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martes, 26 de noviembre de 2024

Las advertencias inútiles

 Sin temor a equivocarme puedo afirmar que muchas veces me he equivocado, categóricamente puedo decir que estoy errado en muchos de mis actos y por lógica, en mis ideas; pero eso no me ha detenido, sigo buscando respuestas, intentando aprender de quienes son calificados sabios, reconocidos especialistas que a su vez declaran francamente su ignorancia en lo que se refiere a las consecuencias de sus estudios, teorías y experimentos por la dualidad que se presenta para el bien o para el mal. 

Se tiene la capacidad de utilizar cualquier elemento para hacer el bien o el mal, ejemplos sencillos, lo que se hace con el fuego o con la red de comunicaciones y cómo se llegó de una simple teoría atómica a la utilización de esta energía para cosas útiles en distintos campos o en la demostración más estúpida de la destructividad humana. Ahora caminamos por senderos más peligrosos porque estamos a punto de romper con esquemas que nos permitan alcanzar conocimiento de lo inimaginable con ayuda de inteligencia artificial y computación cuántica. Entraremos a una dimensión mucho más avanzada en el conocimiento de los fenómenos del universo y eso impulsará la creación de nuevos dispositivos que facilitarán muchas de las actividades, se encontrarán soluciones a problemas en salud, en comunicación, sociales o científicos, pero también se corre el riesgo de que se utilicen para un mayor poder destructivo, de control y manipulación por quienes tengan el poder de utilizarlos.

Cuando escribo estoy intentando ordenar mis ideas, se generan una serie de argumentos contradictorios, un interno debate para exponer lo positivo y negativo de esos pensamientos generados por la persecución e interpretación de lo que en ese preciso momento me inquieta y descubro cuán preocupado estoy por lo que sucede en este planeta con sus millones de seres actuando cada cual a su manera, intentando sobrevivir, alcanzar objetivos, encontrar respuestas, disfrutar, ser felices, amar, darle un sentido a su existencia y al hacerlo, sin darse cuenta, sin tomar consciencia, se contribuye al gran caos que tiene sus múltiples aristas en la destrucción y reconstrucción, en los avances y retrocesos donde la ciencia y la tecnología se dirigen por una economía que cobra vida como el gran monstruo que nadie controla y cada vez es más peligroso. El error se ha detectado, pero se desconoce la solución, la inteligencia artificial se casa en experiencias pasadas, la computación cuántica solo servirá para ampliar la gama de procedimientos complicados sin soluciones efectivas para garantizar una mejor calidad de vida por la misma razón que nos ha traído a este punto, los errores se siguen repitiendo.

El punto es que nos hacemos pausa para meditar si conviene o no conviene seguir por el mismo camino que nos lleva al precipicio, al seguir corremos el gran riesgo de la exterminación de la humanidad. No es una mera teoría catastrófica, es algo que ya podemos notar en el cambio climático, en los múltiples conflictos generados por emigración masiva, hambre, pobreza extrema, adicciones, padecimientos mentales, etc.

El retorno es difícil, un cambio de paradigmas, una reestructuración de nuestros modelos educativos, es complicado en extremo por carecer de la capacidad para hacerlo. Sabemos que es necesario, pero se temen las consecuencias, lo impide el sistema que actúa con sus tentáculos aprisionando la posibilidad de un cambio, el poder sigue en manos de los menos calificados para garantizar un buen proceder. El gran error se finca en seguir a líderes con alteración mental profunda, megalomanías que se manifiestan en desiciones que afectan a naciones enteras, que ponen en peligro la existencia, el equilibrio natural.

Nadie encuentra la fórmula para detener semejantes locuras, sólo existen manifestaciones que proclaman los errores, que manifiestan las consecuencias, sin mayor posibilidad de un cambio en el rumbo y he ahí que los nuevos avances en ciencia y tecnología no se vean como una solución, sino como el peligroso efecto que pueden tener al producir cósmicos errores. Pero como siempre, tenemos la esperanza de que algo suceda en el proceso y se consigan buenos resultados, más nos vale creerlo e intentar el mejor esfuerzo para lograrlo.

Tienen una buena tarea por delante, yo estoy a punto de retirarme de este escenario siempre interesante y el cual me ha dejado un buen sabor de boca con sus matices diversos, la maravillosa música, los paisajes de ensueño, experiencias emocionantes, brillantes espectáculos y las relaciones con seres humanos de complejo proceder y talentos extraordinarios que siempre me han sorprendido por su capacidad para competir, luchar, construir, destruir y amar al grado de sacrificar su propia vida. A sido un viaje maravilloso el que he tenido por tantos lugares, conociendo y experimentando todo tipo de sensaciones, imaginando, pensando, comunicando, percibiendo, interpretando, escribiendo para recordar, para dejar constancia de que viví intensamente, agradecido a Dios  por la oportunidad de asistir a este majestuoso mundo y tomar consciencia de las maravillas del universo.

JuanAntonio Saucedo Pimentel 

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