estilo indio, con mucha calma, con tiento, midiendo mis reacciones, dando poco a poco concesiones, dejando que el tiempo pasara, pensando que desistiría al ver que no conseguía lo que consideraba ella como un capricho, pero afortunadamente la sinceridad de mis palabras le fueron transformando el corazón de piedra en una luz que pronto fue iluminando cada uno de mis días y me dió motivos para sentirme feliz al notar que me acercaba cada vez mas, lo sentia en sus palabras, en los minutos que hablaba con ella y que fueron aumentando, de dos a tres a cinco a diez, a media hora, después dos veces al día, una en la tarde y la otra por la noche antes de dormir, motivo para soñar cosas maravillosas, hacerme ilusiones, planear como deseaba alagarle, regalarle mi vida, mi alma ya estaba con ella.
Veinticinco días fueron de magia envueltos, nos hicimos toda clase de comentarios, conociendo detalles, hablando de lo que nos importaba y de lo que no gustaba o disgustaba, de los acontecimientos del día, del trabajo, del pasado, del presente, de los planes para el futuro, de mis proyectos, de sus sueños, las ideas, los temores, las cosas maravillosas que tiene la vida, la perdida de valores, el poeta preferido, la novela que mas nos había impactado, el cuento de cuando éramos niños, los juegos de jóvenes, los estudios, maestros, lugares que habíamos visitado, en algunos coincidimos en otros cosas diferíamos por completo, como en lo que tomábamos por desayuno, ella fruta, pan con mermelada y leche, yo un mollete y cafe con leche, pero sobre todo encontramos los puntos que nos eran divertidos y donde gozábamos riendo de aquello que nos parecía ridículo, incluso de nuestras propias fallas, de mi forma de orar a Dios diciendo “ por si existes “ aclarando que era una forma sincera de decir, por si me haces caso, porque que verdad algunas cosas que pasan en el mundo parecieran estar muy lejos de su atención, lo cual le pareció  que era cierto y en algún momento decidió que era tiempo de hablar en persona, creo por un momento me sonó a broma, pero cuando confirmo la hora y me dijo que pasara por ella a su casa sentí que que me bañaba en la fuente de los deseos, nada me había causado tanta felicidad.

   La casa de sus padres, con quien ella vivía, estaba situada en una de las colonias residenciales, me imagine que tenían bastantes recursos a juzgar por el inmueble y que sin duda eran de las familias de las que decimos que son de abolengo , porque la construcción era tipo francés como las que antes de la revolución se construyeron para familias ricas y cercanas al gobierno, no estaba equivocado, mas tarde me entere que su bisabuelo había sido subsecretario de cultura y embajador en Polonia, en donde se caso y de ahí que su familia tuviera en sus genes ese toque polaco que tan bien le sentaba a mi adorada princesa, pero el caso es que ella no perdía el tiempo, me hizo pasar a la casa y me presento a con sus padres como un amigo, fue corto el encuentro, solo el suficiente para que anotaran mi existencia y se percataran de con quien salía su hija, pero para mi fue el preámbulo indicado para iniciar una relación mas estrecha, saber que ya no era uno total desconocido y entraba en el circulo de sus amistades, nada mejor para hacer mi día. 


Que cual es mi nombre y cual el de ella? nada de eso importa en esta historia, desde el principio ella me puso sobre nombres de acuerdo a como fue cambiando sus conceptos sobre mi persona, mis cualidades o defectos aparecían en esos sobre nombres de manera que me hacían notar como me percibía, cosa muy buena para saber como estaba el terreno donde pisaba, yo a ella siempre le dije Princesa, no había otra forma como la pudiera ver. 

Señor Insístete, quiero ir a ese campo del que tanto me ha platicado donde corre un arroyo entre grandes piedras pulidas que forman pequeñas piscinas donde se puede uno bañar, hace mucho que no voy a ningún lugar como ese, mas vale que exista o pensare que me has estado mintiendo y nunca te volveré a ver.

Lo que usted ordene Princesa, estoy en marcha y en rumbo, pero antes hay que pasar a la tienda por alguna botana y bebida, por lo menos agua, no quiero que se queje de estar mal atendida y de que soy poco atento, acomode su asiento, relájese y dejes conducir al entorno natural donde la vida fluye transformando el ruido de las maquinas en trinos de pájaros y el olor a gasolina en aroma de flores.
No se diga mas mi romántico Hidalgo, dale a la marcha y que el tiempo propicio no cambie para que gocemos de un buen paseo.

El camino se hace corto cuando llevas a tu lado un interlocutor tan bello y tan agradable, cada vez me parecía mas hermosa y era un verdadero sueño estar con ella en ese instante en que hubiese querido que el tiempo se detuviera y no existiera otra cosa que la oportunidad de seguir de esa manera, ella feliz, con sus miradas inquisitivas, con su atención puesta en cada una de mis palabras, con sus preguntas y respuestas, con la formula perfecta para hacer del momento algo especial, creo que su aroma era como un embrujo que cambio para siempre mi manera de ver a una mujer, de encontrar su encantos mas allá de lo físico, de conocer sus maravilloso conceptos sobre la vida, la belleza, el amor, la natural fluidez del universo donde cualquier cosa es posible. 

   Ese día marco para siempre nuestra existencia, la pasamos super felices, nos empapamos, jugamos como niños en los pequeños estanques, corrimos por el campo, montamos a caballo y nos tiramos sobre un campo de flores silvestres tocándonos apenas con la punta de los dedos y mirando al horizonte como el sol se apagaba poco a poco.
No intente nada mas, hubiera querido besarla apasionadamente, pero eso no estaba en sus planes, me estaba midiendo, como siempre, tirando de la cuerda, manejando sus tiempos , en su forma de mirarme estaba impreso una forma de amar que estaba fuera de mi entendimiento, ciertamente, como mujer, tenia otras cosas importantes en mente, no pondría fáciles las cosas, si quería demostrarle amor, primero tendría que matar varios dragones. 

Matar dragones significa que he tenido que demostrar con hechos la resolución de conseguir su amor, haciendo aquello que no solamente se vive en la intimidad cuando los cuerpos se unen y las almas se fusionan, cuando el yo y el tu se hace uno solo, las caricias y los besos se cargan de fuego, de dulce, de magia, dejando que le tiempo de la experiencia se pierda en su propio espacio, en la inmensidad de un poema que se vive, que se siente en cada parte de tu ser, donde un amanecer es música, alegría, eufórica metamorfosis de tus ayeres, de tu presente que ya tiene un significado sagrado por haber sido bendecido en el templo de Cupido, porque has encontrado una forma de plasmar versos de poema con caricias y con besos, porque exploras los misteriosos encantos de una mujer entre sus suspiros, sus quejidos de placer, encuentras sus tesoros en sus arrebatos, en los orgasmos repetidos, en las horas de su sueño mientras observas su belleza te exalta el saberte parte de ese ángel que esta ahí para regalarte placeres que solo se conciben con verdadero amor, con el que se atreve a todo, sin restricciones, sin prejuicios, en el total abandono de los conceptos aprendidos, de los paradigmas filosóficos o de las normas que alguna vez fueron frontera entre el ser y el no ser.   Por supuesto que acepte sin condiciones el esforzarme por regalarle felicidad, alegría, por hacer de cada día una aventura nueva que trajese buenas sorpresas y encontré inspiración en sus caricias y también en mi locura sin duda, lo puedo asegurar.

    Estaba tan dispuesto a que fuera feliz, que inventaba cosas que jamas se me habían ocurrido, por ejemplo, un día le compre un juego de aretes, pulsera y dije, le llevaba en una noche de mayo recordando cuando la ví por vez primera. Al pasar por la esquina de su casa justo donde encontré lugar para estacionarme, vi varias bolsas de basura que la gente inconsciente había dejado fuera del lugar donde deben de colocarse en esa zona, se me prendió el foco, busque una de las bolsas que me habían dado en la tienda el día anterior, le metí el regalo, encima unos recortes de revistas que ya no me eran útiles y la coloque junto con aquellas bolsas de basura.
Fui a ver a mi princesa y le dije que me gustaría que camináramos un rato porque había tenido un día muy pesado, el stress me estaba matando, ella accedió y cuando pasamos por esa esquina le hice notar lo mal que hacían la personas en tirar ahí su basura, le dije que seria bueno que lleváramos algunas de esas bolsas al lugar donde correspondían, me miro un tanto escéptica pero al ver mi resolución ella tomo la bolsa que le puse en las manos y yo tome otra y seguimos caminando en dirección a los contenedores, le dije entonces que era importante ver quienes tiraban esa basura, que seguramente en esos papeles habían direcciones y nombres de los vecinos irresponsables que lo hacían, que revisara si había algún recibo en su bolsa y yo aparente hacer lo mismo, ella lo hizo y de pronto dio un grito de alegría, eres un soberano tonto ! me abrazo y me beso con ternura mientras preguntaba como se me había ocurrido hacer eso, no le importaba lo que contenía la caja o lo que decía la tarjeta, solo el detalle, el que no hubiese olvidado esa fecha y que hubiera planeado darle una sorpresa de ese modo, no se ni como se me ocurrió le dije y jamas se me había ocurrido algo semejante, de ese tipo de cosas se va formando una firme relación, un sentimiento que une a dos almas, un amor que se nutre de pequeños detalles cada día, pero fue entonces cuando lo descubrí, cuando entendí que los dragones eran esos grandes errores que se cometen cuando deja no de luchar por conquistar a quien se ama, cuando se olvida dar mas que recibir, cuando permitimos que interfiera en la relación cosas que no tienen mayor importancia, pero que las magnificamos en función de nuestro egoísmo, de la poca atención que ponemos en lo que mas nos debe preocupar, el amor en nuestra vida y esto es mas cierto cuando las cosas se tornan difíciles, cuando vienen tragedias o malos momentos en los que se tiene que luchar unidos para salir adelante, una enfermedad, un accidente, el dolor de perder a un ser querido, la pena por quienes sufren por injusticias o por agresiones que no tienen sentido, eso también es matar dragones, no dejarla sola, estar a su lado , apoyarla, hace sentir que todo va a mejorar, la vida tiene sentido y esperanza porque estamos juntos en todo y contra todo. 

La historia no se ha terminado, seguimos amándonos, ahora soy el señor de los Sueños, ayer fui el de las sorpresas y antier el Don Juan por haber ganado uno de sus besos con un verso que sin rima le expreso mi amor cautivo en sus encantos.  Esto solo el comienzo, creo que ha de seguir por muchos años, porque cada día estoy más enamorado y ella su pasión me entrega con halagador consentimiento.  JuanAntonio Saucedo Pimentel



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