Versiones distintas

Dos versiones

Sabes Antoniño, he pensado sobre tu pregunta acerca de como saber quien tiene la razón en algo que no se puede comprobar, como la creación del universo, o su surgimiento desde una partícula elemental, la existencia o no existencia de Dios, algo realmente interesante, importante para como se ha de percibir y vivir en un mundo donde hay tal variedad de cosas que resultaría imposible para un hombre durante su vida conocerlas todas, pero de eso hablaremos otro día, tal vez mañana, pero retornando a tu pregunta, creo que por lo menos hay dos versiones, o dos interpretaciones cuando se tratan esos temas, en realidad cada hombre, cada mujer tienen la propia, es un complejo pero bien planeado sistema para provocar esos eternos debates que hacen interesante la convivencia, siempre y cuando no se llegue a la obstinación, el fanatismo, la imposición arbitraria, sino encontrando los diferentes matices, las distintas dimensiones, sus características posibles ficticias o verdaderas, dando como resultado múltiples pensamientos, como un ejercicio mental que favorece la diversidad de manifestaciones que podemos encontrar en la vida, parece complejo, pero en realidad se resume a lo que es la luz y las sombras, lo positivo y lo negativo, la vida y la muerte, que no son mas que dos elementos de un mismo proceso de cambio y evolución. 

Antoniño estaba sentado al lado de su abuelo a la orilla del arroyo, lo miraba con admiración, amor y respeto, le escuchaba con atención intentando comprender el significado de cada palabra, acomodarla de forma correcta en sus propios pensamientos para entender lo que estaba tratando de explicar el anciano, pero esta vez le fue bastante difícil hacerlo, el abuelo estaba hablando como un maestro y se había extasiado en sus propios argumentos olvidando que el aun era un niño que no entendía muchas cosas, pero afortunadamente se percato al ver la cara de asombro que tenia su nieto y dijo entre risas: no te preocupes, nada tiene mayor importancia que saber disfrutar de la vida, de lo que tienes y de lo que te ofrece constantemente, es un torrente como el de este arroyo, siempre cambiando, siempre trayendo algo nuevo, cada paso que das te acerca a una nueva aventura, a una nueva sorpresa, la existencia se compone de muchos momentos en los que experimentamos toda clase de emociones, sentimientos, algunas veces no tan buenos, otras que nos llenan de gozo, de satisfacción o de amargura, simples contrastes para saber lo que es una cosa y la otra, como cuando comes algo que te gusta o cuando pruebas algo que no es de tu agrado, así es en todo, y cada uno tiene diferentes gustos, distintas opiniones, de modo que no te has de preocupar mucho por lo que otros opinen cuando tu estes seguro de que estas en lo correcto, simplemente intenta comprobar que tienes razón, investiga, experimenta, repite hasta que encuentres como probar lo que dices, pero si no es posible, no habrás perdido el tiempo, siempre se aprende algo en los intentos, del error y del acierto han dependido muchos de los grandes descubrimientos de la humanidad, así que no hay una verdad absoluta, tal vez existen tantas verdades como gente, cada uno vive de acuerdo a la suya, experimenta su vida conforme a lo que cree, una buena idea para que se puedan crear tantas cosas distintas que nos sorprenden, algunas por ser maravillosas, otras por ser ridículas, pero al fin, son parte esencial en los contrastes que nos hacen reír, llorar, gozar o sufrir. 

Antoniño suspiro mirando a su abuelo y dijo, creo que entendí, tu eres un hombre que ha vivido mucho, yo apenas empiezo a vivir, tu vez las cosas de un modo y yo de otra, tu intentas enseñarme y yo aprender, pero aun cuando te escucho e intento entender, voy a interpretar de distinta forma lo que tu pretendes decir, el caso es que no hay dos que piensen de forma idéntica, siempre habrá versiones distintas de un mismo tema.

El abuelo sonrió complacido y dijo: muy bien hijo, seres un buen hombre porque seguramente tu interpretación de la vida es acertada, no lo dudes, siempre has aquello que es correcto, no te apartes de las sendas que llevan al conocimiento y recuerda que no siempre has de tener la razón. 

JuanAntonio Saucedo Pimentel.